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nov 4, 2016

Cambio Climático: Hoy ha entrado en vigor el Acuerdo de París


A tres días del comienzo de la Cumbre del Clima (COP22) que este año se celebra en Marrakech (Marruecos) del 7 al 18 de noviembre, el Acuerdo de París ha entrado en vigor hoy tras ser ratificado por más de 94 de los 197 países que forman parte de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático. Las partes deberán seguir aunando esfuerzos para reducir las emisiones de CO2 que se prevé que aumenten un 25% más para 2030, lo que alejaría los objetivos de mantener el incremento de las temperaturas por debajo del 2 ºC a finales de siglo.

Nadie esperaba que el Acuerdo de París aprobado en la pasada Cumbre del Clima celebrada en París en diciembre de 2015 entrara en vigor con tanta premura, menos aún que esta se produjera antes de la celebración de la siguiente conferencia de las partes, que este año será en Marrakech (Marruecos) del 7 al 18 de noviembre.

Pero para los 94 países que ya lo han ratificado (una cifra que va en aumento) –de los 197 que forman parte de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y que en total suman más del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial– es una excelente noticia y confirma que los esfuerzos realizados hasta ahora se materializan.

“La humanidad recordará este 4 de noviembre de 2016 como el día en que los países levantaron una barrera ante los inevitables desastres del cambio climático, y como el día en que comenzaron con determinación a caminar hacia un futuro sostenible”, ha manifestado en un comunicado Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la CMNUCC.

Su rápida entrada en vigor, a menos de un año desde su aprobación, supone un hito en la historia del Derecho internacional. Nunca antes un acuerdo de esta envergadura –jurídicamente vinculante e universal– había sido ratificado en un plazo de tiempo tan breve y con tanto apoyo.

La ratificación por parte de la Unión Europea fue el detonante para la entrada en vigor del acuerdo. “La ratificación se llevó a cabo a pesar las diferencias de ritmo entre los países de la UE, como España que no lo ha ratificado aún”, señaló ayer en un encuentro con la prensa Pablo Saavedra, secretario de Estado de Medio Ambiente, que espera que España lo ratifique en el menor tiempo posible con la formación del nuevo gobierno.

Marrakech, la cumbre de la acción

La Cumbre del Clima que comienza el lunes en Marruecos permitirá promover la implementación del acuerdo y poner en marcha todas las iniciativas lanzadas en París el año pasado. La conferencia permitirá desarrollar al máximo un reglamento del Acuerdo de París. “En 2020 todo tiene que estar perfectamente atado y se tienen que haber adoptado los mecanismos concretos”, indicó Saavedra.

“Esperamos que la COP 22 sirva para acelerar el reglamento y que en Marrakech se trace una hoja de ruta clara para que los países desarrollados hagan realidad el flujo de 100.000 millones de dólares anuales para 2020 para ayudar a los países en desarrollo a actuar frente al cambio climático”, ha recalcado Salaheddine Mezouar, presidente de la COP22 y ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del Reino de Marruecos.

Aunque en la Cumbre del Clima de Marrakech no se esperan grandes acuerdos, sí supone un avance en la lucha contra el cambio climático. “Es un nuevo comienzo para la comunidad internacional y será allí, el 15 de noviembre, donde se celebre la primera reunión del órgano de gobierno del Acuerdo de París”, ha anunciado Espinosa.

Desde la presidencia de la COP 22 se enfatiza que será la cumbre de la acción en la que se reforzará los esfuerzos en materia de mitigación y adaptación antes de 2020, se apoyarán los procesos de revisión de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs, por sus siglas en inglés) de emisiones de CO2 de acuerdo a las capacidades de cada país, y se promoverá, entre otros, el apoyo financiero y tecnológico a los países en desarrollo “para que estos puedan construirse sus propios futuros sostenibles a partir de una energía limpia”, ha apuntado Espinosa.

“Será necesario poner todos los medios en los países menos capacitados para que adopten también las medidas de adaptación y mitigación”, ha indicado Saavedra, quien ha añadido que la transparencia y la confianza de todos los sectores (países, empresas, organizaciones sociales, etc.) serán puntos clave.

El mayor esfuerzo es reducir las emisiones

Uno de los objetivos principales de la lucha climática es mantener el aumento de temperaturas por debajo de los 2 ºC, respecto a los niveles de 1990. En París, los países se comprometieron también a hacer esfuerzos adicionales para el incremento no supere 1,5 ºC. Para lograrlo, las emisiones de gases de efecto invernadero tienen que frenarse.

Sin embargo, según el Informe Anual sobre la Disparidad de las Emisiones 2016 realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés), cuya publicación coincide con la entrada en vigor del acuerdo, en 2030 las emisiones superarán entre 12 y 14 gigatoneladas –una unidad equivale aproximadamente a las emisiones generadas por todo el transporte de la Unión Europea (incluido el aéreo) durante un año– los niveles necesarios para limitar el calentamiento del planeta a 2 °C.

Desde la ONU anuncian que se necesitan medidas más drásticas para reducir ese 25% de emisiones adicional. Estas se situarán para 2030 entre 54 y 56 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente, muy por encima del nivel de 42 necesario para limitar el aumento de las temperaturas.

A esto se añade el hecho de que la Organización Meteorológica Mundial haya anunciado que en 2016 se ha batido un nuevo récord en la concentración atmosférica de dióxido de carbono y los seis primeros meses del año han sido los más calurosos jamás registrados. El año 2015 ya superó por primera vez las concentraciones de 400 partes por millón. Durante este año España también ha sufrido un aumento de las emisiones.

“En poco tiempo, y en cualquier caso en los próximos 15 años, tienen que producirse reducciones sin precedentes de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como esfuerzos inéditos para construir sociedades resilientes ante los efectos, cada vez mayores, del cambio climático”, ha subrayado la secretaria de la CMNUCC.

Para Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Ambiente, “si no empezamos a tomar medidas adicionales hoy mismo, comenzando por la próxima reunión sobre el clima que se celebra en Marrakech, habremos de lamentar una tragedia humana que es evitable. El creciente número de refugiados climáticos afectados por el hambre, la pobreza, la enfermedad y el conflicto constituirá un constante recordatorio de nuestro fracaso. La ciencia nos indica que debemos avanzar mucho más rápido”.

La Organización Meteorológica Mundial aplaude la entrada en vigor

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) celebró hoy el apoyo "sin precedentes" que ha recibido el Acuerdo de París, el primer tratado universal de lucha contra el cambio climático, en el día de su entrada en vigor.

El acuerdo, firmado en diciembre del año pasado por 195 países con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 grados centígrados, necesitaba la ratificación de al menos 55 naciones que sumasen en total el 55 % de las emisiones contaminantes globales.

El texto entra en vigor hoy gracias a la ratificación de 92 países, incluidos China y EEUU, los dos Estados más contaminantes del mundo, responsables del 40 % de las emisiones globales.

Según la portavoz de la OMM Clare Nulles, este hecho permitirá "dinamizar la acción global" en contra del cambio climático.

"El día de hoy es el mejor para nuestro planetas desde hace años", aseveró.

"Nuestro planeta necesita que actuemos ahora. Necesitamos reducir los gases de efecto invernadero. No tenemos un plan B para el planeta. Tenemos el Acuerdo de París", añadió.

La OMM se une a las numerosas voces que han dado la bienvenida a la implementación del histórico acuerdo, junto con gobiernos, movimientos sociales y individuos en todo el mundo.

No obstante, la portavoz advirtió que el principal desafío reside en la implementación del Acuerdo de París y aseguró que su organización presentará los últimos datos conocidos sobre el estado del clima en la Conferencia de las Partes (COP22), que empezará el próximo lunes en Marrakech (Marruecos).

En la COP22, la OMM promoverá un nuevo sistema para monitorizar la emisión de gases de efecto invernadero y poder así reducir gases como el dióxido de carbono que, según datos de esta organización, alcanzó el umbral de 400 partes por millón el año pasado.

El Acuerdo de París entra en vigor: tiempo de celebración y de realismo

Por Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, y Salaheddine Mezouar, presidente de la COP22 y Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del Reino de Marruecos

La humanidad recordará este 4 de noviembre de 2016 como el día en que los países levantaron una barrera ante los inevitables desastres del cambio climático, y como el día en que comenzaron con determinación a caminar hacia un futuro sostenible.

Hoy entró en vigor el Acuerdo de París sobre el cambio climático, resultado de la negociación climática internacional más compleja, profunda y de mayor importancia realizada nunca.

Sin duda, el acuerdo es un punto de inflexión en la historia de los esfuerzos colectivos de la humanidad, puesto que aúna la determinación política, económica y social de gobiernos, ciudades, regiones, ciudadanos, empresas e inversionistas para superar la amenaza existencial que plantea un cambio climático sin control.

La rápida entrada en vigor del acuerdo es una señal política clara del compromiso de todas las naciones del mundo para actuar con decisión frente al cambio climático.

La conferencia de la ONU sobre el cambio climático que se abre la semana que viene en Marrakech es un nuevo comienzo para la comunidad internacional y será allí, el 15 de noviembre, donde se celebre la primera reunión del órgano de gobierno del Acuerdo de París, la CMA.

Este es un momento para celebrar, pero es también un momento para analizar con seriedad y una voluntad renovada la tarea que tenemos por delante.

En poco tiempo, y en cualquier caso en los próximos 15 años, tienen que producirse reducciones sin precedentes de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como esfuerzos inéditos para construir sociedades resilientes ante los efectos, cada vez mayores, del cambio climático.

El tiempo apremia frente al aumento continuado de las emisiones causantes del cambio climático y de sus impactos. La conferencia de Marrakech debe tener este dato muy presente, como su principal fuente de preocupación y aliciente de la voluntad común de actuar.

La Organización Meteorológica Mundial ha confirmado que en 2016 se ha batido un nuevo récord en la concentración atmosférica de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, que en 2015 ya superó por primera vez concentraciones de 400 partes por millón.

Esto quiere decir que el mundo está lejos de lograr el objetivo principal del Acuerdo de París, que es limitar el calentamiento global muy por debajo de 2 grados centígrados y lo más cerca posible de 1,5 grados, para con ello evitar puntos de inflexión climática ante los que ya no tendremos ningún control.

De París salió un regalo de esperanza para todos los hombres, mujeres y niños del planeta. La celebración de hoy sustentarse en la seguridad de que no solo existen las políticas, la tecnología y el financiamiento para lograr estos objetivos, sino que de hecho ya se están aplicando como nunca antes.

La entrada en vigor del Acuerdo de París llega en medio de un movimiento de acción sin precedentes y de promesas para construir una industria mundial de las energías renovables, descontaminar los actuales sistemas de producción energética, el sector de la construcción y la agricultura, y rediseñar las economías y las sociedades para hacerlas más resilientes a los impactos que el cambio climático ya está causando.

El Acuerdo de París ha transformado para mejor nuestra capacidad colectiva de llevar a cabo un cambio rápido y lo ha hecho por estas razones:

  • En París, los gobiernos aceptaron formalmente liderar la acción climática y presentaron una serie de planes nacionales para tomar medidas inmediatas, prometiendo que nunca reducirían la ambición de sus objetivos. Ahora, los gobiernos tienen la responsabilidad y los medios para llevar a cabo un cambio más rápido gracias a políticas e incentivos respetuosos con el clima.
  • En un plazo de tiempo corto, idealmente no más tarde de 2018, los gobiernos y las Partes terminarán el reglamento sobre la medición, contabilidad y análisis de las acciones mundiales a favor del clima. Esto garantizará la transparencia que todos los actores necesitan para acelerar la acción climática asegurándose de que todos están poniendo el máximo de su parte.
  • Además, los gobiernos acordaron reforzar el apoyo tecnológico y financiero a los países en desarrollo para que estos puedan construirse sus propios futuros sostenibles a partir de una energía limpia.
  • Por último y no menos importante, los actores no estatales están mostrando cada vez más interés y se están comprometiendo a reducir las emisiones de carbono y apoyar a los gobiernos y las Partes en su lucha contra los peligrosos efectos del cambio climático.

Esperamos que la COP 22 sirva para acelerar el reglamento y que en Marrakech se trace una hoja de ruta clara para que los países desarrollados hagan realidad el flujo de 100.000 millones de dólares anuales para 2020 para ayudar a los países en desarrollo a actuar frente al cambio climático.

Hacen falta grandes flujos de inversiones. La ONU estima que para lograr un desarrollo sostenible se necesitan entre 5 y 7 billones de dólares anuales, y que buena parte de ese dinero debe servir para financiar la transición a una economía mundial baja en carbono y resiliente. Para satisfacer estas inversiones, debemos ir más allá de los métodos tradicionales de financiamiento y optar por alternativas creativas con una participación creciente y coordinada tanto del sector público como privado.

Esto ya lo estamos viendo, pero hay acelerar el ritmo. Según datos de la ONU, en los últimos años los flujos financieros han aumentado de tal manera que es posible, n un futuro cercano, llegar al billón de dólares de inversiones anuales. Esto quiere decir que los gobiernos, los organismos multilaterales y el sector privado van a invertir decenas de miles de millones de dólares en acciones a favor del clima.

Los pilares del Acuerdo de París son sólidos y ya empezamos a ver nuevas partes del que será el nuevo hogar de la humanidad. Sin embargo, no podemos y no debemos descansar hasta llegar al techo. Este mes de noviembre, en Marrakech, nos aseguraremos de que el techo será puesto más pronto que tarde.

Leer noticia en fuente original: agenciasinc.es | lavanguardia.com | unfccc.int



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