Aigües de Barcelona informa que a pesar de la noticia aparecida en distintos medios, en relación con el estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) que habría determinado la procedencia de los malos olores a través de las llamadas telefónicas recibidas en el 112, no se puede determinar el origen de estas malos olores.

Estudio de la UPC

Aunque el estudio de la UPC atribuye los malos olores en la limpieza de los colectores y tuberías de la estación depuradora de aguas residuales del Baix Llobregat, durante aquel episodio no se llevó a cabo esta limpieza ni se llevó a cabo ningún mantenimiento especial a la instalación con emisiones de olores anormales.

La única acción singular llevada a cabo los días 17 y 18 de noviembre fue la inspección del emisario submarino de la depuradora, actuación de la que eran conocedoras tanto del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) como la Agencia Catalana Agua (ACA), que había autorizado una actuación que en ningún caso puede asimilarse a la limpieza de un colector o una tubería.

Se da el caso de que el 17 de noviembre, día anterior al inicio del episodio, se llevó a cabo un control rutinario de emisiones de olores a la instalación, que determinó que la calidad de estas era correcta. En el mismo sentido, el día 19 una delegación de México visitó la depuradora y destacó la falta de olores excesivas.

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