Los altos niveles de contaminación atmosférica que se registran en la
región metropolitana de Barcelona obligarán a la Administración
autonómica a elaborar en un plazo de dos años planes para reducir
diversos contaminantes. El aire que se respira en esta área está
demasiado sucio. Los elevados índices de partículas en suspensión y
los óxidos de nitrógeno (NOx) procedentes del tráfico y de la
combustión en las industrias son los responsables de que la
Generalitat deba abordar planes para restringir el tráfico por
imperativo legal, según fuentes del Departament de Medi Ambient.
Actualmente, el 90% de la polución atmosférica en esta región se debe
al tráfico de vehículos. Y el resto, a la industria.
La necesidad de atajar la polución es una exigencia ineludible tras la
entrada en vigor este año de la nueva normativa comunitaria sobre
partículas en suspensión presentes el aire. Es obligatoria al
comprobarse que las mediciones sobrepasan - de largo- los límites
establecidos para este contaminante (que procede del tráfico, la mala
combustión o el polvo de suelo).
No es que haya crecido la polución en este caso; es que el listón
ahora es más exigente.
La mayor parte del área metropolitana está o estará a finales de año
fuera de la norma comunitaria, a tenor de las mediciones de partículas
en suspensión (de menos de 10 micras) que arrojan las estaciones de
control de Medi Ambient.
Sólo hasta el mes de mayo, Barcelona y seis localidades barcelonesas
más ya rebasaron el valor límite diario de polución admisible. La
normativa actual determina que en un año no se puede superar más de 35
veces el valor máximo diario de 50 microgramos por m3de partículas.
Sin embargo, de enero a mayo, este número de excesos ya fue
rebasado en tres estaciones de Barcelona (dos de ellas en el puerto y
en Gràcia-Sant Gervasi), así como en Sant Vicenç dels Horts, Pallejà,
Sant Andreu de la Barca (dos estaciones), Sant Adrià, Montcada i
Reixac y Sant Celoni.
Además, se espera que en 30 de las 60 estaciones de control repartidas
por Catalunya se superarán estos mismos valores máximos al acabar el
año, dado el ritmo y el número de superaciones ya acumuladas.
Igualmente, en el 75% de las localidades (en 46 de las 60 estaciones)
se va camino de rebasar el otro índice: el de los valores medios
anuales.
Algo parecido ocurre - aunque la situación no es tan grave- con la
contaminación provocada por los óxidos de nitrógeno, causada por las
emisiones del tráfico automovilístico y por la industria ubicada en
las zonas urbanas.
Ahora no se rebasan los valores límite vigentes para el 2005, pero en
cambio en algunas estaciones se están superando los máximos que
regirán a partir del año 2010, fecha en la que se irá estrechando el
cerco sobre estos gases. Concretamente, los técnicos del Departament
de Medi Ambient indican que los valores límite anuales de los óxidos
de nitrógeno para el 2010 (que bajarán para esa fecha de 250 a 200
microgramos por m3)están siendo superados en Gràcia, Sant Gervasi, el
Eixample y en áreas con tráfico intenso, aunque sin estaciones de
control cercanas.
El tercer gran contaminante del aire que preocupa es el ozono - que se
forma por otros gases precursores en combinación con la radiación
solar- y cuyos niveles han superado en numerosas ocasiones este verano
el umbral de información (180 microgramos porm3),que obliga a dar
cuenta a la población expuesta (ancianos, deportistas al aire libre,
asmáticos y enfermos con afecciones cardiovasculares).
En cualquier caso, en Catalunya la necesidad de reducir la polución se
debe sobre todo a lo exigente que es la normativa sobre partículas en
suspensión, "muy difícil de cumplir en los países mediterráneos",
explica Maria Comellas, directora general de Qualitat Ambiental de
Medi Ambient. Las partículas proceden de los gases de los tubos de
escape, la mala combustión de coches e industrias, de la erosión del
asfalto o de las cementeras. Sin embargo, también las originan el
polvo que se levanta del suelo. E, incluso, algunos estudios indican
que en las zonas mediterráneas tienen una mayor presencia debido a los
suelos áridos, el polvo sahariano, los aerosoles marinos (gotas con
sal) y el tipo de terreno (roca calcárea).
Pese a todo, Maria Comellas admite - sin justificaciones- que la
contaminación por partículas y los niveles de óxidos de nitrógeno
obligarán a la Generalitat a redactar en dos años planes
descontaminación, que previsiblemente podrán comportar la adopción de
medidas para restringir o acotar el tráfico.
Aunque los niveles de polución por óxidos de nitrógeno no rebasan
ahora el umbral reglamentado en el área metropolitana, todas las
previsiones indican que sí estarán por encima dentro de cinco años -
en el año 2010-, si no se actúa preventivamente. De ahí la
conveniencia de intervenir ya, porque "este tipo de planes no se
pueden hacer de un día para otro; hay que poner manos ala obra",
señala Maria Comellas.
Estos planes deberán ser remitidos a la Comisión para ser verificados
e incluirán actuaciones en los diversos ámbitos de acción (industria,
transporte y demás). El documento que se apruebe será interdisciplinar
y en su elaboración participarán los diferentes agentes implicados en
el transporte y la movilidad.
Comellas subraya que estarán tanto el departamento de Política
Territorial - responsable de la planificación territorial y el
transporte-, como el de Indústria, puesto que muchas de las medidas
que se deberán acometer están relacionados con el cambio de
combustibles o la introducción de mejoras tecnológicas para hace que
los vehículos contaminen menos.
Medi Ambient también se muestra muy activa para lograr una reducción
de la contaminación de la térmica de carbón de Cercs (Berguedà), que
en algunas ocasiones ha superado los valores máximos a lo largo de 24
horas (350 microgramos por metro cúbico de óxidos de azufre), que no
pueden ser rebasados más de 24 veces al año. Medi Ambient tiene cinco
estaciones de control en las inmediaciones de la planta, pero la
ubicación de estos sensores está siendo polémica. Mientras que
sectores próximos a la empresa eléctrica (Viesgo) acusan a Medi
Ambient de actuar como si pusiera los medidores "en el mismo tubo de
escape", Ecologistes en Acción pide incluso un control más estricto.
Para mitigar el problema, la empresa explotadora de Cercs ha ido
haciendo diversas pruebas y ajustes, lo que ha comportado la
importación de carbones más limpios para reducir la polución. Sin
embargo, una exigencia mayor pone en peligro la continuidad de las
minas de Pedraforca de las que se abastece, según otros sectores. En
Medi Ambient se opina que una buena solución es que la empresa queme
también biomasa (restos vegetales y forestales), un procedimiento de
obtención de energía de manera renovable que permitirá reducir su
factura en los derechos de emisión derivado del plan para cumplir con
el protocolo de Kioto.