La relación entre los factores ambientales, como el sol y el aire que respiramos, y el envejecimiento, preocupan a las ciencias de la salud cada vez más.
Según un reciente estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard publicado en la revista Environmental Health Perspectives, la exposición a hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), se asocian con estados de salud adversos. Pero la asociación de tal exposición con el envejecimiento de la metilación del ADN, un nuevo marcador de envejecimiento, no está clara.
Los “hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) son un grupo de contaminantes que se generan durante la combustión de la materia orgánica. Nos exponemos a los HAP cuando hay quema de residuos en los basureros o en compleos industriales, al estar expuestos al humo de carbón o leña, a los exhostos de los carros. Incluso, hasta fumar y cocinar pueden exponer a los humanos a los HAP, según la OMS.
Los HAP tienen diversos efectos tóxicos en múltiples órganos y se han relacionado con el riesgo de cánceres y enfermedades cardiovasculares, pero pocos estudios han tratado de explicar por qué hay envejecimiento cuando hay exposición a los HAP.
Los investigadores chinos trataron de probar que la exposición dio como resultado un aumento del riesgo de muerte prematura y del envejecimiento, a través del análisis de los datos de salud de tres estudios sobre salud en China. Uno de ellos usaba a trabajadores de una planta de coque (un combustible con alto contenido de carbono) como sujetos de estudio.
A su vez, crearon un modelo para predecir la velocidad del envejecimiento de poblaciones chinas, revelada en su ADN.
La conclusión del estudio, es que la exposición a los HAP puede causar cambios moleculares que aceleran el envejecimiento biológico.
“Los HAP pueden desencadenar un daño a la metilación del ADN, un mecanismo utilizado por las células para controlar el proceso mediante el cual se expresa la información hereditaria en un gen. Otros estudios han encontrado que este daño está asociado con la muerte prematura, incluso después de tener en cuenta los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y otros”, dicen los investigadores.
La metilación del ADN de algunos locus (es decir, las posiciones en un cromosoma que contienen diferentes formas del mismo gen) cambian con el tiempo, por lo que puede usarse como un marcador de la edad biológica.
Estudios previos han demostrado que la edad de metilación del ADN de algunas personas puede ser mayor que su edad real, y que esta aceleración puede estar influenciada por factores ambientales.
Descubrieron que mientras más personas estaban expuestas a estos químicos, más mostraban los marcadores del envejecimiento acelerado. Para dos tipos de HAP analizados en muestras de orina de los participantes, cada punto porcentual se asoció con un aumento de aproximadamente seis meses en la edad de metilación del ADN. Los efectos fueron particularmente evidentes entre los trabajadores del horno de coque expuestos a HAP en el trabajo.
Las personas pueden limitar su exposición a los HAP al dejar de fumar, evitar cocinar a altas temperaturas y asegurarse de que los hornos y otros artefactos a gas estén bien ventilados.
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