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nov 25, 2017

Barcelona: A partir de 1 de diciembre se restringirá el tráfico en casos de episodios de contaminación


El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Ayuntamiento de Barcelona han lanzado una campaña informativa sobre las restricciones que los vehículos privados más contaminantes experimentarán a partir del 1 de diciembre con la entrada en funcionamiento de la zona de bajas emisiones del ámbito de las Rondas de Barcelona (ZBE).

Y es que a partir del 1 de diciembre las restricciones se aplicarán cuando la Generalitat, organismo competente para ello, declare un episodio de contaminación atmosférica, algo que puede ocurrir entre dos y tres veces al año, y estas restricciones serán permanentes a partir del año 2020, una medida que surge de la cumbre sobre la calidad del aire que se celebró en Barcelona el 6 de marzo.

Esta zona de bajas emisiones, que ya tienen ciudades europeas como París, Milán y Berlín, incluye, además de Barcelona --excepto Zona Franca Industrial y el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo i les Planes-- todo el municipio de L'Hospitalet de Llobregat, prácticamente todo Sant Adrià del Besòs y las áreas de Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat que están en el interior de las rondas --las rondas en sí mismas no están afectadas--.

El motivo de esta campaña, que se lanzó el 13 de noviembre y que estará operativa un mes a través de la radio y señalizaciones en vallas y medios de transportes como autobuses y Tram, es también concienciar a la ciudadanía de la necesidad de mejorar la calidad del aire, y por tanto de las personas, y para ello es necesario restringir la circulación de los vehículos privados más contaminantes.

Según ha explicado el director de Servicios de Movilidad Sostenible del AMB, Carles Conill, una vez la Generalitat declare el episodio de contaminación, las restricciones se establecerán entre las 7.00 y las 20.00 horas los días laborables del día siguiente de la declaración y hasta que se declare finalizado el episodio.

De este modo, los vehículos afectados, que se calculan que son un 14% de los vehículos que normalmente circulan por esta ZBE del ámbito de las Rondas de Barcelona, sólo podrán circular en la franja horaria entre las 20.00 horas y las 6.59 de los días laborables, y todos los fines de semana y festivos.

VEHÍCULOS AFECTADOS

En concreto, a partir del 1 de diciembre y en situación de episodio de contaminación ambiental, no podrán circular por esta zona los turismos que no dispongan de la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (Zero, Eco, C y B), es decir, los turismos de gasolina anteriores al año 2000 (anteriores Euro 3) y los diésel anteriores al 2006 (anteriores Euro 4), y tampoco podrán circular las furgonetas anteriores a Euro 1.

Durante el invierno y la primavera de 2017-18 gozarán de una excepción temporal las furgonetas Euro 1, Euro 2, Euro 3 y Euro 4, con lo que sólo se restringirá el tráfico a las furgonetas anteriores a Euro 1 y, por lo tanto, anteriores a 1997.

Además, también podrán circular en caso de episodio las motos mientras no se entreguen las etiquetas de la DGT para este tipo de vehículos, y los vehículos de emergencias, los personas con movilidad reducida y los servicios esenciales pondrán circular siempre independientemente de su etiqueta de la DGT.

REFUERZO DE TRANSPORTE PÚBLICO

Para dar alternativa a los propietarios de los vehículos afectados por la restricción, se reforzará el servicio de metro, bus, tranvía, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y Rodalies, especialmente durante las horas punta de los días del episodio.

En concreto, el AMB reforzará el servicio de metro en horas punta con un tren más en cada línea convencional y con más personal de atención en las estaciones con más afluencia, con lo que toda la red tendrá una frecuencia de paso de tres minutos, frente a los entre tres y cuatro minutos actuales, y la hora punta se alargará a las 11.00 horas.

En cuanto a los autobuses metropolitanos, se incorporarán 30 autobuses en horas punta, 15 en el Baix Llobregat y 15 más en el Barcelonès nord, con refuerzos en horas punta de la mañana y de la tarde.

También se activará el título T-Aire, una tarjeta con un billete de ida y otro de vuelta, y desde el 2 de octubre los usuarios pueden comprar la T-Verda, que ofrece viajes ilimitados y gratuitos durante tres años a los ciudadanos que desguacen un vehículo contaminante y que no compren uno nuevo.

Asimismo, el SCT instalará un carril bus provisional de entrada a Barcelona en la B-23 durante el episodio ambiental declarado y el AMB impulsará "medidas permanentes" para mejorar el carril bus de entrada a la capital catalana por la Gran Via.

Para cualquier duda y más información al usuario, el AMB ha habilitado la web canvidhabits.com, que permite al ciudadano introducir su matrícula y saber si está afectado o no por la restricción, conocer los nuevos títulos ambientales de transporte alternativos y ofrece rutas alternativas, con transporte y aparcamientos públicos (park&ride), entre otros.

En detalle

El 1 de diciembre entrará en vigor en el área metropolitana de Barcelona el protocolo de restricciones de tráfico para los vehículos más contaminantes en aquellos días en los que se produzcan registros de polución atmosférica que superen los umbrales marcados por los organismos internacionales. Los vehículos afectados son los turismos de gasolina matriculados antes del 2000 y los automóviles diesel que ya circulaban antes del 2006. La restricción también apunta a las furgonetas que ya estaban sobre el asfalto antes de la normativa Euro 1 (previas a 1994).

Para decretar la medida deben superarse los 200 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno en más de una estación de medición de calidad del aire durante al menos una hora, episodios que en la conurbación de la capital catalana se producen entre 0 y 3 veces de media al año. El otro parámetro a tener en cuenta es el referente a las partículas en suspensión PM-10, para las que está prevista la activación del protocolo si se superan los 80 microgramos por metro cúbico en más de una estación durante un día o los 50 microgramos durante tres días consecutivos. Esta última circunstancia se produce, a lo sumo, en una ocasión al año de media en el territorio metropolitano. Una situación que afecta a toda la ciudadanía pero que tiene un impacto de mayor calado entre los niños, ancianos, embarazadas y personas con problemas de salud.

Las restricciones se pondrán en práctica cuando la Generalitat declare que el episodio de contaminación ha superado la fase preventiva y se anunciarán a la ciudadanía durante el día previo a la aplicación del protocolo mediante mensajes en las webs y redes sociales de los ayuntamientos, el Área Metropolitana de Barcelona y el Ejecutivo catalán, así como a través de los medios de comunicación. Antes de adoptar esas medidas se aplicarán las iniciativas propias de la fase de preaviso, en la que se avisa a la población de las circunstancias ambientales y las autoridades preparan sus operativos internos.

¿Cuál es el área de ejecución y el calendario previsto?

Las medidas restrictivas en cuanto a la circulación se ejecutarán en la denominada Zona de bajas emisiones (ZBE) de Barcelona, que está formada por el tráfico rodado de la Ronda de Dalt, la Ronda de Litoral y la superficie que ambas delimitan. De esta manera, se ve afectada toda la ciudad de Barcelona, a excepción de la Zona Franca y los barrios de Vallvidrera, Tibidabo y Les Planes, en la zona alta de la urbe. También quedan incluídos L’Hospitalet y aquella parte de los municipios de Esplugues, Cornellà y Sant Adrià de Besòs que queda incluida dentro de las rondas.

La hoja de ruta del AMB, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona contempla una aplicación progresiva de las medidas, con la ya comentada primera fase episódica que se instaura el próximo viernes. En dicha etapa, que se aplicará de 7 de la mañana a 8 de la tarde, quedan exentos de las prohibiciones hasta la primavera del año que viene las motocicletas y ciclomotores, los autocares, autobuses y las furgonetas Euro 1 (matriculadas antes de 1994) y posteriores. A partir de ese periodo se revisará la casuística para estos vehículos. La prohibición pasa a ser permanente a partir del 1 de enero del 2020 en la zona de bajas emisiones interrondas para todos los propietarios de vehículos que no hayan recibido el distintivo de la DGT (aquellos de gasolina previos al 2000, y al 2006 en cuanto a los diésel).

Cinco años después, en el 2025, culminará el proceso al extender el veto permanente a los 40 municipios que integran la Zona de Protección Especial del Ambiente Atmosférico. La finalidad es preservar la salud de sus 4,3 millones de habitantes, adoptando medidas conjuntas que redunden en el beneficio común. Los municipios del Àmbit 40 pueden adoptar medidas adicionales en su territorio. En este sentido, Badalona, Sant Just Desvern, Castelldefels, Sant Cugat y Sant Boi de Llobregat son los municipios elegidos para aplicar sobre el terreno las primeras pruebas piloto ante episodios de exceso de polución.

¿De qué manera se controlará el cumplimiento del veto?

Barcelona será la primera ciudad española en poner en marcha un sistema que se sirve de las etiquetas de identificación con el que la Dirección General de Tráfico (DGT) clasifica el parque de vehículos en función de su potencial contaminante. En Madrid, una ciudad con problemas de polución más acuciantes que la capital catalana, se ha optado por comenzar vetando el aparcamiento de los coches más contaminantes en el área conocida como almendra central (la bordeada por la M-30), pero la restricción circulatoria por la urbe no se establece hasta el 2025.

El consistorio barcelonés ha anunciado que se instalará un sistema de cámaras que permitirá identificar las características del vehículo tras leer la matrícula y cotejarla con la base de datos de la DGT. El dispositivo se desplegará por los principales acceso de la ciudad y en los ramales de la Ronda de Dalt y la del Litoral durante el año que viene y tendrá un coste previsto de 1,5 millones. De esta manera, en caso de que se declare un episodio de alta polución en las próximas semanas y probablemente meses, la supervisión deberá recaer en el método humano. Un total de 48 patrullas de la Guardia Urbana se encargarán específicamente de controlar el flujo circulatorio en este intervalo temporal. El dispositivo se focalizará eminentemente en el entorno de las rondas e irán alternando su ubicación en función de las necesidades detectadas.

Si la policía detecta circulando a un vehículo vetado le aplicará una multa leve, que comportará el pago de 100 euros, 50 en caso de pronto pago, como ya ocurre en la mayoría de sanciones municipales. El propietario podrá continuar la marcha, puesto que no se le inmovilizará el vehículo, pero se le recomendará que no lo haga, puesto que se expone a que otra patrulla le intercepte en su recorrido y le aplique una nueva sanción.

Desde esta semana se está colocando las cerca de 150 señales verticales informativas de la ZBE en las salidas de las rondas y en otras vías. En episodios de contaminación, se superpondrán una señal de prohibido circular y el horario de su aplicación. Los paneles digitales de Trànsit también informarán de las condiciones del veto.

¿Cómo se reforzará la red de transporte público?

Las autoridades reforzarán la red de transporte público para compatibilizar las necesidades de movilidad con las restricciones de vehículos más contaminantes, a los que no les corresponde la etiqueta de Tráfico (1,6 millones en toda la provincia de Barcelona, según la base de datos de la DGT, si bien el AMB reduce a algo más de 100.000 vehículos los que realmente suelen circular por la zona interrondas, un 14% del total, puesto que la mayoría "no están dados de baja pero nunca o casi nunca circulan").

La red de metro incrementará su frecuencia de paso en horas punta con un convoy más por línea, de manera que el tiempo de espera se reducirá de entre 3 y 4 minutos a 3 minutos. Se prolongará la hora punta hasta las 11 de la mañana. Los autobuses metropolitanos aumentarán la oferta en los corredores con mayor afluencia de pasajeros, con 15 buses adicionales en el área del Baix Llobregat y otros 15 en la zona del Barcelonès norte. También el bus exprés.cat incrementará en 25 unidades su presencia en ciudades como Mataró, Vic, Sabadell, Igualada, Corbera o Sant Pere de Ribes.

Para facilitar el tránsito de las líneas interurbanas procedentes del sur metropolitano, se habilitará un carril Bus-VAO temporal desde Molins de Rei hasta la capital catalana. El AMB aún debe decidir la cantidad mínima de personas en los vehículos de alta ocupación para poder circular por dicho carril preferente. La Generalitat se ha comprometido a construir carriles Bus-VAO en la B-23, C-31, y C-245 entre este año y el 2019.

En el ámbito ferroviario, la red de Rodalies ampliará la hora punta hasta las 11 de la mañana en las líneas R-1 y R-4, mientras que los Ferrocarrils de la Generalitat engrosarán la oferta en las líneas del Vallès y Llobregat-Anoia. El Tram reducirá de 5 a 4 minutos los intervalos de paso entre las 7 de la mañana y las 10 de la noche, al tiempo que incorporará dos unidades dobles en la T-1 y la T-4 y reforzará el servicio de la T-5 y la T-6 en las horas valle. Se habilitará la T-Aire, un título de transporte para ida y vuelta por 1,80 euros, cuando el billete sencillo de un solo trayecto ya cuesta 2,15 euros.

¿Se verá afectado el aparcamiento en BCN en los episodios?

Sí. El Ayuntamiento de Barcelona penalizará a los propietarios de turismos no residentes que aparquen los vehículos más contaminantes en la zona azul y verde de la capital catalana con un recargo de 2 euros más por hora la tarificación estándar que se desembolsa en la actualidad. A diferencia del veto a la circulación, la medida no se aplicará solo a los turismos sin etiquetas, sino que incluye a todos los coches, excepto los catalogados como ECO y Cero emisiones. El consistorio está trabajando en la implementación del sistema de nuevos parquímetros que podrán identificar el potencial de contaminación de cada coche para aplicar el importe correspondiente.

Fuentes municipales afirman que el nuevo modelo se encuentra en “una fase muy avanzada” y que está previsto que se active a lo largo del año que viene. El gerente de Presidencia y Economía, Jordi Ayala, expuso que para la identificación de cada caso, el conductor deberá introducir la matrícula del coche, y el sistema imprimirá un tíquet ajustado al perfil técnico del turismo.

El consistorio también pretende gravar aquellos coches más contaminantes, así como bonificar a los más ecológicos, como ya ha manifestado el concejal de Presidencia y Energia, Eloi Badia, que persigue este objetivo desde hace dos años. Sin embargo, los planes del gobierno municipal de Ada Colau requieren del apoyo de la oposición para que prospere, algo que por el momento no se ha producido.

El pasado octubre, la oposición municipal tumbó por segundo año seguido la propuesta de ordenanzas fiscales que presentó el equipo Colau para el ejercicio del 2018. El año pasado, la alcaldesa se vio abocada a retirar su proyecto y limitar su propuesta a modificaciones puntuales de tarifas. En la nueva oferta del equipo de gobierno se había suprimido la pretensión inicial de penalizar a los coches de mayores dimensiones y se limitaban las cargas previstas a los que acarrena un efecto más pernicioso sobre la atmósfera.

¿Las motos también estarán sometidas a las restricciones?

Para ilustrar la magnitud de la protagonista, baste con recordar que 3 de cada 10 vehículos que transitan sobre el asfalto barcelonés son ciclomotores o motocicletas. Un alivio para la movilidad y el aparcamiento en la gran urbe, pero no tanto si se atiende a los parámetros de impacto ambiental. Para muestra, del conjunto del parque circulante, el ciclomotor es el que emite más partículas en suspensión PM-2,5, mientras que la motocicleta encabeza la clasificación en cuanto al monóxido de carbono.

“La UE rige la normativa para las motos a partir de los valores de emisiones que se fijaron en el 2003 y el 2006, mientras que para los diésel, por ejemplo, se actualizaron en el 2016”, explica Xavier Querol, experto de calidad del aire del CSIC. Ante ese desfase normativo, la DGT aún no ha comenzado a distribuir las etiquetas identificativas sobre los efectos perniciosos de las motos en la atmósfera. Será entonces cuando las autoridades determinen las restricciones circulatorias para los vehículos de dos ruedas.

¿Habrá facilidades para dejar el coche alrededor de BCN?

El Área Metropolitana de Barcelona trabaja en un sistema de 'park & ride' que garantice que quienes aparquen en los párkings de las estaciones de ferrocarril sean usuarios que optan por dejar su turismo para evitar congestiones de tráfico y problemas de estacionamiento en el centro de la urbe. Lo que parece una obviedad no lo es tanto desde que las autoridades detectan que un elevado porcentaje de esos vehículos aparcados son vecinos de la población, que optan por la comodidad de dejar el coche cerca de casa y ocupan espacio vital para la movilidad intermunicipal.

A principios del 2019 se activará una aplicación para móvilque permitirá al usuario aparcar de manera gratuita en las estaciones de Rodalies del entorno metropolitano en cuanto valide el billete. Un sistema de código QR confirmará que ese vehículo tiene derecho a permanecer en el párking sin abonar ni un céntimo. Una estrategia que pretende esponjar el flujo de vehículos privados y aprovechar todo el potencial de buena parte de las 6.000 plazas de 'park & ride' que permanecen sin destinarse para su objetivo primordial en el entorno metropolitano.

¿Hay incentivos para desballestar un coche antiguo?

Una de las medidas para incentivar la retirada de la circulación de los turismos con mayor impacto ambiental es la propuesta de la T-Verda, una tarjeta personal que el AMB impulsa desde el pasado mes y que permite el desplazamiento gratuito durante tres años en las seis zonas de transporte público integrado para aquellos propietarios de los turismos vetados en episodios de alta polución que decidan desguazarlos.

Los requisitos para acogerse a la iniciativa son que se haya dado de baja el coche seis meses antes de solicitar la T-Verda y el compromiso de no adquirir un nuevo vehículo durante el periodo en el que la tarjeta esté en vigor. El titular puede cederla a algún familiar.

En el primer mes y medio desde que entrara en vigor la propuesta, el AMB ha recibido 249 peticiones, de las que 202 ya se han aceptado 62. Más de la mitad de los solicitantes tiene más de 50 años, mientras que la franja de edad que va de los 18 a los 29 años es la que presenta menos demanda. Del total de solicitudes, 186 son turismos y 16, ciclomotores. El 74% de los coches desballestarlos son de gasolina (148), frente al 26% de diésel (54).

¿Qué condiciones tendrán los profesionales del transporte?

Este invierno representará un periodo de adaptación para camiones y furgonetas, que en su mayor parte (solo se verán afectadas las matriculadas antes de 1994) quedarán exentos de las medidas restrictivas. Se trata de un asunto capital, dado que representan cerca de un 20% del flujo circulatorio de la ciudad. El AMB trabaja en una "batería de medidas para conseguir una logística urbana" que redunde en el desarrollo económico "en conciliación con la sostenibilidad medioambiental". Una estrategia que centrará en "incentivar los vehículos más limpios, el impulso de microplataformas de transportes y la concienciación social".

El gobierno metropolitano revela que de los 10.500 taxis en el ámbito urbano solo un 3% no dispone de distintivo ambiental, mientras que un 30% de la fltoa son híbridos, eléctricos o de gas. A partir del 2019, el Institut Metropolità del Taxi dejará de homologar licencias para vehículos diésel. Asimismo, se crearán más paradas de taxis y se mejorará su infraestructura de comunicaciones para evitar la circulación estéril de vehículos a la búsqueda de clientes.

¿Qué pasa si no tengo la tarjeta identificativa de la DGT?

La DGT recuerda que no es obligatorio portar la etiqueta identificativa sobre el impacto atmosférico del vehículo y avanza que en breve informará de que aquellos conductores que no tengan el adhesivo o lo hayan perdido podrán ir a recogerlo “a una serie de oficinas de Correos por un precio simbólico, condiciones ambas que aún están por definir”.

Los vetos tendrán exenciones para los vehículos de personas con movilidad reducida, servicios de emergencias (ambulancias, bomberos) y esenciales, como los funerarios. Se está estudiando cómo regular el uso de segmentos de vehículos específicos, como los de coleccionistas.

¿Se podrá calibrar el impacto en la mejora de la salud?

El 68% de los barceloneses respiran un aire por encima de los valores límite que marcan la UE y la Organización Mundial de la Salud en cuanto a NO2, un porcentaje que se eleva hasta el 97% en el caso de las partículas en suspensión PM-10, atendiendo a los umbrales establecidos por el organismo sanitario internacional.

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que se ponderarán los registros de impacto medioambiental y los datos sanitarios, como los nuevos ingresos y casos de urgencia, en episodios de alta polución para ajustar su estrategia a las necesidades de salud pública.

¿Se identificarán los vehículos contaminantes de otros países?

El AMB está trabajando en "el despliegue de los instrumentos técnicos que permitan el control de los vehículos extranjeros", un extremo que en estos momentos no es viable. El objetivo es que en el 2020 se dispongan de las herramientas para la inscripción e identificación de los turismos, camiones, furgonetas y motos de origen foráneo y de su categoría ambiental, según expone el gobierno metropolitano.

También se están articulando mecanismos "que permitan operar en una red europea que facilite la gestión de las denuncias", detalla el ente supramunicipal.

Barcelona necesita reducir el tráfico en un 30%

"Limitar la circulación de los coches más viejos en episodios de elevada contaminación quizá tenga un efecto pedagógico, para sensibilizar, pero su efecto real será escaso", lamenta María García, portavoz de la Plataforma para la Calidad del Aire de Barcelona. Equivaldrá, según explica, a reducir un 14% el tráfico durante tres o cuatro días al año. "Lo que se necesita no son parches, sino medidas estructurales contundentes". Además, cuando estas limitaciones empiecen a ser fijas, a partir del 2020, entonces el parque móvil se habrá renovado y quizá ni afecte al 10% del total de vehículos en circulación.

La manera más efectiva de mejorar la mala calidad del aire en Barcelona y su área metropolitana, a la que se le atribuyen más de 3.000 muertes prematuras anuales, es limitar el número de vehículos puesto que el tráfico es el principal generador de los dos principales contaminantes: los óxidos de nitrógeno (NOx) y las micropartículas en suspensión (PM). Barcelona, que es la ciudad con más coches matriculados por metro cuadrado de toda Europa, necesitaría reducir al menos un 30% el número de vehículos que transitan diariamente.

"Es impepinable. Todo pasa por quitar coches -considera Xavier Querol, especialista del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental de Barcelona (IDAEA)-. Y más en nuestra situación, con tantos diésel que sabemos que no cumplen la normativas". En cualquier caso, Querol asume que las restricciones deberían ir acompañadas de una mejora el transporte metropolitano -"no el de Barcelona, que ya es de los mejores de Europa, y tiene la T1, la tarjeta más competitiva del continente- y de párkings disuasorios en las afueras, entre otras medidas. El tráfico metropolitano origina más del 50% de los desplazamientos en la ciudad.

Incumplir la normativa

Seis de las 24 estaciones de medición situadas en el área metropolitana superaron en el año 2016 los valores exigidos por la legislación comunitaria, mucho menos estricta que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y otra docena se quedaron muy cerca. Además, según Querol, los resultados serían mucho peores si las estaciones estuvieran ubicadas en algunas de las calles más céntricas del Eixample.

La situación es particularmente mala en el caso del NO2, óxidos muy vinculados a la combustión de los motores diésel, y un poco más esperanzadora en PM. En cualquier caso, los resultados demuestran que las medidas para mejorar la calidad del aire que se han aplicado hasta ahora han sido insuficientes y que es necesario actuaciones más contundentes.

No episódica, sino coyuntural

La contaminación de Barcelona no es coyuntural, caracterizada por ejemplo por picos muy elevados en los peores momentos del invierno, sino estructural, endémica. De hecho, en el caso del NO2 nunca se superó el año pasado la punta horaria de 200 microgramos por metro cúbico de aire, considerado el umbral de alerta, pero sí en cambio la media anual máximas, que es de 40. Según la legislación vigente, basta que una estación supere las medias para considerar que toda el área metropolitana incumple la normativa.

"No tenemos un problema de episodios, sino de media anual -insiste García-. Así pues, lo que hay que adoptar son medidas permanentes". Además, ni siquiera las medidas coyunturales son atrevidas: Madrid, por ejemplo, limita la circulación en episodios de contaminación en función de la matrícula par o impar, lo que significa dejar fuera de la circulación al 50% de la flota.

Peajes de entrada

Entre las propuestas de la Plataforma, todas ensayadas con éxito en muchas ciudades europeas, figuran establecer peajes de entrada en Barcelona y dificultar el paso en zonas sensibles. Como recuerda Querol, en Estocolmo se estableció en el 2006 un peaje de tres euros para entrar en la ciudad "y ello ha logrado bajar un 30% el tráfico pese a que la población ha aumentado en 100.000 habitantes". En Milán se hizo en el 2015 y los coches en circulación se han reducido en un porcentaje similar.

El especialista del CSIC considera que también es esencial la electrificación de la flota de taxis y de reparto, "puesto que se trata de vehículos que están circulando todo el día", así como optimizar las redes de distribución para evitar que un restaurante, por ejemplo, tenga que recibir cada día tres o cuatro furgonetas para bebida, alimentos... Finalmente, también considera que se tendría que potenciar la electrificación en las motos, que suponen entre el 25% y el 30% de los vehículos en circulación, "especialmente ahora que las hay que puedes llevarte la batería a casa".

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