El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Juan Luis Ramos aseguró esta semana en Algeciras (Cádiz) que los niveles de benceno registrados en el Campo de Gibraltar han descendido con respecto al pasado 2004.
17/12/2005
La conclusión corresponde a los resultados del último informe sobre la situación ambiental en esta comarca y que incluye datos sobre la calidad del aire, el suelo y las aguas, así como la gestión de residuos.
En rueda de prensa, Ramos explicó que al hablar de niveles de benceno hay que distinguir los grandes núcleos urbanos, como Algeciras y La Línea, donde "no se había detectado que superaran los niveles de la normativa, --que en el momento actual es de diez microgramos por metro cúbico"--, de la situación de algunos puntos concretos, "fundamentalmente Puente Mayorga y Guadarranque".
En estos lugares, según dijo, los niveles comparados entre octubre de 2004 y mayo de 2005 "están por debajo de cinco microgramos por metro cúbico, que es el que marca la Unión Europea como de debido cumplimiento en el año 2010". En ese sentido, el investigador añadió que comparando esos datos "hemos detectado un descenso de los niveles de benceno en el aire".
No obstante, matizó que se han dado casos puntuales de "situaciones pico" que sí han superado dichos niveles. En una de esas situaciones, según comentó, se llegó a registrar 27 microgramos por metro cúbico, aunque quiso dejar claro que fue "una situación puntual muy corta, que en la media del día, mensual, trimestral o anual prácticamente se quedan reducidas a niveles muy bajos".
A este respecto, el investigador destacó la presencia de viento en la zona como un factor que propicia la reducción de los niveles de contaminación. "Algo bueno del Campo de Gibraltar es el viento, cuanto más fuerte, mejor es la dispersión y más bajos son los niveles", indicó.
En lo que respecta a las sustancias más detectadas, y al margen del benceno, el investigador del CSIC señaló la presencia de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, ozono, así como de níquel.
Por todo ello, Ramos aseguró que la recomendación sería reducir "al máximo" este tipo de emisiones. En concreto, el informe recomienda seguir manteniendo activo un sistema de vigilancia sobre niveles de partículas PM10, benceno y pentabromo difenil éter.
Al margen de esto, desde el CSIC y la Universidad de Cádiz, que también se encarga de este estudio, se ha lanzado un mensaje de advertencia en relación a la depuración de las aguas residuales, que, como dijo el profesor de la UCA, Enrique Nebot, "está empeorando la calidad de las aguas".
Sin embargo, el informe destaca que las aguas de la Bahía tienen una "buena calidad" y que solamente en algunas estaciones más abrigadas hay "concentraciones más elevadas de algunos contaminantes, pero están por debajo de los niveles legales que obliga la Junta". Así pues, y según apuntó Nebot, "en la mayoría se cumplen los objetivos de calidad, salvo en el carbono orgánico, que se supera".
No ocurre lo mismo con los ríos Palmones y Guadarranque, pues muchos de los parámetros analizados atestiguan el mal estado de calidad de los mismos. De hecho, parámetros de gran importancia como el oxígeno disuelto en las aguas, amonio y fosfatos constatan la presencia de vertidos de carácter urbano.
En las investigaciones, coordinadas por el CSIC, han colaborado científicos de las universidades de Huelva y Cádiz, así como del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo de Valencia. Por parte del CSIC, además de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC), en Granada, que dirige Ramos, han participado el Instituto de Ciencias de la Tierra (CSIC) y el Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales (CSIC), ambos en Barcelona.
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Fuente: Andalucía24Horas
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