Todos los grupos municipales se han mostrado favorables a la aprobación de este protocolo, que forma parte del Plan de Acción Contra la Contaminación Atmosférica aprobado en 2016, menos la CUP que se ha abstenido por considerar las medidas "insuficientes".

El protocolo regula y define las medidas que el ayuntamiento aplicará durante los episodios de mayor contaminación por NO2 (nitrógeno) y PM10 (Particulas Matter) en la ciudad, días en los que el ayuntamiento reforzará la oferta de transporte público.

La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha asegurado que este protocolo, supone un "paso adelante en la lucha contra la contaminación y por la salud de las personas que viven en la ciudad".

Sanz ha apuntado que, aunque al ayuntamiento "se ha puesto las pilas" respecto el problema de la contaminación, abordándolo "de forma integral" y apostando "por más y mejor transporte público", aún "hace falta el apoyo de las administraciones y del Estado".

Así, y según indica este protocolo, a partir del 1 de enero durante los días con gran concentración de nitrógeno los turismos y furgonetas más contaminantes no podrán circular por las zonas de bajas emisiones, y también se activará la T-Aire, una tarjeta de transporte público multipersonal con precio reducido.

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