Categories: Noticias Ambientales
      Date: jul  7, 2005
     Title: El cambio climático y la realidad
Hoy se reúnen en Escocia los directivos del planeta para estudiar unos cuantos problemas. A los europeos no les llega la camisa al cuello porque están viviendo ya las inundaciones, las olas de calor, la sequía y desertización, y la desaparición de sus caladeros de pesca.

07/07/2005

La razón está clara desde hace unos años, y es la cantidad de CO2 que emitimos a la atmósfera cada vez que sacamos el 4x4 a las calles de las ciudades, o con cada carrera inútil de Fórmula 1 que financiamos. Es la cantidad de gas que emitimos con el petróleo que quemamos para las necesidades y los caprichos de nuestra vida moderna.

El Sr. Bush, el más poderoso, ha reconocido, tras una serie de informes amañados que le han quemado las manos, que somos los seres humanos, al obtener energía quemando carbono, los que estamos acelerando el calentamiento de la Tierra. ¡Por fin! La razón del reconocimiento es evidente, y tiene que ver con la negativa simbólica del Sr. Bush a aceptar el Protocolo de Kioto. Es simbólica, porque aunque Washington no acepta el Protocolo, los 50 estados de la Unión ya lo han aceptado implícitamente, y están compitiendo entre ellos para ver quien es el que más ahorra en la emisión de CO2 . La realidad es más poderosa que cualquier ficción y acaba imponiéndose siempre.

Esa realidad es la que nos dice que el Protocolo de Kioto es simplemente un paripé, sin efecto sobre el cambio climático. En primer lugar, los cálculos sobre los que se basa Kioto son antiguos, y la humanidad está quemando mucho más carbono de lo que se creía posible cuando se propuso el Protocolo. En segundo lugar, y más importante, cuando se propuso Kioto la ciencia física era capaz de predecir el aumento de temperatura, pero las ciencias sociales fueron incapaces de predecir el amor de China e India por el capitalismo, y quedaron fuera del tratado. El resultado es que, aunque por persona China e India producen menos CO2 que EE.UU., las dos juntas están, ya, emitiendo más CO2 que este último país.

Se nos está escapando el control de la temperatura del planeta, a pesar de los tratados. Las sociedades han colapsado en el pasado por despreciar estos problemas. Nuestra sociedad, la global, puede colapsar ahora si seguimos por la senda alocada de la energía fácil. Y sin embargo tenemos la solución en nuestras manos, aquí, en las tiendas de la esquina: Necesitamos cambiar a energía solar, y ésta está ya disponible ¿por qué no la instalamos?

ANTONIO RUÍZ DE ELVIRA Catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá

Fuente: ABC.es