La Ley de Prevención de la Contaminación Lumínica conllevará la creación de un fondo económico para fijar un régimen de ayudas cuya finalidad es apoyar las posibles operaciones de adaptación de alumbrados existentes a las nuevas prescripciones, así como la necesidad de promover campañas de difusión y concienciación ciudadana.
Noticias Troposfera.org
13/04/2006 Así lo anunció ayer el consejero de Medio Ambiente, José Ortega, quien, junto al director general de Medio Ambiente, Alfredo Izaguirre, presentó este proyecto de ley que fue aprobado el pasado viernes por el Consejo de Gobierno y que próximamente será debatido en el Parlamento de Cantabria para su aprobación definitiva. En palabras de Ortega, se trata de una
ley “prudente”.
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Según explicó el consejero de Medio Ambiente, la ley también tiene en cuenta la regulación de las instalaciones y aparatos de iluminación, en particular el alumbrado, para que sus efectos sobre el entorno guarden correspondencia con el objeto o finalidad primaria.
Asimismo, se prevé la determinación reglamentaria de un nivel lumínico que servirá de referencia para la aplicación de las prescripciones de la ley, así como la división del territorio en función de la vulnerabilidad a la contaminación lumínica y el régimen de horarios.
En este sentido, indicó que la norma contempla las actuaciones de las administraciones públicas para asegurar el cumplimiento de los objetivos que persigue como son la creación de licencias, el establecimiento de un régimen de ayudas en la normativa presupuestaria y las medidas de un régimen sancionador con competencia municipal, tanto para tipificar infracciones como para imponerlas.
Para el consejero, el proyecto de ley representa un “compromiso” del Gobierno de Cantabria con la protección del territorio y el paisaje, de la salud humana y la salud ambiental e inicia una vía parlamentaria en la que “estoy seguro el texto va a salir mejorado porque se van a buscar las cuestiones que le depuren”.
“Tendremos un instrumento que, por ser novedoso, es una herramienta y una ley prudente” en la que el reglamento a desarrollar a posteriori “tendrá un papel clave para determinar las condiciones precisas de su aplicación”, remarcó.
Durante su intervención, el consejero recordó que en España sólo Cataluña cuenta con una ley que regula la contaminación lumínica, y que en Cantabria existen desde hace tiempo organizaciones y asociaciones dedicadas específicamente al estudio de la contaminación lumínica, y que algunos ayuntamientos han aprobado ordenanzas reguladoras al respecto.
Además, explicó que el Parlamento de Cantabria ya se pronunció en junio de 2004 sobre este problema instando a que se procediera a redactar una normativa regional para el control lumínico tendente a “un mejor cumplimiento de los compromisos recogidos en el Protocolo de Kyoto”.
Ortega justificó esta iniciativa exponiendo la sensibilidad que la sociedad ha adquirido ante este problema que afecta a los hábitos de las especies naturales, a las condiciones de vida de las personas, a la calidad del ambiente celeste y su capacidad de observación y al consumo energético, entre otras cuestiones.
Por último, mostró su disconformidad con las críticas vertidas por la asociación ecologista ARCA ya que “no responden a la realidad” y aseguró que el proyecto de ley se ha hecho con “consenso” y tomando en cuenta a todos los organismos.
Fuente: El Diario Alerta
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