Categories: Noticias Ambientales
      Date: nov  5, 2005
     Title: Greenpeace hace campaña para concienciar sobre cambio climático
La organización ecologista Greenpeace, que efectúa una gira con su buque 'Rainbow Warrior II' para concienciar a los gobiernos sobre los peligros del cambio climático, hizo un llamamiento en Filipinas a favor de las energías alternativas y limpias. La anécdota: el buque impactó en los arrecifes coralinos filipinos de Tubbataha, protegidos por su alto valor ecológico.

05/11/2005

'El cambio climático no es causado por los países en desarrollo, pero serán sus habitantes más pobres quienes tengan que sufrir las consecuencias del calentamiento global', dijo el meteorólogo filipino Leoncio Amadore, en una rueda de prensa en la que se presentó un informe.

'Resulta esencial que la población sea consciente de que las consecuencias del calentamiento global no afectan sólo a la biodiversidad, sino que repercuten muy directamente sobre la población en múltiples aspectos', declaró a EFE Red Constantino, responsable regional de campañas de Greenpeace.

'Son los mas pobres los que sufrirán las consecuencias, como el encarecimiento de los recursos energéticos y la subida de los impuestos', agregó.

Amadore aportó datos sobre el aumento en las últimas décadas del número de desastres naturales en Filipinas y sus trágicas consecuencias para la población y la economía del país.

A pesar del sombrío panorama trazado por el informe, los responsables de Greenpeace recordaron que hay todavía tiempo para hacer algo y que es necesario que la opinión pública presione a los gobiernos para frenar el calentamiento global de la atmósfera.

'Somos optimistas. En Filipinas decimos que toda crisis es una oportunidad', dijo la responsable de campañas sobre clima y energía, Athena Ballesteros.

'Las respuestas más importantes son la mitigación de las causas del calentamiento global, la reducción del consumo de combustibles y su sustitución paulatina por energías renovables y limpias, que se pueden obtener y se obtienen del viento, las mareas y la energía solar', añadió.

El buque insignia de la organización ecologista, el Rainbow Warrior II, se ha convertido en un icono internacional en la lucha por la defensa del medio ambiente, especialmente después del trágico hundimiento de su antecesor, que fue saboteado por los servicios secretos franceses en 1985 en aguas neozelandesas.

Irónicamente, el pasado martes, y por un error atribuido a mapas marinos incorrectos, el buque impactó en los arrecifes coralinos filipinos de Tubbataha, protegidos por su alto valor ecológico.

'Ha sido un accidente lamentable y nunca deseado, del que fuimos los primeros en informar a las autoridades competentes', señaló Kessler en una nueva disculpa pública por el lamentable incidente.

'Hemos pagado la multa impuesta, sabemos que ésa debe ser la única respuesta válida y aplaudimos la rapidez con que se ha actuado y la comprensión, en todo momento, de las autoridades filipinas'.

El Rainbow Warrior II permanecerá en Filipinas durante tres semanas, periodo en el que realizará visitas a puntos sensibles de los ecosistemas marinos del archipiélago.

En esta campaña, 'un activista de cada país que visitamos nos acompaña a bordo, conviviendo con los demás, aportando sus conocimientos y trabajando en lo que pueden. Somos una tripulación muy poco común', manifestó a EFE Ballesteros.

Varios congresistas, senadores y personalidades públicas de Filipinas han mostrado ya su interés por subir a bordo del emblemático barco a su paso por las distintas islas.

Greenpeace intentará negociar con las autoridades del país un cambio radical en su política energética, para que en 2010 el diez por ciento de la energía consumida en el país provenga de fuentes limpias y renovables.

En la actualidad, sólo el 0,2 por ciento de la energía que consume Filipinas proviene de energías alternativas.

'Esto tiene que cambiar', afirmó tajante Constantino, que añadió que 'hace falta una reorientación estratégica de la política energética de países como Filipinas'.

Durante las negociaciones del Protocolo de Kyoto, ratificado en 1997, los países del sudeste asiático formaron un bloque de presión encabezado por Filipinas y Tailandia, una política que ahora Greenpeace intenta que ambos países mantengan de puertas adentro.

'China ha declarado una ley que equipara las ayudas públicas a las energías limpias y renovables -dijo Ballesteros-, pero en Greenpeace no nos dirigimos únicamente a los gobiernos. Buscamos movilizar la conciencia popular, alertarles sobre la gravedad del problema y también lograr la ayuda y el soporte de instituciones como el Banco Asiático de Desarrollo, o compañías e inversores privados interesados en apostar por energías renovables'.

La 'Gira para una Revolución Energética en Asia 2005' durará diez semanas y recorrerá Hong Kong, Filipinas y Tailandia, y su recorrido puede consultarse en el sitio www.asiacleanenergy.org

 

  Fuente: Terra Actualidad

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