El 1 de marzo de 2015 el Ayuntamiento de Madrid estableció medidas más duras de restricción de tráfico en episodios continuados de polución cuando ya se alcanzaba el nivel de aviso a la población, los 200 microgramos por metro cúbico, según explica Sanjuanbenito.

Pero introducen dos cambios que han comenzado a aplicarse desde comienzos de año: por un lado, rebajar el nivel para empezar a tomar medidas a 180 microgramos y el otro cambio, acortar los plazos para tomar medidas más restrictivas.

«La rebaja del umbral no está apoyada por ningún informe técnico, recomendación ni legislación. Lo llevaron a Pleno como algo muy acabado. Creemos que se trata de una posición política que no tiene base en la OMS ni en la UE», señala el director general.

Y es que, recuerda, este mes se dio, por primera vez desde que está esta regulación, un episodio de alta contaminación y, a juicio de la Comunidad, «el resultado fue un tanto caótico. Extraña que con un periodo de vigencia tan breve el Ayuntamiento haya anunciado, justo después de este episodio, su voluntad de revisarlo para reforzar su carácter preventivo y mejorar la comunicación», precisa.

Los efectos de esta regulación han sido la multiplicación del número de días que decretas un episodio, por lo que «habría que ser muy oblicuo para que se considere preventivo e incluso habría que pensar lo contrario. Es decir, que convierte el nivel de aviso en alerta, cuando en realidad no lo es», sentencia.

El director general compara lo que se hace en otras ciudades como Barcelona o París. «En Barcelona tienen unos niveles nominales bajos, las dos primeras fases son de información a la gente y comienzan a actuar sobre el tráfico cuando el nivel llega a 200 y París igual».

En vista del resultado que ha dado el protocolo municipal y viendo las proyecciones de los años meteorológicos, los técnicos regionales han llegado a la conclusión de que no por adelantar los límites es más preventivo. «La Comunidad quiere fijar con su protocolo una vía segura que sirva de referencia a los municipios y que es alternativa a la del Ayuntamiento de Madrid.

Sanjuabenito asegura que la Comunidad ya dijo que pretendía armonizar las medidas para que todas las administraciones hablasen el mismo lenguaje. En su propuesta se está pensando en que el protocolo de actuación sea obligatorio para los municipios de menos de 75.000 habitantes. «El 90% de las medidas tienen que ver con los ayuntamientos y son ellos los que las aplican», señala.

El director general diferencia este protocolo de la Estrategia Regional de Calidad del Aire y Lucha contra el Cambio Climático (el Plan Azul y Azul +). Los ayuntamientos también tienen sus propias estrategias de calidad del aire.

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