El motivo es que superan el umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el que fijan las normativas europeas. Así lo revelan dos estudios que han analizado muestras tomadas en diversos puntos entre el 2013 y el 2014.

A grandes rasgos los resultados de ambos estudios coinciden en la necesidad de un mayor control de los contaminantes sin límites legales, sobre todo porque faltan datos históricos para estudiar sus efectos sobre la población. También concluyen que conviene reducir los niveles de benceno -el contaminante más controlado por sus riesgos cancerígenos- aunque sean aceptables en la legislación actual, endurecida en el 2011.

El estudio más reciente es obra del Laboratorio del Centro de Medio Ambiente (LCM) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). El informe ha analizado unos 200 compuestos y lo han promovido y financiado varios municipios a propuesta de la plataforma ecologista Cel Net.

LLENAR UN VACÍO

Según Francisco Javier Roca, director del LCM y responsable de este estudio, el informe "llena los vacíos de la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire de la Generalitat", dado que "no analiza los componentes vinculados a emisiones industriales, algunas potencialmente cancerígenas".

El otro estudio lo ha elaborado el Observatorio de la Salud y el Medio Ambiente de la Generalitat junto a la Universitat Rovira i Virgili (URV) y evalúa el riesgo sobre la salud pública que comportan 86 compuestos orgánicos volátiles (VOC) y 16 hidrocarburos aromáticos (PAH).

Ambos informes señalan zonas vacías de datos que hacen borrosa la fotografía real, sobre todo por lo que respecta a contaminantes no legislados pero no por ello inocuos.

MÁS CONTROL

El Gobierno catalán está "abierto a ampliar los controles para dar respuesta a la preocupación de los municipios afectados y la sociedad en general", señala Quim Nin, delegado de la Generalitat en Tarragona. ERC ya ha propuesto en el Parlamento autonómico una mesa sobre la calidad del aire y el impacto de la petroquímica para intercambiar información al menos dos veces al año.

El informe de la UPC también desvela un descenso de episodios contaminantes en los últimos años que, según Roca, obedece a "la reacción de la industria cuando se sabe controlada". El responsable de seguridad y calidad medioambiental de Repsol, Eduard, Arce, lo niega. "Somos los primeros interesados en reducir emisiones, es un valor cotizado que permite abrir nuevos negocios", resume tras desgranar mejoras aplicadas en los últimos meses para reducir los contaminantes, desde encapsular el butadieno a almacenes intermedios de confinamiento. Desde la Generalitat aseguran: "Hace tiempo que trabajamos juntos en mejorar sus protocolos y reducir emisiones de benceno".

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