Fuente: La Opinión de Tenerife
Categories: Noticias Ambientales
Date: oct 18, 2005
Title: Canarias: no se rebasaron límites de contaminación atmosférica en 2004
Canarias es una de las comunidades autónomas con menos contaminación atmosférica de España con un promedio medio-bajo, según los datos oficiales de las consejerías de Sanidad y de Industria. La escasez de industrias y los vientos alisios salvan a las Islas de esta contaminación que, en el año 2004, no superó los niveles legales establecidos.
"La contaminación atmosférica no es un problema en estos momentos para los canarios". Esta es la principal conclusión que la responsable del Servicio de Calidad Ambiental de la Dirección General de Salud Pública, María Luisa Pita, lanza al analizar los datos extraídos de los medidores de agentes contaminantes que este departamento tiene instalados en Santa Cruz de Tenerife, en Las Palmas de Gran Canaria y en Igueste de Candelaria. Además de este organismo, la contaminación procedente de las industrias la mide el Centro de Control de Emisiones Industriales (CEI) de la Consejería de Industria del Gobierno canario. Según los datos extraídos de ambos organismos, en las Islas no se superaron en el año 2004 los niveles de contaminación atmosférica que marca la ley, algo que se hace extensivo a los últimos diez años. Según Sanidad, en las Islas no se ha incumplido las normativas existentes en la última década aunque sí se han producido superaciones "puntuales" de los niveles de dióxido de azufre emitidos por la refinería de Santa Cruz de Tenerife, aunque "nunca se han superado los 24 días al año que marca la ley como nivel de tolerancia", recalca.
Revisar las leyes
Pese a esta afirmación, algunos expertos consultados aseguran que "las leyes deben ser revisadas pues aunque los límites no se hayan superado, esto no quiere decir que la contaminación no esté afectando a los canarios". En este sentido, María Luisa Pita recalca que la normativa europea se está revisando constantemente y que en la redacción de la misma intervienen todos los sectores implicados y, normalmente, "se suele ser más restrictivo a medida que aparecen nuevas técnicas para reducir la contaminación". En Canarias, la contaminación de la atmósfera se produce tanto por efectos naturales en forma de partículas suspendidas en el aire causadas por la calima que proviene del continente africano como por efectos artificiales en forma de sustancias emitidas por focos contaminantes como vehículos e industrias. María Luisa Pita explica que en las Islas no hay mucha actividad industrial y, por ello, las emisiones a la atmósfera por esta actividad son pocas. "Las industrias que hay en las Islas son muy grandes como la refinería en Santa Cruz de Tenerife o las centrales de Unelco como la de Las Palmas de Gran Canaria y éstas están muy controladas por normativas internacionales", recalca la experta.
La contaminación del aire no es fácil de medir pues se produce por la emisión de distintos agentes que, además, modifican su acción dependiendo de las circunstancias ambientales como el viento o el sol. Además, la emisión de contaminantes no es equivalente a la inmisión de los mismos que es lo que respiran los habitantes pues las condiciones atmosférica pueden variar este punto. Se ha demostrado que la contaminación produce efectos sobre la salud de los humanos aunque ésta depende de la concentración de contaminantes, la duración de la exposición de estos y el volumen del aire inspirado. Los principales agentes contaminantes son el dióxido de azufre (SO2), el óxido de nitrógeno (NO2), el Ozono (O3) -que es un contaminante secundario fruto de la interacción entre el NO2 y la luz solar-, el monóxido de carbono (CO), las partículas y los hidrocarburos no quemados.
Además, cada uno de estos agentes tienen unos niveles de tolerancia diferentes. "Como es complicado, para traducirlo a la gente, en Salud Pública simplemente hablamos de contaminación baja, moderada, alta o muy alta", explica la especialista quien asegura que en el caso de las Islas la contaminación es baja o moderada. Los datos de Industria son similares y en su memoria del año 2004 se establece que la media de contaminación en Tenerife fue, medida semanalmente, "un 66 por ciento, baja; un 29, moderada, un 3, alta, un 1, muy alta y un 1, muy baja". En el caso de Gran Canaria esta media fueron de "68 por ciento, baja; 28, moderada, 2, alta y 2, muy baja". Además, Industria recalca que en ningún caso se han extralimitado los niveles legales de contaminación pero en el histórico de las inmisiones de la Refinería de Santa Cruz de Tenerife se refleja que entre los años 1996 y 1999 se superó el límite que establece el "valor guía deseable de calidad atmosférica". Esta cifra disminuyó bastante a partir de 2000 hasta llegar a ser hasta ocho veces menor en 2003 con respecto a 1996.
Enfermedades cardiovasculares
Los datos de Salud Pública y los de Industria coinciden con los del Estudio Multicéntrico Español sobre Contaminación Atmosférica y Salud donde se analizó la relación entre contaminación y salud de los habitantes de 19 ciudades españolas. La técnico responsable de este estudio en las Islas, Elena López, explica que "los niveles de contaminación en las dos capitales canarias son bastante bajos" y "sólo hemos determinado la relación de las emisiones de óxido de azufre (SO2) y de óxido de nitrógeno (NO2) con algunas enfermedades cardiovasculares, aunque no se podría determinar a día de hoy una causa-efecto entre estas emisiones y la mortalidad o morbilidad por la inmisión de estos elementos". De cualquier forma, algunos expertos consultados insisten en que es necesario realizar un estudio autónomo -por un organismo que no esté integrado en el Gobierno de Canarias- de contaminación atmosférica y su relación con algunas patologías. Además, otras fuentes consultadas aseguran que la Consejería de Medio Ambiente y Política Territorial está intentando asumir la competencia sobre el control de estas emisiones que tiene por ley aunque hasta ahora la esté ejerciendo la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad. "Necesitamos estudios independientes y que se revisen dónde se ponen los medidores pues es posible que los vientos actúen de dispersor de la contaminación y la envíen a otros lugares", comentan estas fuentes.
Fuente: La Opinión de Tenerife
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