Categories: Noticias Ambientales
      Date: nov 10, 2005
     Title: Efectos de la aplicación del Protocolo de Kioto en la economía española
Fernando Arlandis, senior manager de Price Waterhouse Coopers, cuenta algunos de los hechos, conclusiones e incertidumbres que arroja el estudio "Efectos de la aplicación del Protocolo de Kioto en la economía española" publicado recientemente por la consultora.

10/11/2005

La aplicación del acuerdo multilateral firmado en 1997 cuyo objetivo es la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero está a la vuelta de la esquina. Dos de los mayores contaminantes, EEUU y Rusia, no lo han suscrito todavía y las dudas sobre cómo está diseñado Kioto, se multiplican.

- La aplicación del Protocolo de Kioto, ¿es una broma de mal gusto?

- Bueno yo creo que la aplicación del Protocolo de Kioto es algo que seguramente es necesario, lo que es de mal gusto es que no todos los países participen y fundamentalmente EEUU y Rusia, que son los más grandes. Si no participan en él, yo creo que una decisión sabia es intentar que participen, porque sin ellos no vamos a conseguir los objetivos de reducción de las emisiones.

- ¿Cómo afecta Kioto a los países latinoamericanos?

- Los países de América Latina deberían ver el Protocolo de Kioto como una oportunidad a la hora de tener un crecimiento con menores emisiones de las que ha tenido Europa y Norteamérica. Y además conseguir financiación para que ese crecimiento no cueste más dinero.

- ¿Y cómo conseguirían esa financiación?

- Yo creo que estos países deberían estar muy activos para conseguir financiación para sus proyectos de reducción de emisiones, con instalaciones que utilicen gas o energías renovables a través de empresas que tienen esa tecnología en Europa y que también tengan interés en captar los derechos de emisión comercializables que generarían esos proyectos.

- Si se aplica el Protocolo de Kioto como está diseñado ahora, España sería el mayor contribuyente neto en Europa, ¿no?

- Sí, sin duda. No sólo en nuestro informe, sino en otros trabajos que se publican en la Unión Europea ya se prevé que España sea quien pague principalmente la factura de Kioto. Algunos de los informes que hemos manejado recientemente apuntan a que una cuarta parte de las emisiones que se comercialicen tendrán como comprador a España.

- ¿Y qué efectos nocivos puede tener Kioto para una economía como la española?

- Precisamente el problema que tiene ahora España es que está alcanzando unos niveles de desarrollo, unos costes laborales, de competitividad que empiezan a salirse del rango de los países... por decirlo de alguna manera, en desarrollo dentro de la UE y ahora son otros países dentro de la Unión los que son más competitivos en términos de precios y costes laborales e incluso medioambientales. Y Kioto viene a sumarse a esta problemática porque encarecerá los productos españoles.

- También existe el riesgo de que si se aplica Kioto, algunas empresas españolas opten por producir en otros países que no estén sujetos a esa normativa, ¿no es así?

- Efectivamente, actualmente existe ese riesgo y no solamente desde el punto de vista de empresas que se vayan a otros países, sino también que multinacionales que tengan centros en España decidan trasladar su producción a otros países europeos. Es decir que la deslocalización se puede producir hacia países no sujetos a Kioto (fuera de la UE) sino hacia otros países de la UE. Hay que recordar que España es un país periférico de la UE y por tanto tiene muy bajos costes e transporte hacia otros países que no estén afectados por Kioto, por ejemplo Marruecos. Algo que por ejemplo Alemania o Dinamarca tienen mucho más difícil.

- ¿No hay mucha confusión sobre la aplicación de Kioto?

- Es un proceso muy confuso y conforme se acerca la aplicación se está viendo que está todo cogido con palillos, es decir, que no están clarificadas cuáles son las reglas del juego y esto está haciendo que las empresas se estén replanteando el tema de las inversiones. Es que realmente no está nada claro lo que va a ocurrir y aquí me gustaría resaltar un tema: estamos a punto de meternos en Kioto, el 1 de enero de 2005 vamos a tener que comprar o vender derechos de emisión (fundamentalmente comprar) y Rusia todavía no ha ratificado Kioto y ha anunciado que hará pública su decisión definitiva en noviembre. O sea que en noviembre puede que nos enteremos de que el diseño del mecanismo que el 1 de enero va a empezar a funcionar ya no está en el ámbito de Kioto porque el Protocolo no se ratifica (1). Si se da esa situación, no sé qué va a ocurrir.

- ¿Y hay vuelta atrás?

- Yo creo que las vueltas atrás, cuando se ha llegado a un punto tan avanzado, son muy complicadas. Pero efectivamente si países como Alemania y Francia son capaces de incumplir pactos (el de Estabilidad de la UE) que habían sido propuestos por ellos, pues también es posible, por razones “de causa mayor”, paralizar, retrasar o renegociar este tema. Y si no entra en vigor Kioto, es difícilmente defendible estar cumpliendo un objetivo de Kioto cuando no existe Kioto (2). Quizás habría que revisar si ese objetivo era razonable, porque si no lo han firmado tantos países es por algún motivo. Creo que en un mundo como en el actual todo tenemos que hacerlo de una manera negociada y consensuada, no podemos tomar decisiones unilaterales.

 

(1) Kioto se creó con la condición de que se suscribieran los países responsables del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo y sin EEUU (que ya ha certificado su negativa) ni Rusia ese 55% no se alcanza.

(2) La Unión Europea tomó la decisión de cumplir el Protocolo de Kioto por su cuenta, en el caso de que no lo suscribieran los países necesarios para alcanzar ese 55%.

 

  Fuente: AmericaEconomica.com

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