Partículas microscópicas en el aire, gases de combustión y hollín causan enfermedades respiratorias. Por esas causas, han muerto 140 menores solo este año. En el mismo período, la polución le costó a la salud pública 23.587 millones de pesos.
19/12/2005
Lo cierto es que si en Bogotá se quiere respirar un aire que no afecte la salud, hay que hacerlo entre las 4 y 5 de la madrugada. Porque horas después, la contaminación sube a unos niveles que enferman.
De hecho, según la Secretaría Distrital de Salud (SDS), 140 menores de 5 años han muerto este año por enfermedades respiratorias agudas (como neumonías y bronquitis) causadas –como un factor asociado– por la contaminación del aire.
Hay evidencias –agrega la SDS– de que los síntomas de enfermedades respiratorias como la tos, flemas, silbidos, fiebres y dolor de cabeza, aumentan "de manera significativa", cuando sube la concentración de contaminantes en el aire.
La realidad es que las 7 millones de personas que viven en Bogotá están diariamente expuestas a la contaminación aguda, es decir, a inhalar en horas ‘pico’ –de 6 a 11 de la mañana– el hollín, el polvo levantado de las obras y los gases y vapores generados por la combustión de 1’200.000 vehículos y centenares de industrias.
Estos contaminantes penetran fácilmente por la nariz porque contienen partículas que miden menos de 10 micrómetros. Y todos respiran esas partículas arrastradas por los vientos que confluyen en el centro de la ciudad, chocan contra los cerros orientales y rebotan hacia el occidente y demás áreas transportando las cargas contaminantes.
Según Néstor Rojas, profesor del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Los Andes, esos vientos han contribuido a que Bogotá, por un lado, no esté peor que México. Ya que trabajan, a veces, como un ventilador.
Pero por el otro, han llevado a que una localidad como Engativá (en el occidente), pese a tener pocas industrias y un mediano tráfico de automotores, reporte hoy elevados niveles de contaminación.
Va de aguda a crónica
Quienes más padecen la contaminación aguda son los escolares. A la hora del recreo –hacia las 10 de la mañana– mientras juegan, respiran la peor polución el día. De ahí que sea una de las causas de que al menos un 20 por ciento de ellos presenten el síndrome bronco obstructivo o asma bronquial, asegura el secretario Distrital de Salud, Héctor Zambrano.
Uno de los síntomas del síndrome es que los niños tosan en la noche.
La situación es aún más preocupante para 3 millones de habitantes (el 42 por ciento de la población) que están expuestos a la llamada contaminación crónica.
Son todas aquellas personas que aun cuando respiran bajas concentraciones de contaminantes, lo hacen por un tiempo prolongado, lo cual tiene efectos en la salud.
Las principales víctimas residen en áreas como la zona industrial de Puente Aranda, Fontibón, Kennedy, el centro de la ciudad y la carrera 7a.
El médico epidemiólogo de la SDS Luis Jorge Hernández explica que una exposición permanente a la contaminación, produce daños en el árbol respiratorio (especialmente en niños y mayores de 60 años) causando síntomas como tos. Y dependiendo de la susceptibilidad de cada persona, puede provocarle una bronquitis crónica y neumonía.
Hernández agrega: "Hay estudios que dan indicios de que la exposición crónica puede estar asociada a problemas genéticos, al cáncer y con el bajo peso de los niños al nacer".
La salud de la población se afecta porque el promedio diario permitido en concentraciones de partículas es de 150 microgramos por metro cúbico y con frecuencia se está rebasando ese parámetro. Se han alcanzado los 203 microgramos.
El costo de la polución también es alto para la salud pública. Entre enero y octubrede este año, en las 60 Salas de Atención Respiratoria Aguda (ERA) fueron atendidos 17.000 menores de 5 años.
Y Zambrano estimó que las hospitalizaciones de los niños por enfermedades respiratorias agudas en el último año le costaron a la salud pública 23.587 millones de pesos.
De ahí que para tener menos pacientes con gripas, neumonías y otras enfermedades respiratorias que se asocian con la polución, médicos y expertos coinciden en señalar que desde ya se necesita empezar a adoptar medidas para controlar las fuentes contaminantes (carros, buses e industrias) y, sobre todo, mejorar la calidad del diesel colombiano (ocho veces más contaminante que el promedio internacional), utilizado por los articulados de
TransMilenio y el transporte público colectivo.
Estudio de impactos
Uno de los estudios más importantes sobre impacto de la contaminación en la salud lo hizo la Universidad Javeriana en 1998.
Durante tres meses fueron valorados 450 niños de Engativá y Venecia, estableciendo que en menores de 14 años, las consultas por enfermedad respiratoria (bronquitis, espasmo bronquial y neumonías) aumentaban entre el 8 y el 27 por ciento cuando había mayores niveles de contaminación.
El estudio fue financiado por el Ministerio de Ambiente, el Departamento Administrativo del Medio Ambiente, la Secretaría de Salud y Colciencias.
Se considera que al año, un niño se enferma unas cuatro veces de alguna enfermedad respiratoria. Solo en el 30 por ciento de los casos, el menor termina en un hospital.
Fuente: eltiempo.com
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