Categories: Noticias Ambientales
      Date: dic 16, 2018
     Title: Cambio Climático: la Cumbre del Clima de Katowice (COP24) aprueba el libro de reglas para hacer operativo el Acuerdo de París

Este paquete reglamentario permitirá medir, en un marco de transparencia común, los esfuerzos de lucha contra el cambio climático, adaptación a sus impactos y financiación que se han comprometido a hacer los países.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, destaca que el mensaje político que sale de esta reunión es muy positivo, pues “se impone la voluntad de seguir trabajando de manera cooperativa para que sea a través del sistema multilateral como se dé respuesta a los grandes retos globales”.



Mediante una nota de prensa, el Ministerio para la Transición Ecológica de España ha hecho el siguiente balance de la cumbre del clima de Katowice y del acuerdo alcanzado:

La cumbre del clima de Katowice (COP24) ha concluido hoy con la aprobación del libro de reglas que hará posible la puesta en marcha del Acuerdo de París. Estas reglas por las que se regirá el funcionamiento del Acuerdo permitirán medir, en un marco de transparencia común, los esfuerzos de lucha contra el cambio climático, adaptación a sus impactos y financiación que se han comprometido a hacer los países.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien encabezó la delegación española y fue elegida facilitadora de las negociaciones, ha valorado como “muy importante” el acuerdo adoptado: “Todos los países que hemos ratificado el Acuerdo de París nos hemos puesto de acuerdo en cuáles son esas reglas de desarrollo que nos permitan que esté plenamente operativo y gestionando ese proceso de aprendizaje y confianza que nos ha de llevar a cumplir la ambición de contar con un mundo seguro y descarbonizado a final de siglo”.

Ribera ha destacado que este paquete reglamentario “regula cuestiones tan diferentes como de qué manera poder anticipar y cómo hacer un seguimiento de la financiación; cuáles son las obligaciones que asumimos en materia de adaptación; de qué manera reflejar en las contribuciones nacionales un incremento de la ambición en materia de mitigación o, lo más importante, el corazón del paquete, cómo reportar y utilizar los sistemas de transparencia como herramienta fundamental para ganar confianza en nuestra capacidad de actuación en materia de clima”.

Pese a reconocer que no ha sido posible avanzar en los mecanismos de los mercados de carbono sobre la base de un sistema común de Naciones Unidas y que no se ha logrado incorporar objetivos más ambiciosos a la vista del último informe del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés), Ribera subrayó que “el mensaje político que sale de esta reunión es muy positivo”. “En un momento en el que la comunidad internacional encuentra grandes dificultades sobre el terreno para avanzar en la agenda multilateral, cuando algunos líderes políticos presumen de su falta de confianza y de su voluntad de ruptura con respecto a la comunidad internacional, se impone la voluntad de seguir trabajando de manera cooperativa para que sea a través del sistema multilateral como se dé respuesta a los grandes retos globales”, añadió.

Estos son los principales puntos del acuerdo adoptado en Katowice:

DIRECTRICES SOBRE MITIGACIÓN

La mitigación del cambio climático es un elemento central del Acuerdo de París. El hecho de que la gran mayoría de los países de la Convención hayan presentado objetivos de limitación o reducción de emisiones en el ámbito del Acuerdo es un hecho sin precedentes.

El documento adoptado hoy en la COP24 establece unas reglas técnicas comunes para asegurar que los compromisos que presenten los países cumplan con los requisitos establecidos en París (progresivos, ambiciosos, con liderazgo de los países desarrollados, etc).

Como ejemplo de la información a presentar junto con los objetivos de mitigación, los países deberán informar de los sectores incluidos en dicho objetivo, los gases o el año de referencia con respecto al cual van a medir sus progresos en materia de mitigación.

MARCO DE TRANSPARENCIA DEL ACUERDO DE PARÍS

El libro de reglas acordado establece por primera vez un sistema común de seguimiento para que cada país pueda medir el progreso de sus medidas de mitigación, adaptación y financiación al cambio climático.

Este sistema permitirá que los países, por primera vez, informen siguiendo unas directrices comunes para todos, pero con determinadas flexibilidades para los países en desarrollo que lo necesiten, en función de sus diferentes capacidades.

Esta información, que se presentará en un informe bienal de transparencia, incluirá:

•Un inventario de las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero, siguiendo las mismas Guías del IPCC y unas métricas comunes.

•El seguimiento de los progresos en materia de mitigación de lucha contra el cambio climático de acuerdo con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés) remitidas por cada país a la convención de cambio climático de la ONU, con un sistema robusto de indicadores y contabilidad.

•Las vulnerabilidades y los impactos del cambio climático, así como información sobre las medidas de adaptación implementadas por los países, e información sobre los riesgos asociados con las pérdidas y daños producidos por el cambio climático.

•El apoyo proporcionado por los países (por primera vez, además de los países desarrollados, otros países donantes informarán sobre el apoyo proporcionado) e información por parte de los países en desarrollo sobre el apoyo recibido y necesidades de financiación.

El marco de transparencia promoverá la mejora continua de la información gracias al proceso de revisión técnica, que identificará áreas de mejora donde sea necesario fortalecer las capacidades de los países en desarrollo, y al proceso multilateral que facilite la evaluación del progreso. Durante ese proceso, los países responderán preguntas que les quieran hacer otros países, y presentarán en una sesión pública la información contenida en sus informes bienales de transparencia.

Los informes bienales de transparencia, que se presentarán de acuerdo con estas reglas, son imprescindibles para poder analizar el progreso hacia los objetivos globales que establece el Acuerdo de París, ya que proporcionarán información fundamental sobre evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, acciones de adaptación y flujos financieros.

Por esto mismo, estas reglas de transparencia se consideran la columna vertebral de la aplicación del Acuerdo de París.

BALANCE GLOBAL

Además, el marco reglamentario acordado ha establecido la forma en la que funcionará el mecanismo que permitirá revisar al alza los compromisos de lucha contra el cambio climático que presenten periódicamente los países. Este mecanismo, conocido en inglés como Global Stocktake (Balance Global), permitirá evaluar cada cinco años dónde están los países para lograr el objetivo al que aspira el Acuerdo de París: evitar un aumento medio de la temperatura media global de más de 2 grados sobre el nivel preindustrial, y hacer lo posible para que no rebase los 1,5ºC, asegurar la coherencia de los flujos financieros con un desarrollo bajo en emisiones y resiliente, y la adaptación a los impactos.

El primer Balance Global se hará en el año 2023 y, a partir de esa fecha, se llevará a cabo cada cinco años.

FINANCIACIÓN

El libro de reglas establece las obligaciones de información sobre previsiones de financiación climática de los países desarrollados para los países en desarrollo, fortaleciendo la información y aportando predictibilidad sobre los flujos financieros. Esta información, que será cualitativa y cuantitativa en la medida de lo posible, se deberá comunicar bienalmente, a partir de 2020, sobre la base de una serie de elementos sobre los que informar que incluyen estimaciones indicativas, detalles sobre los programas, sectores y países, planes para aumentar y movilizar la financiación, etc.

Se ha decidido, además, establecer un portal online para recopilar esta información, y dar el mandato al Secretariado de la Convención para su análisis, que formará parte de las aportaciones al Global Stocktake.

INFORMACIÓN DE LA FINANCIACIÓN CLIMÁTICA

El texto establece las modalidades para informar sobre financiación climática proporcionada por los países desarrollados hacia los países en desarrollo. Estas modalidades, que se han integrado como uno de los elementos del Marco de Transparencia del Acuerdo de París, son más detalladas que las ya existentes para realizar este ejercicio y hacen referencia a información como:

•Total de financiación pública proporcionada, desglosando entre aportaciones bilaterales y multilaterales, y entre mitigación y adaptación; a qué sectores, a qué países, regiones; financiación privada movilizada; como evitar la doble contabilidad; o progresión de la financiación.

•Acciones de capacitación y apoyo dado a actividades de capacitación y de desarrollo y transferencia de tecnologías en países en desarrollo.

FONDO DE ADAPTACIÓN

En cumbres anteriores ya se había decidido que el Fondo de Adaptación, que se enmarca en el ámbito del Protocolo de Kioto, serviría al Acuerdo de París, y en Katowice se han acordado las cuestiones de procedimiento para articular este hecho.

En la COP24 se ha decidido que el Fondo de Adaptación empiece a servir al Acuerdo de París a partir de 2019, una vez que los arreglos institucionales pendientes estén acordados. En relación con las fuentes de financiación del Fondo, éste seguirá nutriéndose de contribuciones voluntarias y de una tasa que se aplicará a los instrumentos de mercado.

Además, durante la cumbre del clima de Katowice, numerosos países desarrollados han anunciado nuevos compromisos de aportaciones financieras al fondo, del orden de 128 millones de euros.

MERCADOS DE CARBONO

Los textos relacionados con los enfoques de cooperación establecidos en el Artículo 6 del Acuerdo de París formarán parte de un programa de trabajo para continuar el próximo año con los debates técnicos en torno a esta materia.

RECONOCIMIENTO DEL INFORME DEL IPCC

El documento adoptado reconoce el papel del IPCC a la hora de proporcionar la base científica que sirva a los países para adoptar políticas frente al cambio climático y solicita a todos los Estados que tengan en cuenta los resultados del reciente Informe Especial sobre los 1,5ºC en las negociaciones.

DIÁLOGO DE TALANOA

El documento toma nota de la preocupación por el incremento de los impactos climáticos y se reconoce la urgencia de aumentar la ambición de los países en mitigación, adaptación y financiación.

La Decisión de la COP24 recoge el trabajo que se ha llevado a cabo a lo largo del último año en el contexto del Diálogo de Talanoa, un foro en el que tanto los países como los agentes sociales han evaluado el progreso colectivo hacia los objetivos globales del Acuerdo de París, y proporcionado información para la preparación de las próximas contribuciones nacionales (NDCs), que los países deben presentar en 2020.

El texto acoge las discusiones y documentos generados a lo largo del año en el contexto del Diálogo de Talanoa e invita a los países a considerarlos a la hora de preparar sus próximas contribuciones nacionales y mejorar la ambición de aquí a 2020.

ESPAÑA EN LA COP24

Durante la COP24, España se ha sumado a la Declaración de Silesia para una Transición Justa y Solidaria, que compromete a los Gobiernos a la creación de empleo de calidad en las acciones de reducción de emisiones y en los planes de adaptación al cambio climático; a la Declaración para la Electromovilidad para potenciar modelos de transporte innovadores y sostenibles, la Declaración Bosques para el Clima, que llama a los Estados a conservar e incrementar los sumideros naturales de CO2, y a la Declaración por una mayor ambición climática de la High Ambition Coalition.

Además, España ha anunciado en la COP24 la celebración de un taller sobre cambio climático y océanos en abril de 2019, previo a la presentación del informe del IPCC sobre esta materia; y ha celebrado el 15 aniversario de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCC), de la que forman parte 22 países de la región.

Asimismo, Teresa Ribera ha mantenido encuentros bilaterales con sus homólogos de Argentina, Alemania, Cuba, Chile, entre otros; con el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol; o con el presidente del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés), Hoesung Lee.

Tras 30 años, algunos líderes políticos aún ponen en duda la evidencia científica

Escondido en el documento de 133 páginas acordado en las conversaciones sobre el cambio climático de la ONU hubo un compromiso que muchos consideran una distracción exasperante. Los países del mundo aceptaron que se haya producido un informe científico sobre el estado del calentamiento global. Pero no dieron la bienvenida a sus hallazgos.

Esa diferencia aparentemente pequeña es inmensa en el mundo hiper-sutil e hiper-educado de la diplomacia climática. Demasiado masiva, de hecho, que las disputas sobre la redacción quedaron como una nube sobre estas negociaciones. Casi 200 países estuvieron de acuerdo —casi— en un "reglamento" que rige el Acuerdo de París sobre el cambio climático, cuyo objetivo es ayudar a limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados.

El debate sobre si "dar la bienvenida" a los hallazgos o simplemente "señalar" su existencia se encendió hace una semana. Estados Unidos, Arabia Saudita, Kuwait y Rusia, entre los principales productores de combustibles fósiles, que causan cambio climático, declararon públicamente que no deseaban "dar la bienvenida" a las conclusiones de un informe que el jefe de la ONU llamó "un llamado de atención para despertar".

El informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) señala que la contaminación por carbono debe reducirse a la mitad para 2030 y alcanzar el "cero neto" antes de mediados de siglo para evitar lo que podría describirse como un desastre climático: inundaciones y supertormentas. Los estudiantes polacos abandonaron la escuela y entraron en negociaciones con carteles que subrayaban la urgencia de esta última evaluación de la ciencia: "Faltan 12 años".

Esa urgencia es nueva, pero las evidencias científicas básicas no. Hace treinta años, un científico de la NASA testificó ante el Congreso que la era del calentamiento global inducido por los humanos había comenzado. En 1992, los países acordaron crear la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que supervisa las conversaciones sobre calentamiento global que se celebran al final de cada año.

El hecho de que la discordia persista en los aspectos científicos básicos —mucho menos en el proceso real de cómo reducir la contaminación y cómo gobernar ese proceso— sorprendió a algunos delegados y observadores en las conversaciones que, simbólicamente, tuvieron lugar en Europa, "capital del carbón".

"No pudimos obtener el sólido respaldo que deberíamos tener", dijo Alden Meyer, director de Estrategia y Política de Union of Concerned Scientists, un grupo ambientalista.

Lo que el informe del IPCC declara es una "emergencia planetaria", dijo. Sin embargo, hubo una sensación de "alivio" de que los países pudieran estar de acuerdo con una declaración, y que produjeran un reglamento que muchos consideran el establecimiento de una contabilidad detallada de las emisiones y nuevas promesas para reducir la contaminación se enviarán en 2020.

Estas reglas concretas son más importantes que las peleas sobre la validez del informe del IPCC, dijo Yamide Dagnet, director de proyectos del World Resources Institute, un grupo que estudia las políticas del medio ambiente.

"Realmente tenemos los cimientos que necesitamos para seguir adelante, no para esperar", dijo Dagnet en Polonia. "Lamentamos lo sucedido el sábado pasado, pero debemos recordar que fueron solo unos pocos países los que impugnaron este informe... lo importante es qué se debe hacer al respecto".

Lo que debe hacer al respecto es lo que le preocupa a Jeffrey Sachs, director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia en Nueva York. La lucha sobre cómo tratar el informe del IPCC, que se considera como la principal evidencia científica sobre este tema, es una gran distracción, dijo. "Lo que es triste es cuánto tiempo se desperdicia en esas palabras porque lo que realmente se avecina son los actos de la administración Trump y algunos otros gobiernos que ponen en riesgo el planeta", dijo Sachs. "No se trata de una creencia o una negación. Se trata de poner los intereses de la compañía petrolera y del país por encima de los intereses de toda la humanidad. Lo que está sucediendo debe considerarse crímenes climáticos contra la humanidad", dijo. "Es nada menos que eso y así sabrá la historia lo que la administración Trump está haciendo ahora: son crímenes contra la humanidad", dijo a CNN. "Muchas personas mueren como resultado de esto. Y no es defensa suficiente decir: 'No lo creo'", agregó.

El Reglamento de París está destinado a regir la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que se decidió en una reunión similar de la ONU hace tres años. Donald Trump se ha comprometido a abandonarlo, pero el país aún tenía presencia en la COP24.

Trump ha negado varias veces las evidencias científicas básicas del cambio climático, que afirma que la quema de carbón, petróleo y gas natural produce emisiones que atrapan el calor en la atmósfera y calientan el planeta. Cada vez es más evidente que el calentamiento está ocurriendo más rápido de lo que se pensaba y con peores resultados.

La Evaluación Nacional del Clima de Estados Unidos publicada este año dice que miles de estadounidenses podrían morir y que el producto interno bruto podría sufrir un 10% antes de fin de siglo.

En Polonia, la delegación de EE. UU. celebró un evento dedicado a las tecnologías del carbón y los combustibles fósiles. El vicepresidente del departamento dijo que el objetivo del evento era mostrar "el notable progreso logrado mediante la innovación en tecnologías más limpias".

"Estas innovaciones han contribuido a reducir las emisiones de EE.UU. al tiempo que aumentan nuestra economía y proporcionan un acceso confiable y asequible a la energía", dijo el portavoz en un comunicado.

El evento fue interrumpido por un grupo de jóvenes que se rieron burlonamente de la exhibición.

"Es tan ridículo, es una broma", dijo Vic Barrett, un manifestante de 19 años. "Hemos terminado de escuchar soluciones falsas y cosas que sabemos que no funcionan", agregó.

Acuerdo insuficiente

El panorama había cambiado, pero no ha influido lo suficiente como para dar un acelerón. La Cumbre del Clima ha necesitado un día extra para cerrarse, encallada por la manera en que la nueva evidencia científica sobre el cambio climático debía incorporarse al consenso internacional. La necesidad de incrementar los esfuerzos aparece en la decisión final, pero sin arrancar compromisos concretos para ello.

La COP24 de Polonia se ha celebrado con una nueva información científica encima de la mesa: el informe del Panel Internacional (IPCC) sobre los graves impactos que supone dejar que el calentamiento global llegue a 2ºC en lugar de limitarlo a 1,5ºC. Las negociaciones han seguido el guión previo a este informe y, aunque en sus conclusiones pide a los países que aumenten su ambición, no han podido materializar que deben ajustarse a lo reflejado en el informe: "Hacen falta medidas sin precedentes y urgentes" que reduzcan los gases de efecto invernadero un 45% en 2030. Esta medicina, prescrita por la ciencia tras un ingente trabajo de estudio, ha sido demasiado para lo que puede ofrecer el foro internacional sobre cambio climático.

El acuerdo de la Conferencia ha "acentuado la urgencia" de "mejorar la ambición" para asegurar "los mayores esfuerzos posibles de mitigación [de emisiones] y adaptación [al cambio climático]. Y ha "enfatizado" que cuanto más se haga antes de 2020 (que es cuando comienza a regir el Acuerdo de París), se estará en mejores condiciones para implementarlo. La ministra Ribera reconoce que las negociaciones no han conseguido incorporar "objetivos más ambiciosos".

De Polonia salen ciertas reglas concretas y comunes que los países deben seguir para presentar en 2020 sus nuevos planes climáticos y cómo evaluar esos paquetes para saber si se cumplen. Un asunto al que los técnicos de los equipos negociadores han otorgado mucha importancia durante toda la cumbre.

Estas llamadas para incrementar la acción desde ya se han desligado del informe del IPCC, en teoría la justificación científica para adoptar medidas con mayor celeridad y fuerza. Las partes agradecen el esfuerzo e "invitan" a utilizar la información del Panel en "todas las discusiones de la agenda". Para David Howell, responsable de Clima de SEO-Birdlife, hacía falta "atar, vincular, la declaración a lo que ha dicho el panel de expertos sobre el 1,5ºC, es decir, que debe recortarse mucho más". En resumen, no se indica con claridad que esa ambición mejorada debe ir encaminada a dar respuesta a lo que han indicado los científicos hace dos meses.

De hecho, en las negociaciones se ha evaporado una referencia explícita a la diferencia en la cantidad de gases de efecto invernadero que se van a emitir con los actuales esfuerzos nacionales y la que posibilitaría un mayor límite al calentamiento: el desfase va de las 52-58 gigatoneladas de Co2 para 2030 a las que va encaminada la humanidad frente al tope de 25-30 exigido para mantener el margen de seguridad de 1,5ºC. Cada gigatonelada son mil millones de toneladas.

¿Por qué ha irrumpido este asunto cuando la COP24 debía ceñirse, sobre todo, a sacar adelante el reglamento de aplicación del Acuerdo de París y a evaluar el estado actual del esfuerzo contra el cambio climático? Precisamente porque el informe -una petición expresa del Acuerdo de 2015- ha dado un meneo considerable al statu quo.

Ha puesto delante de los gobiernos una realidad demasiado preocupante como para anotarla sin más. Los países con mayores riesgos ligados al cambio climático ven cómo se aceleran sus impactos irreversibles. El expresidente de Maldivas, Mohamed Nasheed, aseguraba el viernes por la tarde cuando las conversaciones encalladas obligaron a prorrogar la cumbre: "No se puede llegar a un acuerdo con la ciencia. Ni con las leyes de la física. La ciencia es ciencia".

Frontera entre éxito y fracaso

Las organizaciones ambientalistas habían cifrado el éxito o el fracaso de este encuentro en que los países aprovecharan la evidencia científica puesta por escrito para redoblar la acción contra el cambio climático y, de paso, forzar a los estados más reticentes a la luz de los datos.

"No estoy de acuerdo", asegura Laurence Tubiana, que fue la encargada por Francia para las negociaciones del Acuerdo de París en 2015. " Aquí no tenía que darse una movilización política sino construir la base de confianza entre los países. No contentarse con declaraciones que dicen que vamos a ser muy ambiciosos pero luego no hacerlo". La diplomática insiste: "El informe está ahí. El momento de la verdad es en 2020 cuando los países tienen que presentar sus contribuciones de acuerdo con las reglas que se han establecido aquí: qué se incluye en esos compromisos de reducción y cómo se verifica que se está cumpliendo. Las reglas van a estar para siempre y las declaraciones políticas pueden variar", remacha.

Pero el eurodiputado de Equo Florent Marcellesi ha afirmado que la COP "ha sido una gran decepción. Los estados no han estado a la altura. No ha apostado por la ambición que pedían los científicos". La responsable de Cambio Climático en Greenpeace, Tatiana Nuño ha coincido en que "no se ha recogido la ambición necesaria", pero ha emplazado el reto a la convocatoria que ha hecho el secretario general de la ONU, Antonio Guterres para septiembre de 2019: "Que lleven objetivos más amplios".

El encargado de cambio climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, considera que el texto tiene "un lenguaje muy débil" a la hora de exigir a los países parte que utilicen la evaluación de la situación actual tanto para preparar los compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático del año 2020 como esta ambición anterior a la fecha crucial que se dibuja dentro de dos años.

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