Los ayuntamientos leoneses no consideran necesario llegar a prohibir el tráfico para paliar los problemas derivados de la polución.
Noticias Troposfera.org
03/06/2006 El Gobierno prepara una nueva ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera que obligará a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos a tomar medidas si se superan los límites de polución.
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El anteproyecto elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente figura la supresión del tráfico de vehículos en el caso de que se superen determinados niveles. Ayer fue presentado a las comunidades autónomas. En León, La Robla y Ponferrada, según un estudio oficial de la Consejería de Medio Ambiente sobre la calidad del aire, los niveles se superaron varios días a lo largo del año. Sin embargo, el alcalde de León, Mario Amilivia, aseguró ayer
que es pronto todavía para valorar la nueva ley. «La estudiaremos con toda atención, como es lógico, pero en León el problema no llega a niveles de preocupación», dijo Amilivia.
El Ayuntamiento de León es consciente de que la contaminación de la central térmica de La Robla afecta a la ciudad pero advierte que sus competencias en la materia acaban en la demarcación municipal. Es decir, no puede pedir a la térmica que limite sus emisiones. En la misma línea, los técnicos de la Concejalía de Medio Ambiente advierten además que la contaminación, pese a los índices, no es preocupante porque «sólo es de partículas».
Ponferrada evita la polémica.
El alcalde de la capital berciana, Carlos López Riesco, declina hacer comentarios sobre la aplicación de la nueva normativa, porque aún debe ser estudiada, siempre teniendo en cuenta que los episodios de contaminación que sufre la ciudad no están en modo alguno relacionados con el tráfico rodado, que no tiene incidencia apreciable en las superaciones de los niveles permitidos de contaminantes, cuyas causas hay que buscarlas más bien en
factores externos a la vida de la ciudad, como son la existencia de fuentes de emisión bien conocidas, tales como las centrales térmicas bercianas, la cementera Cosmos y otras factorías, como las aceriales, sobre las que esa nueva normativa no actúa y sobra las que el Ayuntamiento tampoco tiene competencia, entre otras muchas razones, porque en casi todos los casos están situadas fuera del propio municipio de Ponferrada.
Sin problemas en el Bierzo.
Por lo que respecta a los municipios de Páramo del Sil y Cubillos, la densidad del tráfico rodado es absolutamente despreciable a los efectos relacionados con los niveles de contaminación que en ellos puedan registrarse. La contaminación en estos municipios, como en Ponferrada, tiene otras causas muy distintas en relación directa con las centrales térmicas.
San Andrés no quiere tampoco.
Miguel Martínez, alcalde del tercer municipio de la provincia en cuanto a población, considera que lo primero es conocer el contenido concreto de la ley y los límites que establece en cuanto a niveles de contaminación. Sin embargo, estima improcedente la prohibición del paso del tráfico en las zonas donde se pudieran superar estos índices, puesto que corresponden a las vías principales del municipio que también sirven de acceso a la capital
leonesa. «No podemos prohibir el tráfico en ninguna zona», puntualizó.
La Robla, favorable.
El alcalde de La Robla, uno de los núcleos más castigados por la contaminación, consideró «muy favorable que puedan darnos esta atribución» que en su caso no utilizará «para obligar a nadie pero sí convencer de que se saque menos el coche», toda vez que el problemático transporte de camiones se resuelve con el nuevo acceso al polígono industrial o la solución a través de una nueva carretera de 170 camiones diarios de carbón a la térmica, así
como la cinta transportadora de la cementera.
La Bañeza ya actuó.
El regidor bañezano, José Miguel Palazuelo, también aseguró que «hace tiempo que actuamos en consecuencia» aunque dijo temer que se les deje competencias sobre una materia compleja «para la que no tenemos medios».
Fuente: El Mundo - La Crónica
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