Hace dos años fueron cuatro municipios los que realizaron un estudio de estas características -Constantí, El Morell, Vilallonga del Camp y Perafort-Puigdelfí-, mientras que el año pasado sólo el Morell continuó. Ahora, la plataforma insiste en que más ayuntamientos deberían trabajar en la misma línea, y han pedido, entre otros, que se celebren las dos reuniones anuales que debería mantener la Taula de Qualitat de l’Aire en el Camp de Tarragona, que el año pasado sólo se convocó una vez.

El 15 de julio de 2015 se celebró la primera reunión de la Taula de Qualitat, presidida por el conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila. Un encuentro que se habría tenido que repetir, al menos, otra vez antes de acabar el año. En este sentido, desde Cel Net denuncian que no fue así y exigen que se reactiven las convocatorias. Consideran que desde la mesa se podría centralizar la labor de todas las administraciones en relación con el control de la calidad del aire, lo que si tienen que hacer desde la plataforma es “un trabajo titánico, muy complicada”.

El portavoz de Cel Net, Josel Maria Torres, recuerda que el Parlament también aprobó, en marzo del año pasado, emprender acciones para reducir los niveles de componentes como el 1.3 butadieno o el benceno, realizar estudios epidemiológicos o dar a conocer a la población los datos que se obtuvieran de todo. Pero de todo esto “no sabemos nada más”, lamenta, por lo que avanza que se pondrán en contacto con los parlamentarios que dieron luz verde para pedir explicaciones.

Asimismo, se ha mostrado decepcionado por el hecho de que sólo El Morell haya continuado con el estudio del aire que hace dos años iniciaron cuatro municipios del área del polígono norte. En este sentido, ha dejado claro que los del polígono sur, como Tarragona, La Canonja o Vila-seca, deberían trabajar en el mismo sentido. Pero “los ayuntamientos, aunque aprueban mociones de cara a la galería, no tienen ningún tipo de voluntad política de llevarlo adelante”, sentencia.

Gracias a los resultados del segundo estudio realizado, como ya presentaron el mes de noviembre, la plataforma ha constatado la reducción “contundente” de muchos de los compuestos que detectaron en el primero. Aunque el 1.3 butadieno, el benceno o el ácido acético continúan superando los niveles óptimos, la industria “se ha autorregulado” -ya que no ha habido cambios tecnológicos, ha asegurado- y haber hecho el estudio “ha tenido una utilidad y, de alguna forma, ha funcionado “, explicó. Para Torres, todo ello demuestra que “si no hay continuidad con estos estudios, dejamos de controlar estos componentes y volvemos a la casilla de salida”, concluye.

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