Greenpeace pregunta si es cierto, tal y como se ha publicado, que la decisión de posponer la propuesta sobre Calidad del Aire fue motivada por una carta enviada por la patronal UNICE advirtiendo de los costes que tendría para la industria.

05/07/2005

El grupo "Green 10", que reúne a las principales organizaciones no gubernamentales (ONG) de medioambiente, envió hoy una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, contra la decisión de retirar del orden del día de julio del Ejecutivo comunitario dos directivas medioambientales, una sobre la calidad del aire y otra sobre contaminación marina.

"Mientras los líderes del mundo reunidos en la cumbre del G8 están demostrando una atención sin precedentes a las cuestiones ambientales, vemos que la Comisión Europea está retrocediendo en sus compromisos ambientales", señala el director de la Oficina europea de WWF, Tony Long.

A su juicio, en estos momentos de reflexión sobre el futuro de Europa ésta es una época excelente para redirigir la dirección global de la UE en los temas ambientales y una oportunidad para volver a conectar con la opinión pública europea.

En este sentido, Greenpeace, entre otras, pregunta si es cierto, tal y como se ha publicado, que la decisión de posponer la propuesta sobre calidad del aire fue motivada por una carta enviada por la patronal UNICE advirtiendo de los costes que tendría para la industria.

"Quizás su decisión fue inspirada por la agitación política actual que ha seguido a los resultados de los referéndum en Francia y Países Bajos. Nuestra opinión es que cualquier debilitamiento ahora de las ambiciones ambientales de la Comisión sería una respuesta incorrecta", reza la misiva.

Todo indica, prosigue, que la opinión pública europea continúa teniendo una postura fuerte y de apoyo al favor de una política ambiental propiamente europea.

Desde la Comisión, se asegura, sin embargo, que Durao Barroso ha querido suspender la aprobación de las estrategias de contaminación marina y calidad del aire hasta que no se produzca en julio un debate en profundidad en el seno del colegio de comisarios. "El problema no son los objetivos, que son claros, si no la puesta en marcha, por lo que la Comisión debe tener un debate de conjunto sobre el equilibrio entre el beneficio y el coste para el consumidor y las empresas", señaló la portavoz, Françoise Le Bail.

Fuente: Europa Press

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