Los dispositivos de muestreo se han colocado en farolas y postes cerca de los aparatos de control de tráfico que el Ayuntamiento de Elche utiliza para saber cuántos coches circulan por un punto de la ciudad. Los captores recogen el dióxido de nitrógeno presente el aire con el fin de que los investigadores puedan asociar la concentración del dióxido de nitrógeno al tráfico de vehículos y establecer la relación de ambos con el entramado urbano.
En una semana, los dispositivos se llevarán al laboratorio de la UMH donde se realizarán los análisis químicos que permitirán obtener las concentraciones del dióxido de nitrógeno. Durante la campaña llevada a cabo en 2007 y 2008, los investigadores determinaron que los niveles eran superiores a los marcados por la Organización Mundial de la Salud en varios puntos de la ciudad, principalmente en la zona oeste de Elche y en la calle Vicente Blasco Ibáñez.
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