El aire de Avilés está contaminado y, además, es «ilegal», según afirmó ayer el coordinador de Ecoloxistes n'Aición d'Asturies, Paco Ramos. A las palabras de esta agrupación se sumó la Asociación de Ecoloxistas de Asturias, quien corroboró que los niveles de contaminación del aire en el concejo avilesino son «los más elevados de la región».

Para ambos colectivos, las palabras del concejal de Medio ambiente, Alfredo Iñarrea, elogiando la calidad del aire y acusando «a la alta exigencia legal» la polución en la ciudad, son desacertadas.

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«La legislación ha ido cambiando paulatinamente desde el 2002, lo que pasa que año a año se han ido cumpliendo los límites incluso aplicando los márgenes de tolerancia establecidos», confirmó Ramos, quien añadió que la nueva normativa establece un plazo entre 2005 y 2010 para disminuir las tasas de contaminación a menos de 2,5 microgramos por metro cúbico cuando en la actualidad se permiten hasta 50 microgramos.

Las Arobias, Llaranes, la plaza de la Guitarra y Llano Ponte son las cuatro zonas de la ciudad más afectadas por la contaminación con valores que se incumplen en partículas de suspensión, óxidos de nitrógeno, nivel de ozono y dióxido de azufre.

Las partículas en suspensión se asocian, así, a la aparición y al agravamiento de patologías respiratorias mientras que los óxidos de nitrógeno provocan irritaciones del sistema respiratorio, reducción de la función pulmonar, agravamiento de alergias respiratorias y asma, de acuerdo a un informe emitido por la Asociación de Ecologistas de Asturias, quienes han subrayado que los valores del nivel de ozono por encima de los límites legales establecidos ocasionan dolores de cabeza, irritación de ojos, tos y dolores en el pecho. El dióxido de azufre, según la misma fuente, provoca enfermedades respiratorias crónicas y agrava las alergias y el asma. «Con estos datos se explica claramente que estamos peor que nadie en Asturias y esto es peligroso para un municipio que ha perdido su tejido industrial de forma significativa», afirmaron desde la asociación de ecologistas. Por su parte la agrupación de Ecoloxistes n'Aición matizó que «ya es hora de reconocer que se incumple la norma de calidad de aire y, por tanto, es hora de dejar discusiones estériles y ponerse a trabajar», recalcó Paco Ramos, para quien las administraciones deben adoptar planes de actuación.

Fuente: La Nueva España

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