La cita, a la que han convocado a los representantes sindicales y también al consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado, Fernando Lastra, y las alcaldesas de Gijón y Avilés, Carmen Moriyón y Mariví Monteserín, respectivamente, incluirá medidas que palíen las emisiones nocivas de las factorías. Según aseguró ayer el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Isaac Pola, el Gobierno valorará el plan que presente la compañía y velará por su aplicación. «Recientemente se han publicado las cifras en corrección ambiental del sector industrial asturiano y son ilustrativas de su compromiso y de que está convencido de que un buen comportamiento ambiental es un elemento más de su competitividad», subrayó ayer el consejero, que cree que el Principado es un buen ejemplo de que «se puede ser muy industrial y preservadora de los bienes naturales».

Entre las medidas que presentará Arcelor el lunes podría incluirse la inversión de entre diez y doce millones de euros que ya tiene prevista la dirección de la multinacional en Asturias para el sínter de Gijón, el principal responsable de las emisiones de partículas de esa planta. Esta partida ya tiene el visto bueno de la dirección de producción de planos, pero aún debe contar con la validación del comité de inversiones de la multinacional, que se reúne mensualmente en Luxemburgo.

La inversión del sínter está llamada a reducir la emisión de partículas PM10, las que miden menos de diez micrómetros, y que son especialmente dañinas para la salud. Ellas son las principales responsables de los problemas de contaminación en el concejo de Gijón, aunque la multinacional defiende que solo el 2,19% de las partículas que circulan por Monteana, la zona más cercana a su factoría gijonesa, pertenecen a sus instalaciones. Fuentes sindicales avanzan que la inversión supondrá la instalación de nuevos electrofiltros para depurar los gases, que también reducirían la emisión de partículas PM 2,5.

El anuncio del nuevo plan de la multinacional se realizará en una comparecencia informativa que tendrá lugar el lunes en las instalaciones de Arcelor en la Granda y a la que tendrán acceso los medios. Esta presentación tendrá lugar apenas diez días después de que la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, cargara duramente contra la multinacional.

«Se agota el tiempo y la paciencia con los incumplimientos» de Arcelor, aseguró el pasado 22 de noviembre la regidora, tras un nuevo incidente en la factoría. Moriyón señaló a la multinacional por los altos niveles de partículas PM10 detectados por la estación móvil del Ayuntamiento ubicada en El Lauredal y por las «incidencias que día sí y día no» alarman a la ciudadanía. «El foco lo hay que poner donde está el problema y es en Arcelor y en su sínter», remarcó. «Notamos que los cauces de comunicación han mejorado pero seguimos diciendo que se necesita por parte de la empresa un plan de inversiones detallado con acciones concretas que corrijan el problema de la contaminación. En pleno siglo XXI existen medidas para cumplir con las normativas, evolucionar y no contaminar la ciudad de esta manera», apostilló.

La multinacional, que aún espera la autorización ambiental integrada que necesita para reconstruir las baterías de cok de Gijón, parece haber tomado nota esta vez de las críticas de la alcaldesa y detallará el lunes esas medidas que va a desarrollar.

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