Según Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la temperatura media en Madrid durante el verano ha aumentado 2,2 grados centígrados en los últimos treinta años, lo que la convierte en la capital europea que mayor calentamiento ha registrado durante ese periodo.
12/08/2005
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) publicó hoy un informe en el que se detalla que a la capital española le siguen Luxemburgo (con un incremento de 2 grados), Estocolmo (1,5 grados), Bruselas, Roma y Viena (1,2 grados en los tres casos).
El informe estudia las temperaturas veraniegas, medias y máximas, de dieciséis capitales europeas entre 1970 y 1974, así como entre 2000 y 2004 y, entre otras observaciones, concluye que "España se está calentando más rápido que otras partes del mundo".
Al ritmo actual de calentamiento del planeta, a mediados de siglo la temperatura media podría haber subido hasta dos grados centígrados con respecto a la época anterior a la industrialización.
Esa variación sería suficiente como para provocar la desaparición de hasta un millón de especies naturales y la alteración severa de ríos y glaciares, según el informe.
Por lo que se refiere a España, un incremento de dos grados en la temperatura media global significarían un aumento de entre cuatro y cinco grados en el interior del país.
Además, en el centro de España habría hasta seis semanas más al año de días con temperaturas superiores a los 35 grados y en la costa hasta dos semanas más.
Según el WWF, la tasa española de emisiones de gases que provocan el efecto invernadero (que han aumentado el 40,6 por ciento entre 1990 y 2003) es la segunda más alta de Europa, sólo superada por Chipre.
"España ha entrado en un círculo vicioso de contaminación por dióxido de carbono, puesto que, para luchar contra el calor se han llevado cabo grandes inversiones en aparatos de aire acondicionado, que, a su vez, consumen mucha energía", apunta el informe.
Sólo durante el año pasado se compraron en España 1,3 millones de aparatos de aire acondicionado, según los datos de WWF, que recuerda que la energía generada es "ineficiente".
En cualquier caso, en trece de las dieciséis capitales estudiadas por el WWF hubo, al menos, un grado de diferencia entre los dos periodos comparados, por lo que "las temperaturas veraniegas, en general, se están convirtiendo en insoportables", según el director de la campaña "PowerSwitch" del WWF, Imogen Zethoven.
Por lo que se refiere a las temperaturas máximas alcanzadas en verano (no las medias), Londres es la capital en la que se observa un mayor incremento, con una diferencia de hasta dos grados centígrados.
A Londres le siguieron Atenas y Lisboa con un incremento de 1,9 grados, Varsovia, con 1,3 grados, y Berlín, con 1,2 grados, aunque en todas las capitales estudiadas se observa una "clara" tendencia al alza de las temperaturas, salvo en Dublín y Copenhague.
Durante el siglo XX, la temperatura media global ha aumentado en 0,6 grados centígrados, mientras que en Europa ese incremento ha sido de 0,95 grados.
Esa variación es suficiente, según el WWF, para alterar el equilibrio medioambiental, ya que aumenta el vapor de agua que hay en la atmósfera y, por tanto, la cantidad de fenómenos naturales extremos, como las olas de calor, las sequías o las lluvias torrenciales.
Según Zethoven, los científicos creen que las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero duplican el riesgo de alcanzar nuevos máximos históricos con respecto a hace una década.
Para el WWF, uno de los mayores responsables de este calentamiento progresivo del planeta es el sector energético, puesto que genera el 37 por ciento de las emisiones artificiales de dióxido de carbono (el 39 por ciento en Europa).
La mayoría de esas emisiones se generan a través de la quema de residuos fósiles, especialmente de carbón, y su acumulación en la atmósfera provoca alteraciones en el clima del planeta.
Por ello, no resulta tan extraño que el número de desastres climáticos registrados en Europa durante los noventa duplique al contabilizado en la década anterior.
Fuente: Terra Actualidad
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