Los técnicos autonómicos recibirán datos de las emisiones de la planta en tiempo real.
Noticias Troposfera.org
09/07/2006La refinería de Repsol en Bens deberá realizar más controles de sus emisiones y de la contaminación que provoca en la zona y enviárselos a la Consellería de Medio Ambiente.
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La Xunta ha decidido reforzar la vigilancia medioambiental sobre la planta y, entre otras medidas, ha ordenado a los responsables de la compañía petrolífera que instalen un mecanismo que permita remitir a los técnicos autonómicos información en tiempo real sobre las sustancias que emite tanto al agua como a la atmósfera.
El Laboratorio de Medio Ambiente de Galicia será la entidad pública encargada de recibir los datos enviados por la refinería. En el plazo de seis meses, la planta debe presentar ante la Consellería un plan en el que se describa el sistema que se usará para hacer llegar la información al organismo de la Xunta y los plazos de implantación.
Medio Ambiente ha ordenado además a la refinería instalar una nueva caseta de control de la calidad del aire en Arteixo, que se unirá a las otras dos de que dispone el complejo petroquímico funcionando actualmente. En este puesto se medirán los niveles de sustancias como el dióxido de azufre o el óxido de nitrógeno, causantes de la lluvia ácida. Los resultados serán enviados al Sistema de Información da Rede Galega de Calidade do Aire.
Repsol deberá además poner en marcha en el plazo de dos años un sistema de predicción de la contaminación atmosférica. El mecanismo será utilizado, señala la Xunta, "en la medida de lo posible, en el proceso productivo de la planta con el fin de prevenir episodios contaminantes". La refinería también debe reforzar los controles en relación con la contaminación acústica. Cada año, la planta tendrá que realizar dos campañas de medición del ruido
en el exterior, tanto de día como de noche, en momentos "de máxima actividad". Los resultados serán analizados por la Dirección Xeral de Avaliación Ambiental.
Las medidas para intensificar los controles mediambientales en el complejo industrial de Bens son descritas por la Consellería de Medio Ambiente en la resolución que otorga a la refinería la "autorización ambiental integrada". La concesión del permiso, aprobada en abril por la Dirección Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental, fue publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia.
La resolución recoge además el caudal máximo de aguas residuales que puede verter Repsol tanto en su planta como en la terminal marítima donde atracan los petroleros: 5,9 millones de metros cúbicos al año en la refinería de Bens y 216.000 metros cúbicos anuales en los pantalanes de San Diego. Entre los residuos peligrosos que genera el complejo industrial de la compañía petrolífera se encuentran lodos aceitosos e hidrocarburos pesados.
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Fuente: La Opinión de A Coruña
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