El Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA) junto con el Observatorio Atmosférico de Izaña del INM realizan estos días un estudio en Canarias sobre cómo afecta el polvo sahariano en las mediciones de la capa de ozono, para saber con exactitud los daños causados por la contaminación industrial.
Noticias Troposfera.org
23/07/2006En sus declaraciones, el director de la investigación, Manuel Gil, miembro del INTA, explicó que las variaciones en la entrada de polvo procedente del Sáhara «perturban» los datos obtenidos por satélite de las mediciones del estado de la capa de ozono e impiden conocer con exactitud las dimensiones del problema.
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Entre los días 21 y 26 de julio se lleva a cabo una campaña como fase principal del proyecto TROMPETA, en el marco del cual se realizarán cinco vuelos con un avión C-212 del INTA que ascenderá a 6.000 metros para tener un perfil vertical de la distribución del polvo en la atmósfera.
El jueves pasado partió el avión rumbo a Canarias, en donde permanecerá durante la campaña, aunque también volará a Africa para ver cómo se van depositando las partículas a medida que se alejan de la fuente, y un último vuelo de referencia será realizado una vez que esté limpia la atmósfera.
Según Gil, una publicación de 1999 de la NASA estimaba que en situaciones de polvo intenso, lo que ocurre con bastante frecuencia en Canarias, aunque en general por todo el Atlántico, el porcentaje de error de las mediciones de ozono con satélite puede superar el 10 por ciento.
En estos momentos, dicha tasa es difícil de cifrar con exactitud, aunque «la impresión» de este experto es que los cálculos de error estimados por la NASA parecen «sobrevalorados» y el desfase no sería tan considerable.
Se trata de «una impresión», dijo, porque se han comparado los datos de mediciones con instrumentos en Tierra, «que no deberían verse afectados», según el experto, y «no se ve mucha diferencia con los datos del satélite».
En las últimas semanas en la Península, casi todos los días, se aprecian muchas partículas en suspensión y en grandes cantidades, procedentes del desierto del Sáhara, añadió.
Estas partículas, que se expanden por todo el Atlántico, especialmente en verano debido a la estructura de los sistemas meteorológicos, llegan hasta el Caribe y perturban las mediciones que se realizan de la capa de ozono.
Para estudiar su impacto sobre las mediciones de los satélites se deben conocer «muy bien», lo que implica analizar los tamaños de las partículas, su distribución, volumen, composición, sus propiedades ópticas (qué pasa cuando la luz llega a las partículas, si se reflejan), y también cómo se transportan y cómo sedimentan.
Con toda la información obtenida en el marco de esta campaña, a lo que se suma otra complementaria con instrumentos terrestres, aparte de los modelos teóricos, se cuantificará en qué manera afectan las partículas en las mediciones de ozono, y los resultados podrían estar listos en navidades, según las previsiones de Gil.
La campaña TROMPETA forma parte de un proyecto del mismo nombre cofinanciado por el Programa de Biodiversidad, Clima y Cambio Global del Plan Nacional de I+D+i y el proyecto SCOUT-03 del sexto Programa Marco de la Unión Europea.
En ella también colaboran la Universidad de La Laguna, el Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC) y el IMK de la Universidad de Karlsruhe, Alemania.
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Fuente: Diario de Navarra
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