Indurot, uno de los equipos de investigación más prestigiosos del campus de Mieres, ha advertido de que el cambio climático está ya poniendo en peligro la flora autóctona del Cantábrico y se ha referido especialmente al castaño, una especie en la que se han observado varias enfermedades ocasionadas por esta evolución climática. Según este grupo investigador, las zonas montañosas serán las más afectadas por el calentamiento de la Tierra.

11/08/2005

El Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) de la Universidad de Oviedo ha detectado ya en sus primeros estudios que el cambio climático está poniendo en serio peligro a la flora autóctona del Cantábrico y, en concreto, al castaño, una especie en la que se han observado varias enfermedades que podrían estar directamente relacionadas con el calentamiento de la Tierra. Este centro de investigación, asentado en el campus de Mieres, reforzará sus estudios a partir del próximo año gracias a la instalación de la antena Modis, que permite hacer un seguimiento vía satélite del cambio climático y de los incendios.

Según explicó el director del Indurot, Miguel Ángel Álvarez, los primeros estudios confirman que los cambios más significativos del Cantábrico se darán en las zonas montañosas, entre las que se encuentran las Cuencas, que pasarán a tener un paisaje más mediterráneo por la disminución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas, dos condiciones que podrían ocasionar incluso la extinción de especies en determinados lugares montañosos al no poder sobrevivir con este tipo de clima. «Algunas especies sometidas a grandes períodos de insolación tienen riesgo de desaparecer o al menos de no ser tan abundantes por verse sometidas a largos períodos de estrés», explicó Álvarez.

De momento, el Indurot trabaja con indicios y los resultados más fiables de sus investigaciones dependen de la próxima instalación en el campus de la antena Modis y de otros mecanismos de teledetección que aporten información diaria a través de imágenes de satélite. Su aplicación es también imprescindible para los incendios. El calentamiento de la Tierra y la disminución de la pluviosidad son también dos factores que pueden incidir en el aumento de los incendios, una de las circunstancias que más influyen en los cambios que sufren anualmente los montes. La aplicación de las imágenes de satélite es también clave para otros estudios, como por ejemplo, para analizar la salinidad del agua, los porcentajes de humedad e incluso los cambios que experimentan las costas.

  Fuente: La Nueva España

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