Categories: Noticias Ambientales
      Date: ene 21, 2012
     Title: China: Beijing comienza a informar de la contaminación por partículas PM2.5

Las autoridades de medio ambiente en Beijing, la capital de China, adoptaron hoy sábado el sistema PM2,5 para medir la calidad del aire, cumpliendo así la promesa, hecha semanas atrás, de empezar a publicar los datos respectivos con base en dicho estándar antes del inicio de las vacaciones de la Fiesta de Primavera, o el Año Nuevo Lunar chino.



El Centro de Monitoreo para la Protección Ambiental de Beijing informó que su estación ubicada en su propia sede, en la segunda avenida de circunvalación, o "segundo anillo", una de las zonas más céntricas de la ciudad, detectó 0,003 microgramos de material particulado por metro cúbico a las 10:00 hora local de hoy, lo que supone una calidad de aire "buena".

El indicador PM2,5 es considerado como mucho más estricto que el PM10, utilizado hasta ayer en la ciudad, ya que evalúa el volumen de partículas "finas", es decir aquellas con un diámetro igual o menor a 2,5 micrones, y más dañinas.

La medición de la calidad del aire de la capital se convirtió en objeto de un acalorado debate en la red a finales del año pasado, cuando se supo que había una gran diferencia entre los resultados de monitoreo publicados por la estación meteorológica municipal y la embajada de Estados Unidos, cuya sede está en el noreste de la ciudad.

Hoy sábado, los cálculos de esta última también apuntaban a que la calidad del aire era "buena".

Zhao Yue, subdirector de mencionado Centro de Monitoreo, explicó que el aire frío del viernes ayudó a dispersar la contaminación "peligrosa" que persistía desde hacía una semana.

No obstante, el experto recordó que la lectura del PM2,5 de hoy sólo refleja la calidad del aire en el distrito Xicheng (centro-oeste) de la capital, donde está instalada la única estación de monitoreo de ese estándar.

El funcionario afirmó que las autoridades locales tienen planeado construir una red de estaciones de monitoreo PM2,5 repartidas por toda la ciudad de cara a finales de este año, sin especificar el número concreto.

En la actualidad, Beijing cuenta con 27 bases de monitoreo del sistema PM10 que ofrecen datos para distintos lugares de toda la ciudad a tiempo real.

Yu Jianhua, encargado del aire del Buró de Protección Ambiental de Beijing, precisó que el gobierno municipal lleva diez años tomando medidas agresivas para controlar la contaminación del aire, entre las cuales destacan la eliminación de los vehículos altamente contaminantes y la utilización de energías limpias para la calefacción, con la finalidad de alcanzar el estándar nacional PM10 de 100 microgramos de material particulado por metro cúbico de aire.

El año pasado, el promedio de la lectura del PM10 fue de 120 microgramos.

Pese a la ausencia de un estándar nacional para la clasificación del sistema PM2,5, las audiencias públicas organizadas por el Ministerio de Protección Ambiental a principios de mes sugirieron que se podría establecer en un promedio anual de 35 microgramos por metro cúbico de aire.

Yu explicó que la lectura del sistema PM2,5 corresponde a menos de la mitad de la concentración del PM10, lo cual supondría que, bajo las actuales condiciones de la calidad del aire, Beijing no cumpliría con el nuevo estándar.

El alto funcionario puntualizó que según los estudios, el 50 por ciento del total de partículas PM2,5 en el aire proviene de los gases de combustión de los automóviles mientras que el 23 por ciento procede de polvo flotante.

Dado que Beijing está ubicada en un área llana rodeada por montañas en tres lados, es propensa a la contaminación del aire, explicó Yu.

El gobierno local ha adoptado una serie de medidas para endurecer el control de la contaminación, subrayó Yu, añadiendo que uno de los objetivos fundamentales es promulgar un estándar de emisiones Euro 5 para sustituir el Euro 4 de cara a finales de este año con el objetivo de presionar a los fabricantes de automóviles para que actualicen sus productos y reduzcan así la descarga de emisiones.

La capital china tiene cinco millones de vehículos en circulación, lo que se traduce en frecuentes congestiones del tráfico urbano.

El problema se agrava puesto que, según los expertos consultados, los vehículos emiten más partículas finas cuando están avanzando a velocidad reducida.

Leer noticia en fuente original: cri.cn