Afirmó que una ayuda de este tipo implica la construcción de una central de energía nuclear en Corea del Norte. "Construimos centrales de energía nuclear en el extranjero, podríamos hacer lo mismo en Corea del Norte", dijo Rumyantsev. "Todo el mundo conoce la escasez de energía en Corea del Norte, por tanto debemos actuar rápidamente", agregó.

Corea del Sur ha ofrecido el suministro de electricidad a su vecino a través de la frontera que divide la península. Rumyantsev no descartó el restablecimiento de la Organización para el Desarrollo Energético de la Península Coreana (KEDO), un consorcio creado en 1995 con el objetivo de construir dos centrales energéticas con reactores nucleares de agua ligera en Corea del Norte, como parte de un tratado para suspender su programa de armamento.

El proyecto KEDO, en el que participan Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, con un valor estimado de 4.600 millones de dólares (3.800 millones de euros), lleva estancado desde 2003, después de que Estados Unidos se enfrentara a Corea del Norte con presuntas pruebas de que Pyongyang trata de desarrollar en secreto armas nucleares mediante el enriquecimiento de uranio.

Rusia, que desea sacar provecho de su conocimiento de la industria nuclear, ha tratado de hacerse con un proyecto de 800 millones de dólares (658 millones de euros) para construir el primer reactor nuclear en Irán, a pesar de las objeciones de Estados Unidos.