Las afirmaciones de Puig, quien ha instado a esperar a que avancen las investigaciones para descartar cualquier otra causa del fuego, coincide con lo sostenido por los agentes rurales de la Generalitat que investigan las causas del origen del incendio.
Un hombre francés de 64 años, alcanzado ayer por las llamas mientras conducía, se ha convertido en la mañana de este lunes en la cuarta víctima mortal del incendio que arrasa el Empordà. Con él son ya tres los ciudadanos franceses fallecidos a causa del fuego, después de que un padre y su hija murieran ahogados y con múltiples contusiones al saltar al mar desde un acantilado en Portbou. Un hombre de nacionalidad española falleció tras sufrir un infarto cuando observaba cómo las llamas cercaban su propiedad en la población de Llers.
El devastador fuego que empezó ayer a la comarca del Alt Empordà continúa descontrolado, aunque se encuentra contenido en un perímetro de entre 65 y 70 kilómetros. El incendio ha crecido lentamente a lo largo de la noche y sigue activo en dos flancos a ambos lados de la autopista AP-7 entre La Jonquera y Figueres. La vía, que se había reabierto en ambos sentidos la mañana de este lunes tras permanecer cortada desde el domingo, ha sufrido de nuevo cortes entre las 11.00 y las 14.00 tras reavivarse el fuego cerca de la vía en Agullana. Además, un accidente en sentido norte sobre las 11.37 horas, en que se han visto implicado cinco vehículos, tres de ellos camiones, en la misma autopista también ha obligado a cortar el tráfico. Tanto la AP-7 como la N-II permanecen actualmente abiertas al tráfico. En cambio, esta tarde permanecen cortadas diez carreteras comarcales, según informa el Servei Català de Trànsit.
El humo del incendio ha llegado en la mañana de este lunes al Área Metropolitana de Barcelona, donde se podía percibir el olor a quemado, y también a la comarca del Maresme. Las condiciones meteorológicas han permitido que desde las seis de esta mañana trabajen los medios aéreos para intentar contener el fuego, que ha quemado una superficie de 13.000 hectáreas. Hay tres pueblos con los vecinos confinados: Darnius, Terrades y la Vajol.
La trascendencia del incendio es tal que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha interrumpido su asistencia a la reunión informal del Consejo de Ministros de Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea que se celebra en Nicosia (Chipre), para trasladarse a Girona. Su llegada estaba prevista a Figueres a las 17.15 horas, así como su traslado al Centro de Coordinación del incendio para supervisar las tareas de extinción.
Los hospitalizados tras el fuego son ocho, entre ellos la mujer que ayer saltó al mar desde un acantilado en Portbou con su marido, su hija de 15 años y su hijo de 9, al verse atrapados por las llamas. El hombre y la hija adolescente fallecieron ahogados y con múltiples fracturas, mientras que la madre y el niño se encuentran ingresados en estado grave con varios traumatismos en el Hospital Josep Trueta de Girona. Ambos están en situación estable, ha explicado el consejero de Interior, Felip Puig. Cuatro heridos han sido dados de alta durante el día.
Aunque el fuego seguía descontrolado por la mañana, el viento soplaba más suave que ayer, lo que ha permitido el trabajo de los medios aéreos y la contención de las llamas. Durante un par de horas por la tarde, sin embargo, el viento ha cambiado varias veces de dirección, lo que ha desconcertado a los Bomberos y ha reavivado las llamas en zonas que no estaban quemadas.
El viento de levante que sopla desde media tarde comporta un gran peligro: el avance de las llamas hacia el oeste, cerca del embalse de Boadella y la zona natural de la Alta Garrotxa, un área boscosa y de difícil orografía. El peligro es acuciante en tres puntos: entre los pueblos de Avinyonet de Puigventós y Terrades, hasta el entorno del embalse de Boadella; por encima de este embalse alrededor de Darnius, donde los vecinos han sufrido esta mañana momentos de alta tensión al ver el fuego muy cerca; y en la zona norte de La Jonquera.
El consejero de Interior, que se había mostrado confiado por la mañana en que el fuego estaría controlado este lunes, dijo en su comparecencia de las cuatro de la tarde que no se prevé “que el incendio entre en fase de control en las próximas horas”. Para avanzada la tarde se espera un nuevo cambio de dirección del viento, en sentido norte, que volvería a ser favorable a las tareas de extinción.
Unas 1.400 personas han pasado esta noche en pabellones municipales y zonas habilitadas por distintos Ayuntamientos. La orden de confinamiento que pesaba sobre toda la población del Alt Empordà (unas 140.000 personas) se ha levantado esta mañana salvo para dos municipios: Darnius y Terrades. Además, hay 13 municipios con problemas de suministro eléctrico con más de 900 abonados sin electricidad 24 horas después de iniciarse los dos incendios. Puig ha pedido a los vecinos que limiten los desplazamientos para facilitar el trabajo de los cuerpos de emergencias. La Generalitat esperaba la mañana de este lunes noticias de las compañías eléctricas sobre el estado de las líneas de tensión.
Desde las ocho de la mañana trabajan en la extinción del incendio tres efectivos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y cinco unidades aéreas francesas. Más de un centenar de voluntarios, 600 bomberos, 230 mossos y efectivos de Protección Civil trabajan en la zona, además de 200 miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME) situados en la base militar de Sant Climent Sescebes.
Por la mañana, durante el tiempo que ha permanecido abierta la AP-7, los efectivos de seguridad liberaron los contingentes de camiones que se habían quedado atrapados en distintos puntos de la vía, que algunas fuentes cifraban en cerca de 300. Actualmente permanece abierta la N-II entre La Jonquera y Llers en ambos sentidos. Continúan cortadas la GI-500 y la GI-501 entre Agullana y Terrades, la GI-610 en Vilajuiga, la GI-5101 entre Avinyonet de Puigventós y Terrades, la GI-602 a la altura de Sant Climent Sescebes y se ha prohibido el paso de los camiones en la N-260 en Portbou.
La Generalitat ha puesto en marcha un dispositivo para hacer volver a casa a unos 800 niños que estos días se encontraban pasando unos días en campamentos de verano, del Alt Empordà. El consejero de Bienestar Social y Familia, Josep Lluís Cleries, que este lunes se ha desplazado a la zona, ha apuntado que se trata de una evacuación preventiva y que todos los menores, de entre 6 y 17 años, se encuentran en estado de salud. Parte de estos niños que serán trasladados a sus hogares han tenido que pasar la noche en equipamientos especiales debido a la proximidad del incendio, informa Ivanna Vallespín.
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