Tras analizar los datos registrados por la red de medición de la calidad del aire, el Ayuntamiento de la capital anunció este domingo la suspensión de la prohibición de aparcar en las plazas reguladas por parquímetros y de la limitación de la velocidad en la M-30 y sus accesos a 70 km/h, que anoche volvió a los 90 km/h habituales.

Sin embargo, el dióxido de nitrógeno (NO2) sigue siendo un problema grave en la capital, que en 2016 ha incumplido por séptimo año consecutivo la normativa comunitaria sobre las partículas nocivas que proceden principalmente de las emisiones de los vehículos con motor diésel. Según las estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente, anualmente mueren entre 2.000 y 2.500 personas al año en la región madrileña por enfermedades relacionadas con la polución.

En el año que acaba de terminar, nueve estaciones de medición de la calidad del aire superaron el valor medio anual de 40 mg/m3 de NO2 permitido. Aunque los dispositivos en los que se han disparado los registros de contaminación son cuatro menos que en 2015, los incumplimientos reiterados siguen situando muy lejos el objetivo del Gobierno de Manuela Carmena de reducir a la mitad la contaminación causada por la movilidad urbana en 2030 respecto a 2012.

Según los datos de la red municipal, donde se respira con peor calidad es en el entorno de la plaza de Fernández Ladreda, en el límite entre el distrito de Carabanchel y el de Usera, y en Escuelas Aguirre, junto al Retiro. A lo largo de 2016 en estas dos estaciones se ha sobrepasado, respectivamente, durante 46 y 36 horas el umbral de 200 mg/m3, cuando el máximo autorizado en todo un ejercicio es de 18 veces.

Los otros medidores que han registrado niveles anuales de NO2 que exceden lo establecido en la normativa europea son los situados en las plazas de España, Castilla y del Carmen, Ramón y Cajal, Villaverde, Cuatro Caminos y Urbanización Embajada. En el otro lado de la balanza, han mejorado sus registros los de Arturo Soria, Moratalaz, Barrio del Pilar y Ensanche de Vallecas, que han salido de la lista negra en la que fueron incluidos en 2015, el ejercicio con los peores datos de los últimos años.

«Hemos mejorado, pero no es suficiente», reconoce la subdirectora general de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Madrid, Ángeles Cristóbal, que en una entrevista con la agencia Efe insistió en la necesidad de adoptar «medidas estructurales» más allá del protocolo para episodios de alta contaminación. «La situación sigue siendo compleja y, por ello, se aconseja utilizar lo mínimo posible el vehículo privado y hacer uso del transporte público», añaden en el Gobierno local sobre la posibilidad de que se activen nuevas prohibiciones en los próximos días.

Entre las propuestas incluidas en el Plan de Calidad del Aire que aprobará este año se encuentra la creación de un gran Área de Prioridad Residencial en el Centro que podría incluir la prohibición permanente del tráfico por la Gran Vía salvo para los vecinos. Además, se plantea «rediseñar» las principales calles y avenidas de acceso a la ciudad para tratar de disuadir a los conductores que atraviesan la ciudad para cubrir trayectos con origen y destino en la periferia.

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