Ecologistas en Acción viene denunciando desde el principio del siniestro que hay una ausencia clamorosa de datos de calidad del aire en los alrededores del incendio del vertedero ilegal de neumáticos: precisamente los de aquellos contaminantes con efectos cancerígenos, genotóxicos, disruptores endocrinos (alteradores del sistema hormonal), etc. como son buena parte de los hidrocarburos aromáticos policíclicos, HAP, entre los que está el peligroso benzo-a-pireno (BaP).

Esto es debido a que las estaciones de medición fijas de la zona no registran estos contaminantes. Por ello, el Instituto de Salud Carlos III instaló varios captadores en diferentes ubicaciones, para medir estos contaminantes y otros, como los metales pesados. Estos aparatos recogían las muestras que luego se analizaban en laboratorio.

Pues bien, siempre se dijo que ese proceso –recogida de muestras y análisis en laboratorio– llevaría 12 días. Ya han pasado 18 días desde que se inició el incendio y, curiosamente, ya se conocen los datos de metales pesados, pero los de los HAP y benzo-a-pireno, que deberían haber estado disponibles a la misma vez, no se han hecho públicos.

Es por este motivo que Ecologistas en Acción exige de forma pública, y también con requerimientos por escrito, acogiéndose al derecho de acceso a la información ambiental, la información completa de la evolución de estos contaminantes durante el incendio. La organización ambiental se pregunta qué motivos puede haber para no hacer pública esta información de forma inmediata y transparente.

Por otro lado, y promovido por Ecologistas en Acción, el 1 de junio visita la zona un equipo del departamento de Ecotoxicología y Sanidad Medioambiental de la Universidad pública Rovira i Virgili de Tarragona, encabezado por su catedrático, José Luis Domingo. Con esta visita realizarán una primera inspección de los terrenos para ver qué actuaciones serían necesarias para su descontaminación una vez cese el incendio.

Labores de extinción

Los bomberos desplazados al incendio del cementerio de neumáticos de Seseña (Toledo), que se inició el 13 de mayo, siguen removiendo el material acumulado que se ha visto afectado para tratar de extinguir el fuego.

Fuentes del servicio de emergencias 112 han informado a Efe de que en el lugar del incendio trabajan dos dotaciones de bomberos del Consorcio de la Diputación de Toledo, compuestas por ocho personas, y una dotación más de bomberos de la Comunidad de Madrid, con cuatro personas más.

También trabajan en el lugar seis máquinas pesadas para continuar moviendo el material que se ha visto afectado, con el objetivo de favorecer la combustión de las ruedas que se han visto dañadas por las llamas, ya que se calcula que una cuarta parte de los neumáticos almacenados no está afectada por el incendio.

La Policía Local de Seseña tiene desplazadas dos patrullas, con cinco agentes, y la Guardia Civil, una patrulla más dotada con dos agentes.

Además, los medios forestales tienen en el lugar un camión nodriza y dos efectivos.

El incendio del cementerio de neumáticos de Seseña, que acumula 5 millones de ruedas y que estaba considerado el vertedero ilegal de ruedas más grande de Europa, comenzó en la madrugada del 13 de mayo y provocó, el primer día, el desalojo de los vecinos de la urbanización El Quiñón, a 500 metros del fuego, debido a la columna de humo negro.

Leer noticia en fuente original: ecologistasenaccion.org | madridactual.es