Aunque se trata de una fecha que generalmente pasa desapercibida pues no es 14 de febrero o 10 de mayo, para tenerla en mente y celebrarla en un restaurante o con regalos, lo cierto es que tener un día que nos recuerde la importancia de que el aire que respiramos sea limpio y actual para conseguirlo tiene un obsequio mayor: más años de vida.
Está demostrada la relación entre la contaminación del aire y los infartos cerebrales, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias agudas o crónicas como el asma, dolor de cabeza, mareo, irritación de ojos y según la Organización Mundial de la Salud, también es un factor de riesgo para la diabetes.
Recientemente, Greenpeace y la Red por los Derechos de la Infancia en México presentaron un diagnóstico de la calidad del aire y el derecho de niñas, niños y adolescentes al aire limpio. En este informe se revela que 1680 personas menores de 5 años mueren cada año por la mala calidad del aire.
Estos datos son alarmantes por sí solos, pero la mala calidad del aire no solo afecta a niños, niñas y adolescentes, también lo hace a personas adultas, debido a que además de las enfermedades respiratorias, está relacionada con mayor estrés, ausentismo laboral y otros impactos.
Aunque el panorama parece muy gris, lo cierto es que hay alternativas para mejorar la calidad del aire en las ciudades mexicanas, empecemos por exigir a las autoridades aire limpio, firmando para que la Comisión Federal para la Potección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) actualice las Normas Oficiales Mexicanas de salud ambiental y se ajusten los índices de contaminantes a los valores sugeridos por la OMS.
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