La consejera llegó incluso más allá y comentó que «es asombroso que una persona que en las comisiones de seguimiento a las que acude lo hace en silencio venga ahora a cuestionar la labor de la consejería con la calidad del aire».

Respondía así Fernández después de que Carmen Moriyón asegurara que carece de «liderazgo» para resolver los problemas de contaminación en la ciudad y que es incapaz de entender la «desesperación» de los vecinos de la zona oeste tras los episodios de las nubes de carbón, porque «no ven soluciones».

Según la titular de Infraestructuras, la actuación del Ejecutivo regional, sumada a la de instituciones, empresas y vecinos, «ha permitido que Gijón ya no aparezca ni en los informes del ministerio ni en los de la Comisión Europea por incumplir los valores límite de contaminantes atmosféricos como las partículas PM10».

«Poco colaborador»

Además, contrapone esta actitud con la del equipo de gobierno del Ayuntamiento gijonés, «siempre timorato y a remolque de los acontecimientos, además de poco colaborador en la redacción del plan de mejora de la calidad del aire y en su ejecución». A su juicio, frente a la apuesta de su departamento por trabajar de forma leal y coordinada para reducir los niveles de partículas en zonas concretas de Gijón como Monteana o el entorno del puerto, la actitud de Moriyón está más centrada «en desacreditar sin motivo a quienes han de ser aliados institucionales en esta compleja tarea».

Así, destacó que desde el Gobierno se modificaron las autorizaciones ambientales integradas de las grandes empresas para reforzar sus medidas y evitar la emisión de partículas en suspensión y se regularizó la situación de las potencialmente contaminantes con medidas para garantizar la calidad del aire en sus entornos.

Antes de esta regularización, recordó, su control correspondía al Ayuntamiento, responsable de hacer un seguimiento de sus licencias de actividad «que brilló por su ausencia» mientras que la consejería ha incrementado las inspecciones y ha incoado expedientes sancionadores cuando ha sido necesario. Asimismo, presume de haber establecido un protocolo para situaciones de elevada contaminación por partículas mientras, subraya, el Ayuntamiento «incumplía estrepitosamente» el compromiso adquirido ante los vecinos de avisar de forma inmediata de los episodios de emisiones anómalas».

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