Las condiciones meteorológicas adversas, los fuegos artificiales por el Festival de los Faroles y la reanudación de la producción tras la Fiesta de Primavera son los responsables de la polución atmosférica que envuelve Beijing y las provincias vecinas desde ayer, y que no se disipará hasta el domingo, según la oficina meteorológica nacional.
La alerta naranja obliga a impedir la circulación de una serie de automóviles por las vías públicas, suspender las obras al aire libre, cerrar algunas fábricas y prohibir los fuegos artificiales y las barbacoas en el exterior. También se recomienda que colegios y guarderías suspendan las actividades fuera de las instalaciones cubiertas.
Las provincias de Hebei, Shanxi, Shandong, Henan y Shaanxi, en el este y norte del país, habían activado hasta hoy la alerta naranja o la roja por el mismo motivo.
China emplea un sistema de alerta por contaminación del aire de cuatro niveles, en el que el rojo indica la situación más grave, seguido del naranja, el amarillo y el azul.
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