El Catedrático de Ingeniería Química y Ambiental, Vicente Cortés, considera que la Administración debería hacer algo para acabar con el problema crónico de contaminación por ozono que llega cada verano. Aunque sea una prueba piloto. Y también defiende la inocuidad de la central de ciclo combinado de Endesa. Está completamente seguro de que no será negativa.

05/07/2005

El calor aprieta en la ciudad y los periódicos vuelven a llenarse de informaciones acerca de los episodios de contaminación por ozono, que cada año se multiplican respecto al anterior. Se multiplican también, por tanto, las preguntas acerca de las razones por las que el nivel de contaminación del cielo de la ciudad aumenta de manera progresiva verano tras verano. El catedrático de Química Ambiental de la Universidad de Sevilla Vicente Cortés apunta directamente a una razón exclusiva: el incremento del tráfico en Sevilla y su área metropolitana y la falta de renovación del parque móvil. Aunque también habla de una cierta dejadez y falta de valentía por parte de la Administración a la hora de tomar medidas que podrían resultar impopulares entre la población.

"El problema de la contaminación por ozono en Sevilla está basado fundamentalmente en las emisiones que producen los vehículos, debido a la configuración del aire en la ciudad, en la que los niveles de óxidos de nitrógeno y los compuestos volátiles orgánicos –agentes químicos que forman el ozono– están igualados. Por tanto, para bajar la concentración del ozono hay que reducir ambos elementos y eso sólo se puede conseguir reduciendo el tráfico". Vicente Cortés reconoce que "existe actualmente una aglomeración de tráfico demasiado elevada, sobre todo de vehículos que proceden del Aljarafe, el principal causante de un problema de tráfico que se mantiene de forma continua".

De todas formas, rechaza que el alarmismo que se desprende cada vez que se conoce algún episodio de contaminación por ozono tenga la relevancia que se le da. Durante 2004 se superó el nivel establecido como límite para informar a la población en un centenar de ocasiones, "pero yo no creo que sea relevante, porque no conozco ningún estudio que relacione estos casos con un incremento de las urgencias en los hospitales. No creo que lo haya, la verdad". Vicente Cortés reconoce que "tenemos una situación que mejorar, aunque la situación no sea especialmente alarmante".

Los cálculos obtenidos por Vicente Cortés a la hora de valorar el estado del cielo de Sevilla contradicen a las cifras ofrecidas por Endesa para defender la inocuidad de la central de ciclo combinado de la Punta del Verde. La compañía eléctrica asegura que los óxidos de nitrógeno que emitirá la planta de generación podrían servir incluso para reducir el ozono final. "Yo no creo que eso sea así. En Sevilla, si sube o baja uno solo de los elementos que forman el ozono no afecta para nada; se tienen que bajar los dos", explica.

Aunque también se desmarca de la posición radicalmente contraria que mantienen algunos colectivos sociales y el propio grupo municipal de IU contra la planta de ciclo combinado. "Las emisiones de la central serán absolutamente irrelevantes porque apenas aportará unos microgramos de óxidos de nitrógenos, insuficientes para cambiar el régimen del ozono. Si Sevilla estuviera en la zona sensible a este elemento cualquier variación podría provocar el aumento del ozono, pero no es el caso. Aunque tampoco lo reducirá".

El problema crece año tras año y la Administración, por el momento, no actúa. "Tendríamos que hacer una prueba piloto en el campo de la reducción del tráfico para ver las posibilidades que tenemos de reducción del problema", exige el catedrático, al tiempo que advierte que "si no se actúa de alguna forma, en 2010 podríamos incumplir la normativa europea sobre los niveles de ozono".

Y aquí es donde entra en juego, a su juicio, el compromiso de las Administraciones. Ya existen experiencias similares en otros puntos de Europa "porque la UE ha dicho que hay varias formas de actuar. En el fondo, el problema de toda esta situación es una cuestión política". Y lanza un dardo a algunos grupos políticos: "no se puede estar en contra de la industria por sistema, porque Sevilla no puede vivir del sector servicios. Este tipo de políticas lleva a unos niveles de renta bajos que impiden, por ejemplo, sustituir el parque móvil por otro más moderno y menos contaminante".

Fuente: Diario de Sevilla

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