Sensores y cámaras de video en las autopistas del sur de California podrían comenzar a grabar el exceso de humo arrojado por los automóviles a inicios del próximo año como parte de un programa para reducir los niveles de contaminación en la región con más altos niveles de polución de Estados Unidos.
16/08/2005
El programa, posiblemente el más grande de este tipo, vigilaría a los vehículos mientras ingresan a las autopistas en los condados de Los Ángeles, Orange, San Bernardino y Riverside.
Los sensores medirán la cantidad de agentes contaminantes mientras los vehículos aceleran y las cámaras tomarán fotografías de las placas de los autos.
Inclusive habrá un incentivo tras ser sorprendido por las cámaras.
Los propietarios de vehículos que presenten este tipo de problemas recibirán cartas en las que se les informará que el gobierno les ayudará a pagar por arreglar el vehículo o por sacarlo de circulación si el daño es mayor. Entre 10 mil y 20 mil de los vehículos más contaminadores serían identificados, de acuerdo con el Distrito Administrativo para la Calidad del Aire de la Costa Sur.
“No se puede cumplir el objetivo de tener aire de calidad sin enfrentar el problema”, dijo Víctor Wissser, jefe de Comité de Revisión, Inspección y Mantenimiento, que supervisa un programa separado que requiere que los vehículos sean sometidos al control de emisiones.
“Hemos hecho grandes progresos con gasolina más limpia y nuevos motores; pero no podemos hacer mayores reducciones hasta que saquemos a algunos de esos autos de las carreteras”, agregó. “Y, a menos que hagamos algo, esos vehículos de los 80 van a seguir en las carreteras por largo tiempo”.
El programa estatal de control de emisiones examina unos 10 millones de vehículos todos los años, y logra sacar a algunos de estos de las carreteras. Aún así, las autoridades aseguran que el programa tiene un vacío legal: los vehículos construidos antes de 1976 y aquellos que tienen seis años o menos están exentos de la revisión.
Los reguladores de las emisiones de aire aseguran que el uso de sensores y cámaras persuadirá a más personas de enviar sus vehículos viejos a las ventas de chatarra, lo cual es mucho más barato que intentar limpiar el aire de la región imponiendo controles adicionales en las plantas de energía eléctrica y refinerías.
Las autoridades, que temen que algunos conductores evadan los sensores, no revelarán cuántos sensores serán colocados ni en qué sitios.
Los reguladores estatales aprobaron el uso de sensores en octubre de 2003 y establecieron como plazo para su implementación el año 2010.
Fuente: La Opinión
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