Categories: Noticias Ambientales
Date: sep 1, 2005
Title: Hidrocantábrico estudia el uso de biomasa en centrales térmicas
Hidrocantábrico se ha comprometido a estudiar la viabilidad de incorporar a sus grandes térmicas asturianas, Aboño y Soto de Ribera, tecnologías que permitan combinar el uso de carbones como combustible con el de residuos de la actividad forestal y agrícola (biomasa), conforme a un planteamiento que el Gobierno central ha incluido en el nuevo plan de energías renovables y que también defiende la Administración del Principado.
Fuentes de HC Energía -nueva denominación de la eléctrica asturiana, controlada por la portuguesa EDP- confirmaron esta semana que, atendiendo a una propuesta de la Consejería de Industria, el grupo presidido por Manuel Menéndez está evaluando las posibilidades de ir a una reforma de sus centrales que permita la utilización de biomasa junto al carbón, opción inédita en Asturias y que el Gobierno trata de impulsar dentro de su programa de fomento de las energías limpias, para moderar las emisiones de CO2 (dióxido de carbono), penalizadas por el Protocolo ambiental de Kioto.
El Principado ha comunicado esa misma propuesta a Unión Fenosa y a Iberdrola, propietarias, respectivamente, de las instalaciones termoeléctricas de Soto de la Barca (Tineo) y Lada (Langreo). Ambas compañías fueron menos explícitas ayer sobre sus previsiones, si bien Unión Fenosa no descartó que el uso de biomasa en las centrales eléctricas de carbón se incluya en su plan de negocio sobre energías renovables, ahora en revisión.
Técnicamente, lo que está en estudio es que una parte del combustible que se quema en las calderas de las térmicas -entre un 3 y un 5 por ciento- sean residuos forestales o agrícolas. La biomasa actuaría así como un complemento de los carbones nacionales e importados que consumen las centrales. Y el Ministerio de Industria ha perfilado un calendario para tratar con el sector eléctrico acerca de la incorporación de esa tecnología, denominada co-combustión. Entre 2005 y 2007 se desarrollarán los estudios sobre disponibilidad de biomasa y los análisis sobre las reformas en los grupos termoeléctricos; antes de 2010, de acuerdo con la misma estimación, las inversiones necesarias se habrán concretado con apoyos públicos.
Asturias, donde la generación eléctrica con carbones es de las más intensas del país, aparece como una región de referencia para este proyecto que comparten los gobiernos central y regional. De acuerdo con sus cálculos, la capacidad productiva con biomasa de las cuatro térmicas de la región ronda los 270 megavatios, equivalente a un diez por ciento de toda la potencia del parque termoeléctrico asturiano.
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