Categories: Noticias Ambientales
      Date: ago 14, 2018
     Title: Debido a una variabilidad natural, el período 2018-2022 será más cálido aún de lo que ya se esperaba por el calentamiento global, según estudio

Apenas dos semanas después de que un informe internacional confirmara que 2016, 2017 y 2015 han sido, por ese orden, los tres años más calurosos desde que comenzaron los registros en 1880, un equipo de científicos alerta de que el periodo 2018-2022 podría ser incluso más cálido de lo esperable por el calentamiento global, debido a la variabilidad natural del clima.



El cambio climático disparado por la actividad humana ya ha provocado un aumento de un grado en la temperatura del planeta en el último siglo, “0,01 grados de media cada año”, según recuerda el climatólogo francés Florian Sévellec. Su investigación pronostica un aumento natural de 0,02 grados en la temperatura atmosférica en 2018, un incremento de 0,03 entre 2018 y 2019 y, finalmente, una subida de 0,01 grados si se considera todo el periodo 2018-2022. A este efecto de la variabilidad natural habría que sumarle el impacto del cambio climático causado por el ser humano.

“Además de la tendencia a largo plazo a un calentamiento global, sugerimos que la variabilidad natural nos va a colocar en una anomalía cálida, con el doble de efecto que el propio cambio climático”, advierte Sévellec, del Centro Nacional para la Investigación Científica. El climatólogo y su colega Sybren Drijfhout, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), han desarrollado un nuevo método estadístico que ha sido capaz de predecir, de manera retrospectiva, el comportamiento del clima durante el siglo XX. Su estudio se publica hoy en la respetada revista científica Nature Communications.

Descontar la variabilidad natural es clave para analizar el efecto de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero. El año 2016, por ejemplo, fue el más caluroso desde 1880 por el impacto de El Niño, un fenómeno cíclico natural vinculado a un incremento de las temperaturas en la parte oriental del Pacífico tropical. Sin El Niño, el año más caliente habría sido 2017.

Sévellec reconoce las limitaciones de su abordaje estadístico. “Con este método no podemos detectar las diferencias regionales. No sabemos dónde ocurrirá el calentamiento predicho ni en qué temporada del año”, admite. España, en cualquier caso, estaría en una de las regiones más amenazadas. El escenario más pesimista de Naciones Unidas predice un aumento de la temperatura de hasta seis grados en verano en el año 2100 en la región mediterránea, si no se recortan las emisiones, hoy desbocadas. El año 2017 batió el récord de CO2 de los últimos 800.000 años.

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