La oferta pública de adquisición (OPA) presentada por Gas Natural sobre Endesa a principios de septiembre y la posterior toma del control de Unión Fenosa por el grupo ACS han marcado los tiempos del sector energético, que cierra 2005 en pleno proceso de transformación.
24/12/2005
En el ámbito regulatorio, buena parte de las reformas previstas para este año, como los cambios en el mercado de generación eléctrica o en la metodología de cálculo de las tarifas, tendrán que esperar a 2006, aunque sí se han aprobado el nuevo Plan de Energías Renovables (PER) 2005-2010 y el Plan de Acción 2005-2007, que desarrolla la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética (E4), y se ha revisado la Planificación Energética hasta 2011.
Por otro lado, las materias primas no han dado tregua y el petróleo y el gas natural han marcado máximos históricos, lo que, unido a la escasez de lluvias, ha puesto de manifiesto más que nunca los problemas estructurales del sector en el primer año de aplicación del Protocolo de Kioto.
La OPA de los 22.500 millones de euros
El pasado 5 de septiembre Gas Natural presentó una OPA valorada en 22.500 millones de euros para hacerse con Endesa, la primera eléctrica española. La OPA, que fue considerada hostil por la eléctrica desde el primer momento, enfrentó a ambas compañías y sobrepasó lo estrictamente económico.
El mismo día que se conoció la oferta, la compañía gasista e Iberdrola hicieron público un acuerdo para la compraventa de activos de la compañía resultante, en caso de que la operación culmine con éxito.
Endesa ha plantado cara en todos los frentes posibles: intentó sin éxito que la OPA fuera analizada por las autoridades europeas, denunció a La Caixa ante las comisiones de valores estadounidense (SEC) y española (CNMV), recurrió ante el Ministerio de Industria la autorización dada a la operación por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y denunció ante la Audiencia Nacional el acuerdo suscrito entre Gas Natural e Iberdrola.
El regulador energético, que estrenó en junio nueva presidenta, Maite Costa, y dos consejeros, Jorge Fabra y Luis Alventosa, aprobó con condiciones la OPA el 8 de noviembre.
La operación sigue su curso ante el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC), que en enero elevará su dictamen al Ministerio de Economía, que tiene con otro mes para pronunciarse.
Convulsión en el sector
Dos semanas después de que la OPA convulsionara el sector, el grupo constructor y de servicios ACS compró al Santander el 22 por ciento de Unión Fenosa, la tercera eléctrica española, por 2.219 millones de euros cuando el mercado daba por descontado que sería un grupo de empresarios gallegos quien adquiriría el paquete del banco.
La entrada de la constructora presidida por Florentino Pérez en el sector energético tuvo un segundo capítulo el 23 noviembre con el lanzamiento de una OPA por un 10 por ciento adicional de Unión Fenosa por 1.005 millones de euros, entre rumores de movimientos empresariales de la italiana Eni y las portuguesas Galp y EDP.
Mientras tanto, el gas natural y el barril de petróleo, que alcanzó los 70 dólares en agosto, no han dado tregua y han puesto en evidencia las carencias de la regulación del sector eléctrico, ya que la tarifa no es capaz de cubrir los costes.
Precisamente el Plan de Acción de la E4 y el PER, aprobados en julio y agosto, respectivamente, persiguen mitigar el impacto de los precios de los mercados internacionales del petróleo y hacer que España derroche menos energía y sea más autosuficiente en materia energética.
El objetivo del nuevo PER, que prevé una inversión global de 23.598 millones de euros, es lograr que el 12,1 por ciento de la energía primaria consumida en España en 2010 y el 30,3 por ciento del consumo bruto de electricidad proceda de fuentes renovables.
Por lo que respecta a la estrategia de ahorro, el Plan de Acción contempla una inversión de 7.926 millones de euros y generará un ahorro de energía primaria acumulado de 12 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep).
Por otro lado, el primer año de Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión para cumplir el Protocolo de Kioto ha supuesto para las grandes eléctricas un déficit de emisiones de CO2 de 215 millones en los nueve primeros meses del año, como consecuencia de la escasez de lluvias, que ha llevado a mínimos la producción hidráulica.
En el capítulo de asuntos pendientes queda la modificación de la metodología de tarifas eléctricas, en la que el Gobierno quiere introducir elementos que permitan repercutir el coste de las materias primas, la revisión del mercado mayorista eléctrico y de los Costes de Transición a la Competencia (CTC) y una nueva retribución de la distribución.
Fuente: Base Financiera
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