Categories: Noticias Ambientales
Date: jun 7, 2005
Title: Calidad del Aire en Palencia
Las partículas en el área de Palencia y el dióxido de azufre en Velilla son los puntos débiles de la calidad del aire en esta provincia.
La Diputación ha impulsado el primer Diagnóstico Medioambiental de la provincia de Palencia «el primero de la región y creo que el segundo de España», apuntó ayer el diputado de Medio Ambiente, Adolfo Palacios, un documento que trata de abarcar la realidad del medio ambiente palentino.
Con rigor y profundidad, el diagnóstico resume la situación actual palentina.
Principal conclusión. Existe escasez general de factores de degradación de la calidad ambiental y existe igualmente una localización territorial de los existentes «principalmente en el entorno de la capital y en algunos sectores de la montaña».
A esto se suma una escasa incidencia de los incendios forestales, tanto en número como en superficie afectada, y se ha constatado una mejora en la prevención y gestión de residuos peligrosos y de otra índole, con proyectos de envergadura como el CTR capitalino, las plantas de transferencia de la provincia, y otras instalaciones proyectadas, en fase de aprobación, como el centro de tratamiento que se pretende ubicar en Piña de Campos.
Ello no quita para que las conclusiones del estudio, como el mismo diputado de Medio Ambiente apuntara ayer, «sean críticas», y dentro de esa crítica, se enumeren una serie de puntos débiles. Entre esos puntos, los problemas de contaminación de suelos, con 31 emplazamientos inspeccionados, priorizándose por parte de la Junta 17 localizaciones potencialmente contaminadas por residuos peligrosos, entre las cuales se propopone la caracterización de 12 y la recuperación e investigación de dos (la escombrera de residuos inertes de Explosivos Río Tinto y un vertedero incontrolado de residuos industriales, utilizado durante años en Villamuriel de Cerrato).
Funcionan 153 vertederos de residuos «dispersos por los municipios, ninguno de los cuales cumple con las condiciones de seguridad establecidas en la normativa», reseña el informe.
A nivel global se reconocen deficiencias en la caracterización de la calidad del aire, una calidad que encuentra dificultades para el cumplimiento de los valores límite y objetivo del dióxido de nitrógeno y las partículas en el Área de Palencia; de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas, en Velilla; y de ozono en general en toda la provincia.
En cuanto a la contaminación acústica se apuntan niveles elevados en la capital y «presumiblemente en el entorno de las grandes infraestructuras de transporte, explicándose un incremento de población expuesta a niveles excesivos de ruido por la intensidad de circulación en vías urbanas e interurbanas». Otro aspecto en el que centra buena parte de su análisis el diagnóstico es el agua, su calidad y su uso. De lo primero, se asegura que «tan sólo en sus cabeceras el Carrión y el Pisuerga mantienen una situación ambientalmente satisfactoria». De lo segundo no salen muy bien parados los palentinos, porque se detectan «importantes pérdidas de agua en las redes de distribución urbanas y agrícolas» y se viene detectando un crecimiento continuo de los consumos de agua y energía absolutos y relativos «por encima del incremento de la población y de la actividad económica».
Además se constata una sobreexplotación de los acuíferos en los valles del Cerrato y problemas de recogida de residuos -mezcla de efluentes urbanos e industriales, incorrecta separación de flujos de residuos sólidos, etc- y bajas tasas de reutilización y reciclado de las aguas residuales y los residuos sólidos, prevaleciendo el vertido, controlado e incontrolado, en el tratamiento de flujos residuales.
En última instancia se indica el incremento de transporte y almacenamiento de mercancías peligrosas en el eje Valladolid-Palencia-Burgos.