Un estudio promovido por la Asociación Española de Agricultura de Conservación. Suelos Vivos (AEAC.SV) ha alertado de que si los efectos del cambio climático no revierten, Navarra, ubicada en la zona de clima continental de Europa, podría enfrentarse a un alto riesgo de desertificación.
El informe "Beneficios de la Agricultura de Conservación en un entorno de cambio climático", difundido este viernes en una nota por la citada Asociación, analiza el "impacto positivo" de la agricultura de conservación, técnica que consiste en evitar el laboreo del suelo y la preservación de una cubierta vegetal.
Según los datos aportados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que ha participado en la presentación del estudio, Navarra destina el 6,44 % de la superficie agrícola a agricultura de conservación.
El porcentaje se sitúa por debajo de la media de España, cuya superficie total destinada a agricultura de conservación es de más del 11 %.
Esta práctica agrícola, basada en siembra directa, mantiene el suelo con una cubierta protectora de forma permanente. La Asociación precisa, además, que la rotación y diversificación de cultivos puede llegar a compensar el 112 % de las emisiones de CO2 en la agricultura española.
La entidad ha informado de que este aspecto resulta "especialmente interesante" porque el 9 % de los gases de efecto invernadero emitidos por la Unión Europea provienen de la agricultura.
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