Las pequeñas particulas en suspensión en la atmósfera provocan ingresos causados por dolencias respiratorias. Los mayores de 65 años incrementan el número de ingresos hospitalarios debido a infecciones respiratorias, reagudizaciones de enfermedad pulmonar obstructiva crónica o enfermedades cardiacas como la Insuficiencia cardiaca Congestiva.

La polución atmosférica es muy nociva, y las pequeñas partículas en suspensión, las de tamaños mayores de 10 micras procedentes del tráfico o industrias pesadas, incrementan las posibilidades de ingresar por padecimientos respiratorios agudos.

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Hasta ahora se sabía muy poco en torno a las partículas pequeñas. Teóricamente al ser de menor diámetro alcanzarían segmentos más distales del árbol respiratorio, con lo que el daño sería mayor, aunque otros investigadores opinaban que su aclaración sería más fácil y por ello su nocividad menor.

Las personas ancianas son especialmente vulnerables a las agresiones externas, incluso hay expertos que definen el envejecimiento como una disminución de la capacidad de respuesta ante el estrés físico, psíquico o social. Esto se ve en la vida cotidiana, con enfermedades menores los más ancianos están más graves, las agresiones psicológicas trastornan con mayor intensidad y la capacidad de defensa ante la agresión de la propia sociedad es menor.

Las enfermedades respiratorias son el motivo de ingreso más frecuente a nivel hospitalario en las personas de edad avanzada. Incluso uno de los prestigiosos padres de la medicina moderna, William Osler, dijo que la neumonía era el mejor amigo del anciano, pues tras un curso rápido e indolente el anciano pasaba a mejor vida.

Estudio

Un grupo de investigadores norteamericanos ha indagado en esta materia intentando correlacionar la tasa de ingresos hospitalarios en pacientes ancianos, con el nivel de partículas muy pequeñas en suspensión (menores de 2’5 micras) en el aire que se respira en un área metropolitana. El estudio se llevó a cabo en 204 condados urbanos y los resultados fueron concluyentes.

En los mayores de 65 años se registró un incremento de ingresos hospitalarios del 28% a causa de infecciones respiratorias, reagudizaciones de enfermedad pulmonar obstructiva crónica o enfermedades cardiacas, en especial por Insuficiencia cardiaca Congestiva. Un dato muy curioso se refiere a la distancia al centro, de tal modo que este efecto nocivo se producía hasta una distancia de nueve kilómetros de los lugares donde se registraba el centro del incremento de partículas.

En nuestro país existen grandes aglomeraciones urbanas en poblaciones industriales, en las que viven jubilados que emigraron a dichos polos industriales en su época laboral. Actualmente siguen viviendo allí, y por ello están expuestos a un mayor riesgo de enfermar de pulmón y corazón.

Fuente: websalud.com

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