El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, siglas inglesas), ha publicado, mediante la cooperación con el Buró Municipal de Protección Ambiental de Beijing, "Una Revisión del Control de la Polución del Aire en Beijing: 1998-2013", dijo hoy miércoles el buró.

En los últimos 15 años, la población residencial de la capital china aumentó un 70 por ciento, el número de automóviles registrados creció un 300 por ciento y el consumo energético subió un 77 por ciento, destaca el director ejecutivo del UNEP, Achim Steiner, en el prefacio al informe.

"De manera muy destacada, las concentraciones de contaminantes clave, tales como el dióxido de azufre, el dióxido de nitrógeno y las partículas inhalables, decrecieron un 78, un 24 y un 43 por ciento respectivamente. A pesar de los significativos desafíos, la ciudad mejoró la calidad del aire al tiempo que logró mantener un rápido crecimiento", escribió.

"En su calidad de capital del país más populoso del mundo, la experiencia de Beijing en el control de la contaminación atmosférica contra un telón de fondo de rápida expansión es una historia que debe ser compartida con otras economías emergentes y ciudades en crecimiento", dijo.

La solución de Beijing fue una combinación de mejora de la estructura energética, control de las emisiones provocadas por la quema de carbón, control de las emisiones de los automóviles y fortalecimiento de la monitorización de la calidad del aire, dijo He Kebin, director de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad Tsinghua y uno de los autores del informe.

"El informe reconoce los esfuerzos continuos de Beijing por mejorar la calidad del aire. Los datos de monitorización muestran que la estrategia integrada de medidas legislativas, administrativas, económicas y técnicas ha tenido efecto. En el futuro, las medidas técnicas serán importantes", señaló He.

El informe también proporciona algunas sugerencias, incluyendo mejorar la planificación urbana, optimizar el plan de las funciones municipales, promover un plan de desarrollo para Beijing, Tianjin y Hebei, fomentar la energía limpia, aplicar un control en profundidad de las emisiones originadas de la quema de carbón y continuar desarrollando el sistema de tránsito.

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