El texto fue apoyado por todos los grupos salvo el PP, que se abstuvo al entender que no incluye medidas que permitan al Ayuntamiento realizar análisis de los datos de contaminación independientes de los que ofrece el Principado ni un plan de comunicación que permita informar a la población sobre el estado de la atmósfera «de forma clara y accesible». Esta crítica provocó un desencuentro entre la concejala Sofía Cosmen y la alcaldesa, Carmen Moriyón, quien recordó que en las pantallas distribuidas por la ciudad ya se indica si la calidad es «buena, mala o regular».

La regidora consideró que la nueva ordenanza, que saldrá a información pública durante 30 días antes de su aprobación definitiva, «no es ningún triunfo, tan solo un pequeño paso en una lucha en la que no se puede bajar la guardia». Se refirió al «hartazgo de todos los vecinos, especialmente los de la zona Oeste, con una situación que afecta a su calidad de vida» y recordó episodios como el ocurrido la semana pasada «con partículas que se depositan sobre sus terrazas, sus portales y sus coches». También hizo referencia a este polvo negro el concejal David Alonso, de Xixón Sí Puede, quien exigió que la nueva ordenanza «se cumpla a rajatabla». El edil se mostró especialmente crítico con el papel que desempeña en el control de la contaminación la Consejería de Medio Ambiente y con su titular, Belén Fernández, «a la que se le debería caer la cara de vergüenza». Advirtió de que «no podemos limitarnos a ponernos medallas por haber consensuado una nueva normativa y a partir de ahora olvidarnos del asunto». Aseguró que esta semana se alcanzaron valores de PM10 que cuadruplican los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

Todos los grupos destacaron el trabajo realizado en la redacción de la nueva ordenanza por movimientos como la plataforma contra la contaminación y coincidieron en la necesidad de aprobar una ley regional sobre medio ambiente, que entre otras cosas amplíe las competencias de los ayuntamientos. En este sentido, el PSOE pidió trasladar a la Junta General del Principado la misma disposición al consenso que se ha mostrado en Gijón. En cualquier caso, el concejal socialista César González recordó que hay materias en las que el Consistorio ya es competente y que pueden jugar un importante papel en el control de la polución, como por ejemplo los planes de movilidad. «El 55% de la contaminación que se produce en Gijón viene del tráfico. Todas las medidas que tomemos para controlarlo, aunque sean impopulares, incidirá en una mejora de la calidad del aire».

«Los gijoneses sufren desprotección total frente a la polución», dicen los ecologistas

La aparición de grandes cantidades de polvo negro en la zona Oeste de Gijón en los últimos días sigue dando de qué hablar. «Esperemos que la lluvia limpie algo el aire, porque está claro que Principado y Ayuntamiento están desaparecidos estos días de tanta contaminación», afeaban ayer desde la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies. Durante la jornada del martes, agregaron, se alcanzaron picos de 157 microgramos de PM2,5 -partículas menores de 2,5 micrómetros- por metro cúbico y de 181 microgramos de PM10 -partículas menores de 10 micrómetros- en la ciudad. Son cifras, destacaron, que superan con creces los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud y «la tolerante normativa española».

Equo, por su parte, quiso hacer público su apoyo a la Plataforma contra la contaminación de Xixón. «Participaremos activamente en sus acciones y movilizaciones y nos ponemos a su disposición para cualquier cuestión en la cual podamos ser de ayuda, tanto a nivel de participación activa, como de consulta e intercambio de ideas sobre posibles acciones, incluida una posible opción de uso de la vía judicial», apuntó la formación verde. Anunció también su intención de solicitar al Ayuntamiento que elabore y desarrolle, por medio de Emulsa, «un plan municipal de actuación contra la contaminación. Deberá activarse inmediatamente de manera automática y coordinada y recoger medidas de alerta y la limpieza y descontaminación de las zonas afectadas, con especial incidencia en centros escolares, residencias, parques infantiles... Los vecinos de Gijón están sufriendo una desprotección total, no existe un control ambiental real y nadie adopta medidas», criticó.