Los ministros de Medio Ambiente de la UE han respaldado la estrategia que en septiembre del año pasado presentó la Comisión Europea para paliar los efectos de la contaminación atmosférica antes de 2020. También han abogado por endurecer los objetivos del reglamento Euro-5, que pretende limitar las emisiones de partículas finas y de óxido de nitrógeno de los coches, sobre todo de los diésel, a partir de 2010, y por que la Comisión Europea revise el mecanismo por el que se procede a la autorización de organismos genéticamente modificados (OGM) en la UE, ya que consideran que a través de éste no se les tiene suficientemente en cuenta.
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16/03/2006 En concreto, acerca de la estrategia temática sobre la contaminación atmosférica, los Veinticinco han aprobado un borrador de conclusiones, que viene a sintetizar lo debatido hasta el momento. La idea a la que el Ejecutivo comunitario llegó tras haber consultado con industria y ecologistas, entre otros, fue la de introducir, por primera vez, ciertos límites a
la concentración de unas partículas finas muy dañinas para la salud. Así, las medidas afectarían a la fabricación y el transporte de productos que las puedan contener o generar. Las primeras estimaciones hablan de pasar de las 370.000 muertes que se dieron en el año 2000 a las 230.000 para 2020.
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Al mismo tiempo, los ministros analizaron una futura directiva que acompaña a la estrategia, que podría venir a sustituir otras anteriores camino de cumplir las cuatro décadas y que la Comisión Europea considera han quedado obsoletas. El debate mantenido por los titulares de medio ambiente fue general y no ahondó en los detalles de los límites sobre la concentración de estas partículas finas. Ahora Bruselas, que cuenta con el visto bueno del
Consejo, tendrá que ponerse manos a la obra para elaborar la versión definitiva de la misma. Algunos países -como Holanda- se mostraron a favor de reforzar la legislación en sectores como la agricultura, el transporte o la energía.
La ministra española, Cristina Narbona, anunció este mediodía ante los medios en Bruselas que España está trabajando en paralelo, tomando como ejemplo esta estrategia que debate la UE, para modificar la legislación que existe en España sobre contaminación atmosférica, vigente desde 1972. "Es muy importante, porque, entre otras cosas, en nuestro país tenemos todos los años 16.000 muertes prematuras ligadas a la contaminación atmosférica y,
por tanto, estamos hablando de un ámbito de una enorme incidencia en la salud y calidad de vida de los españoles", destacó.
Asimismo, explicó que la mayoría de países, incluido España, Francia y Holanda, consideran que los objetivos planteados por otra norma, el reglamento Euro-5, que podría entrar en vigor a mediados de 2008, "podrían y deberían ser más ambiciosos" en cuanto a la reducción de la contaminación por partículas y por óxido de nitrógeno (NOx). Los ministros consideraron que lo que Bruselas planteó en diciembre para los coches de motores diésel es
"perfectamente asumible por parte de la industria" doméstica y de exportadores, esto es, reducir las emisiones de partículas en un 80% y las NOx en un 20%. Para los de gasolina, propuso rebajar las emisiones NOx y de hidrocarburos en un 25%.
Los ministros europeos de Medio Ambiente han abogado por que se incluyan objetivos más ambiciosos en una etapa posterior (Euro-6), hasta 2015 -la propuesta habla sólo de hasta 2009-, sobre todo para las emisiones de motores diésel. El comisario de Empresa e Industria, Günter Verheugen, respaldó esta idea y ha afirmado que entiende que esto es positivo para la industria europea, puesto que "puede tener más cuotas de competitividad en la
medida en que sea capaz de fabricar vehículos más limpios y menos contaminantes". El representante de la Presidencia austriaca reiteró, por su parte, la voluntad de que se alcance un acuerdo político en el Consejo de junio.
Además, esto que servirá, previsiblemente, para orientar a la industria sobre la orientación que deben seguir sus inversiones en investigación y desarrollo (I+D), volverá a analizarse en la reunión de ministros de Competitividad del próximo 13 de marzo, bajo el punto de "varios". Los titulares del ramo también mostraron su desacuerdo con la Comisión Europea, en un debate abierto al público, sobre los procedimientos que se están siguiendo a
escala europea para autorizar la comercialización de nuevos organismos genéticamente modificados (OGM). A pesar de que en los últimos años no ha habido mayoría en el Consejo a favor de las autorizaciones, Bruselas ha ignorado esto.
En este sentido, los ministros de Medio Ambiente pidieron al Ejecutivo comunitario una mayor transparencia y que las autorizaciones vayan acompañadas de estudios independientes para que haya más confianza también por parte de los consumidores y de una justificación de la decisión de la Comisión Europea y de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Pidieron, por tanto, que se revise el mecanismo de aplicación de la directiva sobre OGM.
España destacó la inexistencia de una legislación de umbrales mínimos en cuanto a la coexistencia entre cultivos ecológicos y convencionales que utilizan OGM, a lo que la Presidencia austriaca se comprometió a organizar debates al respecto.
Esta cuestión será nuevamente revisada por los Veinticinco en el Consejo que tendrá lugar en junio. Actualmente, Austria, Luxemburgo, Grecia, Francia y Alemania cuentan con salvaguardas para cinco tipos de OGM, aunque de modo distinto. Por otra parte, como "punto A" en la reunión, es decir, para el que no hizo falta debate, sino que bastó con una votación simple, se dio luz verde a un acuerdo político entre la Comisión Europea y América
Latina en materia de gestión del agua, a iniciativa de España, Portugal y México, y cuya firma formal tendrá lugar en el Foro del Agua que se celebrará en México el próximo 20 de marzo.
Autor: Minerva Blanco Serrano
Fuente: Madri+d
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