El encuentro de casi dos horas entre los dos miembros de la Mesa que se desplazaron hasta la sede de la eléctrica, Antonio Donoso y Francisco Espada, y los responsables de la eléctrica - consejero delegado de Endesa, José Bogas, presidente de Endesa Aragón, Ignacio Blanco, y el responsable de centrales térmicas- supuso un varapalo para la delegación andorrana. Los tres directivos de la compañía comunicaron que mientras la coyuntura estatal no cambie, la inversión en la térmica no se llevará a cabo. Además, para que la empresa entienda que la situación ha cambiado y que, por tanto, empiece a considerar la posibilidad de realizar la inversión no sólo será necesaria la constitución de un nuevo gobierno en España como dijo la consejera de Economía de Aragón, Marta Gastón, la semana pasada tras su reunión con la directivos de la compañía, sino que tendrá que estar aclarado el papel a jugar por el carbón como dentro del mix energético nacional. No valen medias tintas. "Endesa nos ha comunicado que no pueden llevar a un consejo de inversores un plan de inversión si no saben que con esta apuesta van a obtener beneficios. Si el panorama es tan confuso, no habrá inversión", declaró Francisco Espada.

La sensación en los dos representantes de la Mesa por el futuro de Andorra y su comarca fue "bastante negativo" porque "el mensaje transmitido es muy claro", añadió Espada. Contrasta con lo trasladado a la consejera de Economía de Aragón, que justo hace una semana se reunió con Bogas y el presidente de la compañía, Borja Prado, en la misma sede de la empresa en Madrid. En aquel encuentro, Gastón explicó que Endesa no descartaba la posibilidad de invertir en la central y, más aún, que la eléctrica consideraba que aún había tiempo para hacer estas inversiones. Una semana después, el mensaje es el contrario, y la eléctrica transmite a los representantes sindicales que "la inversión es muy difícil si no imposible, si la coyuntura sigue siendo la misma". ¿Qué ha cambiado en una semana para Endesa?

El único mensaje coincidente entre aquella reunión y la de ayer está en que en la última los tres directivos volvieron a pedir que las Cortes de Aragón se pronuncien con unanimidad a favor del uso del carbón como combustible energético y reserva nacional, que este mensaje se haga llegar al Gobierno de España y éste, a su vez, lo traslade a la Unión Europea, de la que depende, en última instancia, la aprobación de toda regulación en materia de energía.

La interpretación de algunos miembros de la Mesa por el futuro de Andorra es que tras la crisis estatal en el PSOE la empresa ve en ciernes una mayor inestabilidad política. Se ha transmitido "miedo" y que la solución es más política que empresarial. Se lavan las manos.

La eléctrica fue tan clara esta vez que los directivos comentaron a la Mesa que la empresa estaría dispuesta a participar en un Plan de reconversión de la comarca de Andorra si definitivamente se cierra la central, algo que hasta ahora la compañía nunca había entrado a considerar. En esta hoja de ruta "incluso nos han dado la fecha de 2030 como la del posible cierre definitivo de las centrales que queman lignito, entre ellas la de Andorra", indicó Antonio Donoso, presidente de la Comarca de Andorra. "Que hayan planteado la posibilidad de hacer un plan de reconversión y puesto como posible fecha de cierre 2030 es lo que nos lleva a pensar que realmente se están planteando cerrar la central", dijo.

A partir de ahora, el objetivo de la Mesa y de las organizaciones sindicales pasará por buscar "un consenso estatal en materia energética, similar al que se busca en temas de Educación y Sanidad". En este sentido, dijo, "no sólo necesitamos que las Cortes de Aragón apuesten por el carbón como combustible nacional y que este mensaje se traslade al Gobierno, sino que solicitaremos una reunión de los responsables de Energía a nivel estatal de todos los partidos políticos para que en este plan estatal nacional tenga cabida el lignito".

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