Según el presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, la reducción de la participación en la compañía eléctrica Endesa no tiene un carácter estratégico en cuanto a la pretensión de incrementar la presencia en su consejo de administración.

04/07/2005

Pero es evidente que esta desinversión, que ha pasado del 5 al 2,03 por ciento, colabora a la clarificación y reordenación del sector eléctrico español.

Todo está pendiente, en efecto, de la redacción del libro blanco de la energía por parte del Gobierno, cuya finalización está prevista para fines del presente mes, según ha declarado el ministro de Industria, José Montilla. Tal regulación se convirtió en imprescindible a raíz del polémico rechazo por parte de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) de la opa que lanzó Gas Natural por Iberdrola en marzo del 2003.

En el intervalo transcurrido desde entonces, sin embargo, es evidente que el sector de la energía ha experimentado importantes cambios. El relevo de Alfonso Cortina por Antoni Brufau en la presidencia de Repsol YPF visualizó la intención de La Caixa de ejercer como accionista de referencia de la petrolera, operación que se complementa pocas semanas después con el abandono del consejo de administración de la citada empresa por parte de los representantes del BBVA, en cumplimiento de la resolución de la CNE, que obligaba a la entidad financiera a escoger entre Repsol e Iberdrola.

En definitiva, a los pocos días de que el Gobierno desvele sus objetivos estratégicos en la materia, tenemos un sector eléctrico/energético -la diferenciación es cada vez más difícil-, en el que La Caixa es el accionista de referencia de RepsolY PFy de Gas Natural, Caja Madrid lo es de Endesa -especialmente a raíz de su reciente decisión de elevar su participación en la eléctrica hasta el entorno del 10%-, el Santander lo es de Cepsa y de Unión Fenosa y el BBVA lo es de Iberdrola. Saber quién es quién es importante, puesto que tanto las eléctricas como los bancos están desarrollando sus estrategias comerciales en función de sus participaciones.

Cada vez será más habitual que se ofrezcan prestaciones diversas en el mismo paquete, como es el caso en la actualidad de una gran entidad financiera de las antes citadas que a cambio de domiciliar la nómina proporciona prestaciones y descuentos en los campos de la telefonía, el gas y la electricidad. Ofertas similares bombardearán previsiblemente a los usuarios los próximos meses. En principio, la liberalización debería ser positiva, siempre que venga acompañada por la transparencia y la pedagogía. Estamos a tiempo, por ejemplo, de aprender de la experiencia derivada de la extrema competitividad de algunos operadores de telefonía móvil.

Fuente: La Vanguardia

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