Profesor de Sociología, Trabajo Social y Salud Pública de la universidad onubense, Algualcil modera el grupo de trabajo sobre salud ambiental del trigésimo cuarto Congreso de la Sociedad Española de Epidemiología, que esta semana se celebra en Sevilla.

Ha señalado, en una entrevista con Efe, que aunque en los últimos años ha mejorado la percepción social del riesgo de la contaminación para la salud pública, "todavía se sigue sin terminar de asumir la relevancia y la magnitud de ese impacto".

"La sociedad sabe que es malo, pero no cuánto de malo es, y tampoco es consciente de que les puede afectar directamente", ha añadido.

En su opinión, la contaminación y el cambio climático "tienen una componente muy importante de desigualdad e injusticia", porque los causan, en gran medida, los países más desarrollados y perjudican en mayor medida a los más pobres.

Ha recordado que ambas amenazas se pueden prevenir, ya que "los genes con los que has nacido no los puedes cambiar, pero la calidad del medio ambiente sí la podemos cambiar", ha indicado, y cree que la sociedad "tiene la obligación de exigirles a nuestros gestores una economía más sostenible y menos contaminante, no solamente por el medio ambiente, sino por la salud de la población"

Aunque los estudios epidemiológicos difieren en sus conclusiones, según la técnica o el ámbito empleados, Alguacil recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado que la contaminación, por mala calidad del aire, del agua o del suelo, es la segunda causa de mortalidad, tras los malos hábitos de salud, con un porcentaje de entre el 25 al 45 de las muertes imputadas.

Este impacto de la contaminación en la salud es "incuestionable", pero no se puede achacar a un caso concreto, "de igual manera que ocurre con el tabaco y el cáncer de pulmón; sabemos que el noventa por ciento de los tumores son por culpa del tabaco, pero no podemos afirmar con rotundidad si el tumor que padece un determinado fumador ha sido por culpa del tabaco", ha explicado.

También ha matizado que la contaminación "es un término muy amplio" y ha citado el caso de un reciente estudio epidemiológico en Huelva que ha evidenciado un mayor daño sanitario de la contaminación por el transporte que por la de su gran complejo industrial.

En su opinión, "que no se está avanzando tanto como se debería" en el cambio del modelo productivo, dependiente de combustibles fósiles, por otro sustentado en las energías "verdes", sustitución que considera obligado afrontar "de forma paulatina y firme"

Respecto al cambio climático, ha alertado de que ya supone "una alerta sanitaria" como ocurre con el aumenta las olas de calor, como la sufrida por Europa en 2003, que causó unas 70.000 muertes adicionales.

El aumento de las temperaturas, ha alertado, no es asimilable fácilmente por el organismo humano, agrava patologías y aumenta la mortalidad en colectivos vulnerables, como niños y ancianos, "algo relevante ante el previsible envejecimiento de la sociedad", ha enfatizado.

El aumento de las temperaturas también favorece otras amenazas sanitarias, como la expansión de plantas poco frecuentes, con su consiguiente impacto en el asma y en las alergias, o la dispersión de insectos portadores de enfermedades tropicales, como ha ocurrido con los recientes casos de fiebres hemorrágicas.

"A la gente le suena que el cambio climático afecta a la salud, pero no es consciente de la magnitud de su efecto ni de que les va a afectar a ellos también", ha apostillado.

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