La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía remitió a Verdemar-Ecologistas en Acción el nuevo Plan de Acción Medioambiental para el Campo de Gibraltar, el cual recoge diversas medidas para la reducción de emisiones tóxicas. Así mismo, las industrias deberán presentar un plan de minimización de riesgo.
04/08/2005
El pasado 26 de julio, la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, remitió a Verdemar-Ecologistas en Acción, una orden por la que se aprueba el Plan de Acción Medioambiental para el Campo de Gibraltar.
En el preámbulo de este plan, se afirma que en esta zona existe en la actualidad una importante concentración industrial con una «capacidad potencial de afectar al medio ambiente». Se observa igualmente que el equilibrio económico del sector y la preservación del medio ambiente «supone una situación compleja que requiere de un plan integral de acción para minimizar los efectos que provocan las industrias de la zona». El informe analiza los
sectores presentes en el Campo de Gibraltar como son el petroquímico y refino, las centrales de generación eléctrica y las industrias del acero.
Calidad del aire
La Consejería de Medio Ambiente afirma que dispone en la zona de un total de 16 estaciones de medida, junto a cinco torres meteorológicas que se encargan de controlar la calidad del aire. Entre los contaminantes controlados se encuentran el dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno, partículas, plomo, benceno y monóxido de carbono.
En el informe se declara que los datos registrados durante los primeros meses de 2005 en una de las estaciones situada en la barriada de Guadarranque, ponen de manifiesto «un valor superior al establecido para la salud humana». La Consejería admite que la situación del entorno industrial propicia la «existencia de situaciones episódicas, pero con un importante impacto sobre la calidad de vida de los ciudadanos».
Medidas urgentes
El informe entiende justificada la adopción de medidas de carácter urgente para «reducir los niveles de dióxido de azufre en la zona y minimizar los efectos producidos por situaciones transitorias».
Las principales medidas que se proponen para conseguir estos efectos son la prohibición de la utilización por parte de las industrias, de un combustible «con un contenido superior al 1% en peso de azufre» y la prohibición de sobrepasar emisiones de dióxido de azufre por encima de 245 microgramos por metro cúbico.
Situaciones transitorias
Igualmente se recomienda que las industrias deben prestar especial atención a los «períodos de arranque y parada». En dichos períodos deberán utilizar «combustibles y métodos de operación que reduzcan las emisiones, principalmente de partículas y dióxido de azufre».
Asimismo, se informa de que dichas empresas deberán presentar a la Delegación Provincial un «plan de minimización de situaciones accidentales», que incluya al menos un inventario de posibles incidencias, una propuesta de actuación para su eliminación o minimización y un programa de vigilancia.
SUR Digital
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