Categories: Noticias Ambientales
      Date: sep 14, 2018
     Title: Las políticas urbanas contra el cambio climático generarían puestos de trabajo y evitarían 1,3 millones de muertes prematuras hasta 2030, según estudio

Expertos reunidos en la Cumbre Mundial de Acción Climática, que se celebra esta semana en San Francisco, abogan por concienciar a los ciudadanos y que, lejos de arruinarles, un mundo más verde les dará más trabajo bien remunerado y mejor salud.



Un estudio publicado en el marco del encuentro pone cifras que respaldan esta tesis: las políticas climáticas urbanas pueden crear casi 14 millones de puestos de trabajo en las ciudades y prevenir 1,3 millones de muertes prematuras hasta 2030.

El documento examina una serie de soluciones urbanas efectivas para el cambio climático que son, a la vez, motor de empleo y salud. Estas son sus estimaciones:

- Las inversiones en reacondicionamientos de la eficiencia energética residencial generarán una creación neta de 5,4 millones de empleos. “También darán como resultado un ahorro significativo de los hogares, así como reducciones de emisiones”, asegura el documento.

- Los servicios mejorados de autobuses y las redes más extensas pueden prevenir las muertes prematuras de casi un millón de personas por año a causa de la contaminación del aire y las muertes de tráfico. Un mejor servicio también ahorraría 40.000 millones de horas en desplazamientos hasta 2030, lo que también conlleva importantes reducciones de emisiones.

- La energía renovable para calefacción y refrigeración en edificios puede evitar 300.000 muertes prematuras adicionales por año para 2030, y crear aproximadamente 8,3 millones de empleos.

“El estudio muestra que todas estas políticas pueden tener resultados proporcionalmente mayores para los grupos de menores ingresos en las ciudades en desarrollo, donde las poblaciones tienen más que ganar con la introducción de nuevas tecnologías”, recalcaba el miércoles Patti Harris, directora ejecutiva Bloomberg Philanthropies, que ha financiado el informe firmado por la consultora Climate Opportunity.

En el foro Cities4Climate (Ciudades por el clima), donde se presentó la investigación, expertos y alcaldes de todo el mundo coincidían en la idea de que el cambio climático no puede seguir siendo observado como un gasto. “¿Quieres convertir a un minero de carbón en un ambientalista? Dale una buena nómina. Debemos construir alternativas renovables y crear empleos con ellos”, afirma Bill Peduto, regidor de Pittsburg.

Ya está sucediendo. Los empleos que más rápidamente están creciendo en Estados Unidos son el de instalador de placas solares y el de técnico en energía eólica. “Hay cinco veces más trabajos en la energía solar que en el carbón. ¿Es incompatible mitigación del calentamiento global con el crecimiento? Si alguien cree que sí, la respuesta es Singapur”, asegura Erik Solheim, director del programa de Medioambiente de la ONU. Para él, es el ejemplo perfecto de cómo una de las ciudades más ricas del mundo puede lograrlo siendo a la vez verde y sostenible. “Entendieron que ir con el coche al centro de la ciudad no es un derecho humano, pero respirar aire puro sí”.

¿Pero es Singapur rica por tener políticas medioambientales o a la inversa? Sobre ese punto indice Sheela directora de la ONG india Sparc. Opina que las soluciones no pueden ser las mismas en ciudades ricas que en otras donde la mayoría de la gente vive en asentamientos informales. Pero, según Solheim, la solución verde siempre va a ser la mejor. Pone el ejemplo de Cochin, un aeropuerto indio por el que pasan 10 millones de pasajeros cada año que fue el primero en alimentarse por completo con energías renovables. “Finalmente, salen más baratas. Ganan los inversores y gana el medioambiente. Hay muestras en el sur global de las que el norte puede aprender, como este, o Kigali, que es la ciudad más limpia del mundo y está en Ruanda”, subraya.

La concienciación de los ciudadanos para estos casos de éxito es crucial. Pero hay que ponérselo fácil, en opinión del Raymond Johansen, alcalde de Oslo: “No creo que nadie se levante por la mañana y piense: ‘Voy a hacer lo mejor para el planeta y gastar una hora extra en ir al trabajo’. Tenemos que crear infraestructuras que faciliten a la gente tomar las decisiones correctas”.

Más allá de eso, cambiar las mentalidades también requiere de un cambio de discurso, en opinión de varios de los expertos que intervinieron en el foro. Simplificar el cambio climático. “Podemos reducirlo a la contaminación. Nueve de cada diez personas del mundo respiran aire contaminado. Respiramos un aire asqueroso, que es el que causa el calentamiento global”, reclama enérgica Christiana Figueres, vicepresidenta de la Misión 2020.

Para rebajar la complejidad del problema del cambio climático, Tom Steyer, fundador de la ONG NextGen América, también aboga por reducirlo a dos de los problemas que a la gente más preocupan: salud y trabajo. Eso hizo en 2010, cuando lideró una campaña contra una proposición de ley (la 23) que, impulsada por un diputado conservador y respaldada por el lobby petrolero, pretendía suprimir otra norma contra el cambio climático en California. La idea era permitir más emisiones para bajar el paro. “No solo nos propusimos ganar, sino dar una paliza a nuestros rivales. Para eso conseguimos tener a nuestro lado a todos los sindicatos porque conseguimos convencerles de una realidad: los puestos de trabajo relacionados con las energías limpias son más y se pagan mejor”, rememora. Y lo consiguieron. La propuesta fue tumbada con un 23% de margen.

Hoy, este estado acaba de aprobar una ley para alimentarse solo de energías renovables en 2045. “Hemos derrotado el discurso de empleo contra desarrollo, pero tenemos que seguir luchando”, subraya Steyer.

27 de las mayores urbes del planeta han logrado una reducción media del 2% anual de emisiones de CO2

27 ciudades del mundo han aumentado su compromiso con la lucha contra el cambio climático. En la Cumbre Mundial de Acción Climática que se celebra estos días en San Francisco se ha publicado un informe según el cual 27 de las mayores urbes del planeta han logrado una reducción media del 2 % anual de emisiones de gases contaminantes a la vez que incrementaban su población y economía en los últimos 5 años, entre ellas se encuentran Madrid y Barcelona, además de Londres, París, Nueva York, Berlín, San Francisco, Sydney, Toronto, Roma, Boston y Chicago.

"Los Gobiernos nacionales fijan normas e incentivos para influir en el comportamiento de distintos agentes económicos que llevan a cabo actividades contaminantes. Tratar directamente con estos agentes resulta más rápido", dijo Leonard.

Las ciudades y los Gobiernos regionales son actores clave en la lucha contra el cambio climático que pueden aportar tanto como las administraciones estatales, algo que ha puesto hoy de relieve la Cumbre Mundial de Acción Climática.

El congreso, que se celebra estos días en San Francisco, empezó a gestarse precisamente por parte de una coalición de gobernadores, alcaldes y otros actores políticos y civiles de EEUU después de que el presidente del país, Donald Trump anunciase la retirada de su Gobierno del Acuerdo de París.

"Dejar la totalidad de la lucha contra el cambio climático en manos de los Gobiernos nacionales es un error. Eso es lo que estamos tratando de remediar aquí", explicó el vicepresidente de WWF para Cambio Climático y Energía, Lou Leonard.

"Empresas, Gobiernos subnacionales y locales, universidades... Todos estos actores nos hemos reunido aquí para buscar soluciones compartidas", apuntó Leonard, cuya organización es una de las impulsoras del congreso.

En el marco de la cumbre, 12 empresas, 22 ciudades y 4 regiones de distintas partes del mundo suscribieron este jueves un acuerdo para evitar que 209 millones de toneladas de dióxido de carbono adicionales sean emitidas durante los próximos 32 años.

El sector privado también ha estado en la cumbre

Al margen de las administraciones públicas, numerosas empresas del sector privado también se dieron cita en la cumbre de San Francisco para anunciar sus últimos compromisos y avances en la lucha contra el cambio climático.

El fabricante de ropa Levi Strauss se comprometió a reducir un 90 % la emisión de gases de efecto invernadero en todas sus fábricas y tiendas, y a presionar a sus proveedores para que su cadena de producción reduzca un 40 % la emisión de estos gases.

Por su parte, la compañía de vehículos compartidos Lyft anunció haber comprado compensaciones de carbono por valor de todas las emisiones que los desplazamientos de sus vehículos generan, lo que la convierte en una empresa medioambientalmente "neutral".

A nivel supranacional, la organización filantrópica del ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg y la Comisión Europea (CE) alcanzaron un acuerdo para que la primera se implique en los planes de transición económica para las zonas tradicionales de extracción de carbón de la Unión Europea (UE).

Bloomberg, considerado la undécima fortuna del mundo por la revista Forbes, ayudará así a la UE a reunir a líderes empresariales y financieros para consensuar estrategias que permitan evolucionar a las áreas que tradicionalmente han vivido del carbón.

"Una de las grandes incógnitas en este campo el año pasado era si el buen momento alcanzado tras la firma del Acuerdo de París se mantendría tras la salida de EE.UU.", dijo Leonard.

"Esta cumbre demuestra que, aunque el Gobierno federal no esté en ello, hay un nuevo movimiento, una gran coalición en EEUU y en el resto del mundo por la defensa del clima", concluyó el activista de WWF.

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